09 Oct «El ejercicio físico es determinante en procesos cognitivos como la atención, la memoria o la concentración».
Ainara Bernal es cogerente del Ilustre Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de Andalucía.
Carlota Fominaya 28/09/2023
Sabemos que la práctica deportiva es la mejor medicina. La ganancia se constata a todos los niveles. Hoy en día, apunta la doctora Ainara Bernal García, cogerente y directora técnica del Ilustre Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de Andalucía (COLEF), «ya se habla de los beneficios físicos, mentales y sociales que conlleva para la salud durante la infancia«.
En lo que a físico respecta, explica Bernal, «se ha revelado que mayores niveles de actividad física se vinculan a una mejor composición corporal, mejora de la capacidad cardiorrespiratoria, mayor densidad mineral ósea y una sensibilidad a la insulina más elevada. Por otro lado, a nivel cognitivo y mental, seguir un estilo de vida activo ayuda a disminuir los estados de ansiedad y estrés, mejora la autoestima o la capacidad de atención«.
Menos conocida es la relación con el aspecto académico pero por fortuna, advierte esta experta, «en los últimos años hay una tendencia científica que ha centrado su interés en conocer si hay y cuál es la relación existente entre deporte y rendimiento escolar, encontrándose en diferentes estudios una correspondencia estrecha y positiva entre ambos factores».
Por el impacto que está tenido en la sociedad actual, esta experta considera necesario poner especial énfasis en la obesidad y los riesgos cardiovasculares asociados, no siendo estas las únicas manifestaciones de peligro de la enfermedad. Según los últimos estudios nacionales (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Ministerio de Consumo) e internacionales (Organización Mundial de la Salud), la prevalencia de obesidad en menores de 18 años es del 17,3% y 23,3% de sobrepeso y del 16% y 37,6% en adultos.
Todo esto posiciona a España como el tercer país europeo con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad. No debemos alejarnos de datos que concluyen que el sobrepeso y la obesidad se han convertido en uno de los principales factores de riesgo de muerte en el mundo y que, además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la de cardiopatía isquémica y entre el 7 y el 41% de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.
Aunque es bien conocido por todos, es necesario seguir recordando que esta enfermedad viene provocada, en la mayoría de los casos, por el sedentarismo, la inactividad y los malos hábitos alimentarios.
En este sentido, ¿influyen todos los deportes de la misma manera? ¿Qué tipo de actividades físicas recomendaría a los más pequeños?
Claramente no, no todas las actividades deportivas tienen la misma repercusión sobre la salud en su concepto más global. Las recomendaciones van a depender de muchos factores personales, no solo de su estado de salud sino de gustos, motivaciones y factores contextuales. No obstante, aunque sería importante en todas las etapas, no podemos olvidar fomentar la práctica deportiva a través del juego en la infancia.
Si recurrimos a las recomendaciones generales que maraca la OMS, estamos hablando de que esta debería favorecer al menos un promedio de 60 minutos al día de actividades físicas de moderadas a intensas, principalmente aeróbicas. A lo largo de la semana también se deberían incorporar actividades aeróbicas intensas, así como aquellas que fortalecen los músculos y los huesos, al menos tres días a la semana. La única manera de poder garantizar esto es a través de las sesiones de Educación Física, incrementando hasta en 1 hora diaria las sesiones de esta materia en todos los niveles educativos. Esta sería la iniciativa educativa más efectiva. A partir de esto, una mayor carga de actividad física puede ofrecer beneficios adicionales para la salud. Me atrevería a concluir diciendo que lo más importante para los pequeños es que la actividad sea regular y a través del juego para generar adherencia a la práctica.
¿Qué aspectos cognitivos se ven reforzados con el ejercicio?
Como comentábamos, cada vez son más numerosas las investigaciones que concluyen señalando la actividad y ejercicio físico como elementos determinantes en los procesos cognitivos como la atención, la memoria o la concentración, guardando éstos importante vinculación con el rendimiento académico. Esto se debe a que la práctica deportiva produce profundos cambios funcionales y estructurales en el sistema nervioso, y en el cerebro en particular. Además, la actividad física en edades tempranas asegura una buena salud cognitiva en etapas posteriores de la vida. De ahí la importancia de que la Educación Física esté presente en todas las etapas educativas y aumente su carga lectiva hasta alcanzar la hora diaria, garantizando así el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS.
¿Cómo afecta la práctica deportiva a los menores de cara a reforzar sus relaciones sociales?
El deporte comporta grandes beneficios: en el desarrollo y la estabilidad personal y en las habilidades sociales, de hecho, es un importante elemento socializador.
La práctica deportiva favorece el cumplimiento de normas, valorando y trabajando en equipo, integrándose y asumiendo responsabilidades, aprendiendo a escuchar no solo a su entrenador sino a sus compañeros. Además, se reduce la tendencia a desarrollar rasgos agresivos. Todo esto serán herramientas que ayudarán al individuo a relacionarse en sociedad. No podemos olvidarnos de que los escenarios y contextos deportivos deben ser los adecuados para facilitar la adquisición de estas habilidades
¿La práctica de determinados deportes influye de forma diferente en el desarrollo mental? (Por ejemplo, si un niño está acostumbrado a jugar deportes de equipo, ¿le ayudará a trabajar en dinámicas grupales?)
Efectivamente, parece que los últimos estudios observan implicaciones diferentes dependiendo de la práctica deportiva que se realice. Alguna de estas aportaciones mostró que la memoria verbal a corto plazo mejora solamente con los juegos de equipo, mientras que la memoria a largo plazo mejora tanto después del ejercicio en circuito como con los juegos de equipo.
No obstante, no pensemos que los deportes individuales implican entrenamientos aislados. Se pueden y se generan dinámicas grupales que favorecen las adquisición y desarrollo de habilidades sociales y de trabajo en equipo.
¿A más deporte mejor rendimiento cognitivo y académico?
Bueno, yo no haría esa afirmación. Las cargas deben ser las adecuadas. Mantener un exceso a lo largo del tiempo puede suponer un agotamiento físico y mental que puede afectar negativamente. Además de que las cargas sean adecuadas, los estudios muestran que la magnitud de este efecto, mejora de la función cognitiva y su repercusión en el rendimiento académico, puede variar de forma significativa dependiendo de aspectos como el tipo de ejercicio realizado.
Parece que existe relación entre tipos de ejercicio físico y funciones cognitivas concretas, de manera que el ejercicio cardiovascular sería el que más beneficios reporta a nivel cognitivo para los niños. Existe una evidencia sólida de que las funciones ejecutivas y de control, que se gestionan principalmente desde zonas frontales del cerebro, son posiblemente las más susceptibles de mejorar con el ejercicio cardiovascular. Recientemente, estudios que emanan de investigadores de la Universidad de Granada han demostrado que los escolares que hacen ejercicio son más inteligentes y rinden más académicamente.
En una etapa de crecimiento y desarrollo cognitivo y cerebral como es la niñez, el ejercicio físico practicado de forma regular mejora la inteligencia a nivel general, y especialmente la inteligencia cristalizada, que es el tipo de inteligencia asociada con el vocabulario verbal y conocimiento adquirido a lo largo de la vida en contexto escolar y fuera de él. Se mejora de forma significativa la flexibilidad cognitiva, que es la habilidad mental que tiene una persona de adaptarse a tareas o reglas cambiantes, mantener múltiples conceptos simultáneamente y cambiar la atención entre diferentes tareas. Esto conlleva una mejora en el rendimiento académico general, siendo especialmente las matemáticas y la resolución de problemas, las capacidades más potenciadas. En cualquier caso, como padres y madres tenemos motivos más que suficientes para impulsar y favorecer que nuestros niños y niñas salgan a la calle a jugar y hacer lo posible para que nuestros adolescentes no abandonen las buenas prácticas deportivas para que sean adultos sanos. Me gustaría concluir diciendo que, debido a las implicaciones que el deporte tiene en la salud, debemos preocuparnos por que los profesionales encargados de estar al frente de equipos y actividades deportivas estén lo suficientemente cualificados y capacitados para tan importante misión.
¿Qué papel desempeñan padres y entrenadores? ¿Cómo pueden contribuir a que el impacto de la actividad física en la infancia sea el mejor posible?
Los padres y entrenadores son actores principales en la generación de escenarios adecuados que minimicen los posibles efectos negativos asociadas a las prácticas deportivas y que, por el contrario, sean potenciadores de las positivas. Los padres y madres son los primeros modelos de referencia para los niños. Se ha constatado que los niños que perciben que sus padres practican deporte son aquellos que son físicamente más activos. Por lo tanto, tienen un papel fundamental en el fomento de la actividad deportiva y, en general, ejercen una gran influencia sobre los menores. Aunque parezca obvio, es muy importante que los padres tomen conciencia de esto para que tanto sus actitudes como sus acciones, sabiendo de la repercusión en sus hijos, sean favorecedoras. Deben ser acompañantes y reforzar el compromiso que se adquiere con la práctica deportiva, ser un agente que aporte equilibrio emocional y, en general, un estímulo positivo que tenga como premisa el respeto en su concepción más amplia. Y algo muy importante, que puede ser igual de obvio que lo anterior pero que se olvida con demasiada frecuencia, ni son ni tienen que asumir el rol del técnico o del entrenador. Por su parte, también los entrenadores son figuras de referencia. En este punto, me gustaría hacer un especial énfasis en la formación y profesionalización de estos.
Juegan un rol muy importante que transciende lo meramente deportivo y traspasa a lo educativo y su papel influye en el desarrollo integral del niño, por lo que me parece tremendamente peligroso dejarlo en manos de personal no cualificado. La actuación de padres y entrenadores pueden conducir a la generación de buenas experiencias que favorezca la adhesión al deporte o todo lo contrario y provocar el abandono.
El deporte es un instrumento muy poderoso de aprendizaje de valores como la justicia, la lealtad, la superación, la convivencia, el respeto, el compañerismo, el trabajo en equipo, la disciplina, la responsabilidad, la tolerancia. Todo esto dotará a los jóvenes de herramientas para afrontar situaciones propias de la vida. Por lo tanto, todos los agentes implicados en el deporte deben ir alineados para generar escenarios que favorezcan este crecimiento rico y sano.
¿Qué iniciativas deberían poner en marcha las instituciones administrativas? ¿Y las educativas?
Es fundamental que se generen iniciativas tanto públicas como privas que favorezcan la práctica deportiva orientada a la mejora y mantenimiento de la salud desde las edades más tempranas. Como referencia, tenemos la iniciativa educativa-deportiva de Copa COVAP, que año tras año fomenta entre los más jóvenes hábitos de vida saludable: práctica deportiva y alimentación saludable, estableciendo así los pilares para el desarrollo de un entorno saludable desde la diversión.
Desde la administración pública señalaría dos diferentes. Una primera que emanaría desde Educación y que supondría el poder garantizar la práctica de ejercicio físico mínimo recomendado para un buen estado de salud, además de la contribución que a través de esta materia se hace en el desarrollo integral del alumnado, y que sería el incremento de horas de Educación Física hasta una sesión al día.
Por otro lado, una iniciativa que va a ser una realidad en breve, pues, antes de que finalice este año debe estar ejecutándose el Plan, es la vinculación o relación directa y efectiva entre la Salud y Deporte. Se está desarrollando en Andalucía el Plan Andaluz de Prescripción de Actividad y Ejercicio Físico, a través del cual se pretende contribuir a la universalización de la práctica de actividad y ejercicio físico mejorando la coordinación entre los sistemas de salud y deportivo, que culmine con la creación de unas Unidades Activas de Ejercicio Físico (UEAF), implementando un sistema de prescripción, derivación y seguimiento y a través de la formación e investigación. Su misión es contribuir a mejorar la salud y el bienestar de la población andaluza, frente al sedentarismo y la inactividad física, mediante la puesta en marcha de medidas intersectoriales. Es decir, entre otras intervenciones, desde la Atención Primaria Sanitaria se podrá derivar a estas UAEF a personas que, debido a una serie de factores de riesgo, deban realizar una práctica deportiva individualizada y programada por Educadores Físico Deportivos.