Del portal a la parada del bus

Del portal a la parada del bus

* La incapacidad para caminar o conducir aumenta el riesgo de muerte
* Los factores de riesgo que amenazan la movilidad se pueden controlar

Cristina de Martos | Madrid

Poder caminar sin ayuda del portal de casa a la parada del autobús es una ‘sencilla’ actividad, pero cuando se trata de personas mayores, el gesto, además de algo más costoso, puede ser la diferencia entre tener una vida social y rica o una de aislamiento y soledad. Una investigación apunta ahora cuáles son las causas más frecuentes de la pérdida o la dificultad de movilidad en la última etapa de la vida.

«La discapacidad a largo plazo para la movilidad comunitaria es el resultado de una combinación de factores predisponentes, que hacen al individuo más vulnerable, y enfermedades o lesiones, que actúan como desencadenantes». Ésta es la principal conclusión del estudio, publicado en ‘Annals of Internal Medicine’, que ha realizado un seguimiento de 12 años a 641 mayores de 70 años.

A lo largo de ese periodo, el 50% de los participantes pasó de no tener problemas para desplazarse a ser incapaz de caminar 400 metros o de conducir -las dos variables analizadas-. Esto «no sólo lleva a una menor calidad de vida sino que la invalidez prolongada provoca más tasas de enfermedad, muerte, depresión y aislamiento social», como apunta el principal autor, Thomas Gill, Catedrático de Geriatría de la Universidad de Yale (EEUU).

La buena noticia es que muchos de los factores predisponentes y desencadenantes identificados por Gill y sus colegas se pueden prevenir o modificar. La baja actividad física, las alteraciones cognitivas y el funcionamiento deficiente de las extremidades inferiores (los tres factores de riesgo más importantes) se pueden cambiar teniendo, como recomiendan las autoridades sanitarias,un envejecimiento activo.

También se pueden prevenir «muchos de los eventos mediadores, incluidas las caídas, los infartos, la insuficiencia cardiaca, el ictus y la artritis», recuerda el trabajo. Aumentar la actividad física, mejorar la dieta, evitar hábitos como fumar o beber alcohol ayuda a que lo mayores de 70 años se mantengan sanos y con una movilidad adecuada, que les permita llevar una vida activa.

Las intervenciones para alcanzar estas metas se deben realizar ‘a priori’ ya que la capacidad de recuperación de los mayores es muy pequeña, con tasas del 2,2% en la conducción y del 3,1% en los desplazamientos a pie, según este estudio. «Hemos aprendido -resume Gill- que necesitamos estrategias para prevenir la discapacidad entre las personas mayores que viven de forma independiente en la comunidad».

Lograr que un porcentaje elevado de esta población tenga una vida activa e independiente durante el mayor tiempo posible es además una forma de ahorrar dinero, en estos tiempos de crisis en los que la Sanidad se encuentra en el punto de mira.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/01/16/noticias/1326735867.html



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