El ejercicio aeróbico protege a los mayores de la pérdida de memoria.

El ejercicio aeróbico protege a los mayores de la pérdida de memoria.

Realizar ejercicio de tipo aeróbico de manera habitual puede ayudar a los adultos mayores –de entre 55 y 68 años– a evitar la pérdida de memoria episódica, que es la que recuerda eventos y experiencias personales del pasado.

Natalia Castejón

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Una de las cosas que ocurren cuando envejecemos es que se va mermando nuestra memoria y donde primero se manifiesta es en la dificultad para recordar eventos y experiencias personales pasadas, es decir, una reducción de la memoria episódica. Ahora, una revisión de estudios ha encontrado que realizar ejercicio aeróbico podría ayudar a retrasar este proceso natural.

La investigación, que se ha publicado en la revista Communications Medicine, analizó 1.279 estudios de los cuales 36 cumplían con los criterios específicos que se buscaban: una relación entre la memoria y el ejercicio aeróbico en los adultos mayores. El estudio se llevó a cabo por psicólogos de la University of Pittsburgh (EE.UU.) y fue posible gracias a un software especializado que permitió organizar todos los datos y ponerlos en común para sacar conclusiones.

El objetivo de los autores del estudio era responder a las preguntas que prácticamente todo el mundo se hace sobre el ejercicio, y es que todos sabemos que es beneficioso para la salud física y mental, pero tenemos dudas sobre la cantidad que hay que hacer, cuándo se debe practicar, o el tipo de actividad más recomendable.

Una manera fácil de evitar el deterioro de la memoria

“Según nuestro estudio, parece que hacer ejercicio unas tres veces por semana durante al menos cuatro meses es lo que se necesita para obtener los beneficios en la memoria episódica”, ha explicado Sarah Aghjayan, principal investigadora del trabajo. El tipo de ejercicio que se analizó fue el aeróbico, pues se sabe que es el que más activa el corazón y el que tiene mayores beneficios para la salud del cerebro.

Con los datos de los casi 3.000 participantes de los estudios, pudieron comprobar que las mayores mejoras en la memoria ocurrieron en las personas de entre 55 y 68 años, en comparación con las de entre 69 y 85. Esto indica que la intervención temprana en la lucha contra la pérdida de la memoria aporta mayores beneficios, por lo que lo mejor es empezar a practicar ejercicio a edades tempranas.

También se observó que los beneficios más destacados se produjeron en los participantes que todavía no habían mostrado ningún síntoma de deterioro cognitivo, así como en aquellos que dedicaban varios días a la semana a hacer ejercicio. Llama la atención que con los estudios por separado no se pudo demostrar el vínculo entre el ejercicio y la memoria episódica, pero con el conjunto de los 36 sí fue posible.

Sin embargo, este análisis no pudo responder a cómo la intensidad del ejercicio afecta a los beneficios de la memoria, y es necesario investigar mucho más para desentrañar este vínculo. Aun así, las implicaciones de esta relación en la salud pública son claras, expone Aghjayan, pues el ejercicio parece ser una forma accesible con que los adultos mayores podrían evitar el deterioro de la memoria, beneficiándose a sí mismos, a sus cuidadores y al sistema de atención médica.