29 Mar María Branyas, la mujer más longeva del mundo, cumple 116 años: «Soy vieja, pero no idiota».
La catalana ha querido agradecer a través de redes sociales todo el cariño recibido.
Laura Moro
María Branyas, conocida en redes sociales como Super Àvia Catalana (Súper Abuela Catalana), ha vivido los acontecimientos históricos más importantes (dos guerras mundiales, una guerra civil, el franquismo y la reciente pandemia del coronavirus), y el pasado mes de enero se convirtió en la persona más longeva del mundo.
Branyas se ha hecho con este título después del fallecimiento de la monja francesa Lucile Randon a los 118 años y 340 días, y ahora la catalana vuelve a estar de celebración porque acaba de cumplir 116 años: «Soy vieja, muy vieja, pero no idiota», asegura su biografía de Twitter.
«Buenos días, mundo. Hoy cumplo 116 años. Como dice Jaroslav Seifert: «He tenido que llegar a edad avanzada para aprender a amar el silencio… En el silencio aparecen señales emocionadas y en los cruces de la memoria detectas nombres” que el tiempo pretendía ahogar», escribía la catalana en sus redes sociales.
«Gracias… Muchas gracias por las felicitaciones por mi cumpleaños 116. He recibido un alud de cariño y cariño que me ha colapsado y no puedo responder individualmente. Lo hago mediante este tuit como agradecimiento a todo el mundo por su tiempo dedicado a mí», escribía horas después de compartir el mensaje anterior.
Y es que, aunque cada año es especial, y más cuando pasas la barrera de los cien años, desde que se convirtió en la persona más longeva del mundo, Branyas ha acaparado la atención del mundo entero: «Buenos días, Maria! Qué placer conocerte a ti y a tu historia. Felicidades por tus 116 años. Besos desde Santa Catarina, Brasil», «¡Feliz cumpleaños a María Branyas Morera, la persona más longeva del mundo, que hoy cumplió 116 años!», le escribía la revista científica Aging Science.
«La señora María Branyas nació justo al día siguiente de que el Orfeó Català hiciera la primera actuación en un Palau de la Música todavía en obras (3 de marzo de 1907), y cuando Gaudí apenas había terminado el dragón del Park Güell. ¡Felicidades y por muchos años más!«, recuerda un perfil sobre efemérides.
«Felicidades, señora Branyas!! ¡Usted no es vieja, usted es bella porque es catalana y la mujer más grande del mundo! 116 años. Yo tengo 66, todavía me quedan unos cuantos por llegar», le escribía otro seguidor.
Una vida tranquila y sin remordimientos
Hija de un periodista de Pamplona que fue responsable de la revista americana Mercurio y de una publicación barcelonesa, María Branyas nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco (Estados Unidos), donde su padre había ido por trabajo después de pasar una temporada en México. Tras un largo periplo por Nueva Orleans y por las localidades catalanas de Barcelona, Banyoles, Girona, Calonge i Sant Antoni y Palol de Revardit, desde hace más de dos décadas vive en la residencia Santa María del Tura de Olot, donde tenía una amiga y prima de su marido.
Branyas ha conseguido vivir 30 años más que la media de esperanza de vida de las mujeres en España, y eso ha sido gracias a sus hábitos y estilo de vida que le llevan acompañando desde que es pequeña.
A través de sus redes sociales, los familiares de la mujer comparten por ella, algunos detalles de su vida, entre ellos el mencionado anteriormente: el secreto de su longevidad. «Siempre he comido poco, pero de todo, nunca me he puesto a régimen».
Y sin duda uno de los alimentos que nunca falla en su dieta es el yogur o «maná celestial» como ella lo llama. «En un momento en el que surgen dietas y alimentos milagro», es hora de retacarlo, según la centenaria.
«No he sufrido nunca ninguna enfermedad ni he pasado por un quirófano«, asegura. Aunque lo cierto es que ella misma cree que seguir cumpliendo años es simplemente una cuestión de «suerte» y «buena genética».
Aun así, la tranquilidad, la conexión con la familia y los amigos, el contacto con la naturaleza o la estabilidad emocional, son algunos de los factores que ella cree que pueden influir en su buen estado de salud: «Sin preocupaciones, sin remordimientos, mucha positividad y alejados de personas tóxicas».
Tener la conciencia tranquila no es lo único que ha hecho que la catalana haya alcanzado los 116 años de vida, los animales también han tenido algo que ver: «Y con los años, quizás llegue un día que a lo mejor dirán, como Diógenes el Cínico: Cuanto más conozco a la gente, más amo a mi perro», aseguraba la mujer en sus redes sociales.
«La vida no es eterna para nadie… A mi edad, un año nuevo, es un regalo, una humilde celebración, una nueva aventura, un bello viaje, un instante de felicidad. Disfrutamos la vida juntos», pedía la catalana al 2023.