Amas de casa, las eternas olvidadas.
Desde mi sillón, una vez que hemos cenado, recogido y fregado los platos, pienso en mi vida. Estudié y me esforcé. Acabé mi carrera, me casé y tuve hijos. Mi marido trabajaba y yo lo hacía en mi casa, donde fui enfermera, cocinera, maestra, asesora, psicóloga, amante, economista...