22 Jun Los sénior, un colectivo cada vez más digital: «Una mayoría aplastante está en internet».
Fundación MAPFRE organiza el debate ‘Los séniors frente a la brecha digital’.
La gran mayoría de los sénior ya son digitales. Siete de cada 10 utilizan internet para conectar con otras personas, operar con su banco o buscar información, entre otras acciones, según el III Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics) de Fundación MAPFRE (@fmapfre) en colaboración con Google (@Google).
Y es que, desde 2017, el número de mayores de 55 años que navega por la web se ha duplicado y alcanza ya los 11 millones, de los cuales el 64% utiliza aplicaciones tan populares como WhatsApp, Facebook (62%), Gmail (57%), Instagram (38%), YouTube (69%) y Google Maps (52%).
Ahora bien, conforme avanza la edad, la brecha digital sigue siendo un problema importante para muchos mayores. Y la principal razón tiene que ver con la velocidad con la que se implantan los nuevos avances y la falta de formación.
Sobre estos temas versó el debate Los sénior frente a la brecha digital, organizado por el Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics) de Fundación MAPFRE (@fmapfre) en la Escuela de Empresarios (@EDEMempresarios) situada en la Marina de Empresas (@marina_empresas) de la ciudad de Valencia.
En el acto, moderado por Iñaki Ortega, profesor y consejero asesor del Centro de Investigación Ageingnomics, participaron Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (@Aebanca), Alberto Granados, presidente de Microsoft España (@MicrosoftES), Tony Paños, director de programas de Alta Dirección en EDEM (@EDEMempresarios) y Vanessa Escrivá, directora corporativa de Tecnología de MAPFRE (@MAPFRE).
En la jornada intervinieron asimismo Hortensia Roig, presidenta de EDEM, y Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics, que aseguró durante su intervención que a pesar de que los sénior utilizan cada vez más la tecnología, la brecha sigue siendo un problema para ciertos colectivos de la sociedad que han tenido que transitar desde lo «analógico» a lo tecnológico.
“Podríamos estar asistiendo a una especie de analfabetismo digital. Los efectos son parecidos a quienes no tenían la capacidad lectora o numérica”, advirtió.
Fernández Palacios pidió tomar en cuenta esta realidad para poder corregirla. “Tenemos que evitar que aparezcan nuevas áreas de exclusión en la sociedad”, aseguró, y puso en valor la capacidad de la «generación sénior» para adaptarse.
Durante el debate, los diferentes ponentes explicaron, cada uno desde el punto de vista de su sector, cómo viven el problema de la brecha digital y la creciente utilización de las tecnologías por parte de los mayores de 55 años.
La directora Corporativa de Tecnología de MAPFRE, Vanessa Escrivá, explicó que desde la empresa ven como una prioridad este problema. Y es que, apuntó, las principales preocupaciones de los sénior en las empresas son tener acceso a las capacidades digitales, estar en los proyectos de las compañías «como uno más», poder ejercer de mentores y, cuando se acercan a la edad de jubilación, que la llegada a este momento sea progresiva. Y por esta razón, MAPFRE creó, entre otras iniciativas, el Proyecto Ageing para aprovechar el talento sin distinción por edad, indicó.
Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca, aseguró que, pese a que «la tecnología nos mejora la vida, las cosas pasan demasiado rápido». Y puso el ejemplo de la Inteligencia Artificial y de cómo muchas personas ya se sienten sobrepasadas por este avance. «Puedo entender que nos cueste», afirmó. Con todo, añadió, “vemos que la relación del colectivo sénior con la banca es heterogénea y que evoluciona muy bien y muy rápido”. “A partir de los 65 años, el 100% tiene su pensión y los recibos domiciliados y casi el 100% posee tarjeta de crédito”, comentó.
Es más, apuntó, su acceso a la banca online, aunque menor que en el resto de franjas de edad, es cada vez más importante. “Nos tenemos que preocupar de los que no llegan, porque no puedan o no quieran, y requieran atención presencial”, apuntó. “A la salida del Covid nos costó adaptarnos y darnos cuenta de que no todo el mundo había estado cómodo con ese nivel de digitalización. El sector lo hizo rápido y vio que debía volver a algún punto de presencia y estableció un protocolo de actuación para ampliar los horarios en caja”, recordó, y aseguró que, actualmente, los niveles de satisfacción «están por encima del 75%». “El 90% de los mayores que usan los canales digitales están satisfechos y consiguen terminar con éxito su operación”, informó.
El presidente de Microsoft España, Alberto Granados, recalcó por su parte la importancia de escuchar a los colectivos vulnerables para adaptar la tecnología a las necesidades de todos. En concreto, afirmó, este aprendizaje les ha servido para dar respuestas más satisfactorias. «Cuanto más te acercas a un colectivo así, mejor es el producto», apostilló, y puso como ejemplos la inclusión de herramientas como «el narrador de Office», la opción de «aumentar la letra» o el difuminador de fondos para Teams, todas ellas pensadas para facilitar tareas a personas con discapacidad en un principio. Actualmente, adelantó, “estamos aplicando IA donde, solo por la voz, ya se sabe si tienes más de 65 años” para ciertos proyectos de atención personalizada.
Tony Paños, director de programas de Alta Dirección en EDEM, relató su experiencia con la formación de altos directivos sénior en los últimos avances digitales. “Hay mucha tecnología que está creciendo muy rápido y que no conocen”, aseguró. “Queremos acercarlas a estos líderes», explicó y destacó que estos perfiles sénior tienen una gran capacidad de interiorizar estos avances y «llevárselos» a sus compañías. “Cuando la tecnología te da competitividad, sería de necios no utilizarla», opinó.
Finalmente, el moderador del debate, el profesor y consejero asesor del Centro de Investigación Ageingnomics, Iñaki Ortega, puso de relieve los importantes avances logrados en los últimos años y trató de desmontar estereotipos sobre los «sénior» y su uso de la «tecnología». “Si miramos al colectivo en total, una mayoría aplastante está en internet”, señaló. Y es que a su parecer el mayor de 50 años de hace 100 años poco tiene que ver con el perfil actual gracias a los avances en salud, a los cambios culturales y al aumento de la esperanza de vida.