20 May Seis cosas indispensables que debes hacer cuando pasas de los 40
Aunque ya no tienes la misma energía que hace 20 años, te quedan muchas aventuras que correr. Sobre todo, no dejes de realizar ejercicio y comer bien.
E. ZAMORANO
Los años no pasan en balde. Es inevitable sentir un tembleque de piernas cada vez que acaba una nueva década, y el paso de los 30 a los 40 no es que sea un camino de rosas precisamente. Además, ya no te sientes tan fuerte y vivaz como cuando estabas en la veintena. El cuerpo comienza a resentirse, y sabes que a partir de ahora debes cuidarte más para llegar lo mejor posible a la madurez.
Por ello, seguir una dieta sana es esencial para reducir riesgos. Pero no solo eso, también el ejercicio físico. Por cada década, los riesgos de sufrir lesiones en los huesos y enfermedades crónicas aumentan. Sentirte bien empieza a requerir una dosis más de esfuerzo y trabajo. ‘Prevention’ ha publicado un compendio de consejos con los que poder plantar cara a los cuarenta y seguir sintiéndote joven.
Sigue moviéndote
Como a cualquier otra edad, hacer actividad física es imprescindible para mantenerte en forma, y no solo eso, sino también para sentirte más vital. «Los ejercicios de fuerza, equilibrio y flexibilidad son esenciales para prevenir caídas y posibles lesiones que puedan suceder, una de las mayores amenazas para una longevidad saludable», explica Scott Kaisser, médico de familia del Centro de Salud de Providence, California.
Pero no solo funciona contra los achaques físicos, también para fortalecer la capacidad intelectual. Según un estudio publicado en la revista ‘Neurology’, entrenar de forma regular mejora el sistema cognitivio. Esto se descubrió al someter a decenas de adultos sedentarios a tres sesiones de actividad física de 45 minutos por semana durante seis meses.
Esas proteínas…
A medida que envejeces, pierdes músculo. Un hecho que se comprueba cada vez que cargas peso. Por ello, lo mejor es aumentar el consumo de alimentos altos en proteínas. Solo así podrás conservar toda tu fuerza e, incluso, potenciarla aún más. Algunos estudios aseguran que los adultos necesitan de 1 a 1,2 gramos de proteínas por kilo de peso para mejorar la salud muscular, es decir, al menos 68 gramos de proteína por día si pesas en torno a 70 kilos.
Ve al médico
Mejor prevenir que curar. Las visitas regulares a tu médico de cabecera suelen ser una oportunidad para detectar problemas de salud que se vuelven mucho más comunes con la edad, como la hipertensión o la diabetes. No acudas solo cuando te sientas enfermo. También para comprobar si estás al día en cuanto a vacunas, como la de la gripe.
Queda con gente
La edad no viene con la pereza. Es esencial mantener siempre el contacto con tus amigos, tomar un café con ellos, apuntarte a algún curso que te sorprenda o salir al parque con tus hijos o nietos. «Invertir en relaciones afectivas es una de las cosas más importantes que podemos hacer para mejorar nuestra salud, la calidad de vida y el bienestar», asegura Kaiser.
El bienestar social está asociado a niveles más bajos de la interleucina-6, una glucoproteína relacionada con enfermedades crónicas como el alzhéimer, las cardiovasculares, osteoporosis, artritis y algunos tipos de cáncer, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA).
Duerme lo suficiente
Si cada año que pasa te resulta más difícil conciliar el sueño, no estás solo. Una encuesta de la Universidad de Michigan descubrió que casi la mitad de los adultos de mediana edad tienen trastornos con el sueño. Esto puede conducir a problemas mentales, como depresión o falta de concentración y memoria, según la Academia Americana de Medicina del Sueño.
La cantidad de horas más apropiada es entre 7 y 8, según el Instituto Nacional de Salud. Si tienes mucha dificultad para alcanzar esta marca, lo mejor es que te pongas en las manos de un profesional médico.
Huye del estrés
Si tienes mal humor puede ser a causa del estrés, uno de los grandes aceleradores del envejecimiento que puede hacer que enfermes. De hecho, cada vez más estudios alertan de que la mayoría de las enfermedades están relacionadas con el estrés crónico. Las hormonas del estrés, como el cortisol, afectan negativamente a la memoria y contribuyen a que el cerebro se contraiga a partir de los 40 años, según un estudio de ‘Neurology’.
Ante este problema, debes encontrar formas de desconectar de la rutina. Aunque sea tan solo por unos breves minutos. «Tómate un respiro y espira de manera reparadora», aconseja el experto. Una de las mejores actividades para combatir el estrés es hacer yoga. Tampoco hace falta que te tires un día entero practicándolo, con tan solo una hora basta.
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