27 Dic El recuento diario de pasos podría no ser un indicador adecuado de la salud en mayores.
Según un estudio, se debe tener en cuenta también esta variable.
2024. 65Ymás
María Bonillo
El recuento de pasos se ha establecido en diferentes investigaciones como una forma de mejorar la salud, sin embargo, en el caso de las personas mayores, esto podría no ser un indicador adecuado para determinar su salud.
Así lo ha concluido el estudio Andared, un proyecto de investigación financiado por la fundación CSIC que se ha llevado a cabo a lo largo de cuatro años y en el que han participado investigadores de diferentes universidades de España, según recoge en una nota la Universidad de Jaén.
En este estudio, en el que participaron 700 personas de entre 60 y 100 años, se establecieron valores de referencia por edad y sexo de los pasos diarios realizados por personas mayores en España, «algo innovador», según señalan, y se realizaron intervenciones basadas en el entrenamiento de la marcha dual, es decir, marcha con estímulos cognitivos.
Los investigadores observaron que los hombres caminaban más pasos promedio durante una semana (8.919,08) que las mujeres (7.855,46). La edad «tiene un efecto importante en este parámetro», apuntan, explicando que se producía una «reducción significativa» con la misma, pasando de 9.931 pasos en personas de entre 60 y 68 años a 4.659 en personas mayores de 80 años, edad que se considera como «un punto crítico del envejecimiento».
Con la edad también se producía un aumento de la variabilidad de los pasos, pasando de un coeficiente de variación (CV) del 38.68% al 71.40% en las personas de entre 60 y 68 años y los mayores de 80 años, respectivamente, lo cual «se ve influenciado por el mayor nivel de comorbilidad manifestado con la edad», indican.
Por su parte, señalan que el perfil semanal de pasos diarios es muy similar, independientemente de la edad y el sexo. Con todo, lo más destacado, indican, es que «se observan correlaciones modestas o bajas entre los pasos diarios y diversos resultados de salud en todos los grupos de edad, siendo la variable intensidad de la actividad física diaria la que podría tener el mayor poder explicativo en las mejoras de los parámetros de salud«.
En este sentido, Pedro Ángel Latorre Román, investigador principal es el catedrático de la Universidad de Jaén, explica que «los pasos diarios son una métrica limitada para determinar el estado de salud de las personas, por lo que es esencial complementar el estudio de los pasos diarios con el de la intensidad de la marcha para determinar adecuadamente sus efectos sobre la salud de las personas mayores».
«Caminar es el recurso más sencillo, barato y universal y desde una perspectiva de salud pública, se recomienda a las personas mayores para promover su salud», indica. Sin embargo, afirma que «ya no será suficiente con indicar, desde el sector sanitario, que usted ande. En este proyecto hemos definido los criterios esenciales de prescripción de la marcha para la promoción de la salud de las personas adultas y mayores. El aumento del tiempo dedicado a caminar debería contribuir tanto a reducir los comportamientos sedentarios como a aumentar tanto la actividad física de intensidad ligera como la actividad física moderada e intensa, en este caso, el fin de semana, debería ser une escenario propicio para este tipo de actuaciones.