Una catedrática de genética ve posible erradicar las enfermedades de la vejez

Una catedrática de genética ve posible erradicar las enfermedades de la vejez

En el punto de mira estarían desde trastornos del sistema nervioso, como el alzheimer, u otros relacionados con el sistema inmunológico o el sistema circulatorio.

Ana Manjón. ANA MANJÓN – ALCALÁ DE HENARES

La esperanza de vida del ser humano podría alargarse si se erradicaran las enfermedades de la vejez, lo que la catedrática de Genética de la Universidad Complutense de Madrid, María Jesús Puertas Gallego, considera un reto posible en nuestro tiempo.

«Igual que se ha podido luchar contra las enfermedades típicas de la infancia, que hacían morir a muchos niños o les dejaban secuelas para el resto de su vida, puede conseguirse paliar o erradicar las enfermedades asociadas al envejecimiento», ha señalado Puertas en una entrevista con Efe.

La clave, según la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, es impulsar la investigación en este campo, y hacerlo ahora, cuando la cifra de personas mayores más alta que nunca y, sin embargo, mucho menos de lo que podría ser atendiendo al ADN de la especie humana.

«Conocer la causa de la enfermedad es lo que te permite luchar contra ella, y es debido a la mayor esperanza de vida por lo que estamos asistiendo a la aparición de estas nuevas enfermedades y los científicos pueden ponerse a luchar contra ellas».

En el punto de mira estarían, en ese sentido, desde trastornos del sistema nervioso, como el alzheimer, u otros relacionados con el sistema inmunológico o el sistema circulatorio.

«El reto es muy grande porque hay multitud de enfermedades asociadas al envejecimiento y todas están relacionadas unas con otras», explica la experta a Efe.

No obstante, el efecto colateral positivo de un avance en esa dirección sería frenar el deterioro sufrido por el organismo con el paso de los años, como la pérdida de oído y visión, la fragilidad de los huesos, la menor fuerza de la musculación…

«Cada especie lleva escrito en el genoma su longevidad máxima, que en caso del ser humano es de 120 años, y hoy por hoy eso no nos podemos plantear cambiarlo, pero sí se puede cambiar la esperanza de vida».

La estrategia, según la experta, pasa por intervenir en las causas externas, ajenas a la genética, mediante la posibilidad de contar con nuevos fármacos o mejorar las condiciones de vida de la gente, que es justo lo que ha permitido alargar la existencia de los individuos en el último siglo, recuerda Puertas.

«Algo muy importante es creer en la ciencia, y que, por ejemplo, los recursos que se dedican ahora a un rejuvenecimiento ficticio y falso, como es la cirugía estética, se inviertan en retrasar el envejecimiento pero de verdad, es decir, que permita disfrutar de esa mayor esperanza de vida con buena salud».

Mientras llegan esos avances para ayudarnos a combatir los achaques de edad, la recomendación que esta experta hace a los asistentes que acuden a escuchar sus conferencias, como la programada ayer por la Universidad de Alcalá de Henares, es que cuiden la salud en todas las etapas de la vida.

Seguir ese consejo, si bien no garantiza a nadie que vaya a cumplir más años, lo cierto es que no tiene ningún efecto adverso.

«Si lo haces muy mal, y llevas una dieta pésima, y fumas y bebes demasiado, los síntomas negativos del envejecimiento se pueden adelantar, y acortar tu vida, pero si lo haces súper bien, no vale para nada, porque hay un umbral en la tasa de envejecimiento que no cambia», concluye.

www.lavanguardia.com/local/madrid/20150117/54423459301/una-catedratica-de-genetica-ve-posible-erradi



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