17 Sep La doctora Sanfeliú receta ejercicio físico y mental para un envejecimiento saludable
La profesora del Instituto de Investigaciones Biomédicas presenta los últimos trabajos sobre la forma en que la edad afecta al cerebro
FERNANDO DEL BUSTO – LA GRANDA
Las neuronas son las células más conocidas del cerebro. Pero no son las únicas presentes en ese órgano. Dentro del cerebro también aparecen los astrocitos, unas células no neuronales pero cuya presencia resulta fundamental para la propia actividad de las neuronas. Su abanico de funciones va desde la protección de aquellas (su actividad principal), a colaborar en la comunicación del tejido neurológico.
De ahí el interés creciente de la comunidad científica por los astrocitos. Investigadores como la doctora Coral Sanfeliú, del grupo de Envejecimiento y Neurodegeneración del departamento de Isquemia Cerebral y Neurodegeneracion en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas, estudian sus características para frenar y ralentizar el deterioro que se produce en ellos durante el envejecimiento. Fue el motivo de la ponencia que ayer presentó la doctora en el curso de La Granda sobre el envejecimiento.
«La investigación sobre los astrocitos es muy difícil, puesto que sólo se puede hacer en cultivos, no en cerebros vivos. Y a partir de ahí sacar las conclusiones», explicó la profesora.
La conclusión de sus trabajos es que «se puede prolongar la vida útil de los astrocitos», lo que se traduce en una mayor calidad de vida en el proceso de envejecimiento.
«No es una enfermedad»
En ese punto, la ponente hace un alto para explicar su posición en una controversia que afecta a numerosos investigadores: ¿qué es el envejecimiento: una enfermedad que se puede curar o una parte de la vida, donde tan sólo cabe asumirla de la mejor manera?
La profesora Coral Sanfeliú considera que «el envejecimiento no es una enfermedad que se puede curar. Es un proceso dentro de la vida y lo que interesa es alargar la mayor parte del tiempo en que estamos sanos y concentrar las enfermedades en un corto periodo de tiempo, en el final de la vida», comentó.
En este sentido, alargar la vida de los astrocitos equivale a una mayor calidad en la existencia. ¿Cómo? «Una vida saludable se ha demostrado útil: con ejercicio físico de forma moderada, una dieta saludable, actividad mental… Son factores que contribuyen a un envejecimiento sano y disminuyen el riesgo de demencia», explica.
Así, por ejemplo, el interés de las personas mayores en aprender un nuevo idioma o adquirir nuevos conocimientos contribuye a la actividad de los astrocitos y, por lo tanto, alarga su existencia.
A veces, un simple cambio en una rutina diaria aporta más beneficios de los que se piensa. «Si una persona siempre sale a caminar y hace el mismo recorrido de regreso a su casa, un cambio en el itinerario le obliga a un aprendizaje, realiza una actividad cerebral que es saludable», explicó la ponente. La clave se encuentra en recibir estímulos nuevos que mantienen la actividad cerebral.
«El control del estrés, una correcta higiene del sueño, la actividad mental son necesarios para mantener un envejecimiento saludable junto con otros factores, como una dieta equilibrada y realizar actividad física de forma moderada», explicó la científica.
Además, la investigación en los astrocitos también tiene otras aplicaciones, como la búsqueda de tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas.
www.elcomercio.es/aviles/201508/13/doctora-sanfeliu-receta-ejercicio-20150813000609-v.html