02 Dic Decálogo para el bienestar físico, emocional y nutricional.
Pautas para mantener el equilibrio físico, emocional y nutricional y así mantener una buena salud.
Rosa Boch
Cuando decimos que una buena alimentación es la base para llevar una vida sana no estamos descubriendo nada nuevo. Si a ello le añadimos el contexto actual que vivimos por la pandemia y el semiconfinamiento, la necesidad de mantener una dieta sana y equilibrada se hace aún más evidente para extremar al máximo nuestra salud física emocional y nutricional.
Desde diferentes entidades sanitarias como son la Fundación Española de la Nutrición (FEN) (@FENnutricion), la Fundación Española del Corazón (FEC) (@cuidarcorazon), la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) (@SENC_RENC) y el Grupo de Gastronomía Científica con la ayuda de la plataforma Qcom.es (@qcom_es), han impulsado el proyecto Nueva Vida Alimentaria (NVA) con el objetivo de ayudar a la población a mejorar su bienestar, especialmente ahora en plena pandemia, a través de una buena alimentación. El proyecto, sin ánimo de lucro está abierto a todas aquellas empresas, instituciones y asociaciones que quieran colaborar en mejorar la alimentación de la sociedad.
Dentro de esta iniciativa han elaborado un decálogo para ayudar a mantener y mejorar la salud física, emocional y nutricional.
1.- La nutrición y la dieta son la base para promover la salud y la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles como pueden ser las enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
2.- Hablamos de la importancia de la alimentación en todo su conjunto: calidad, cantidad, horarios y técnicas culinarias entre otras, enfocadas a poner en práctica una alimentación saludable, sostenible, comprometida con la sociedad y agradable.
3.- Es necesario mejorar la organización del proceso de alimentación teniendo en cuenta varios factores:
- Elección responsable de los alimentos
- Tiendas
- Preparación de los alimentos
- Cocinado
- Conservación
- Higiene y seguridad alimentaria
- Sostenibilidad y reciclaje
4.- Compromiso para dejar los hábitos no saludables, planificar una alimentación que contemple una amplia gama de alimentos frescos, de temporada y de proximidad.
5.- Mantener una dieta saludable basada en el consumo de alimentos según el esquema de calidad, cantidad, horarios y maneras de preparar los alimentos según las necesidades individuales de cada persona y sus preferencias:
- 6 o más porciones diarias de cereales (mejor que sean de grano entero) y patatas en función del grado de actividad física.
- -Entre 2 y 3 raciones diarias de verduras y hortalizas
- -Entre 3 y 4 raciones diarias de fruta
- -Entre 2 y 4 raciones diarias de lácteos no azucarados
- Entre 2 y 3 raciones de alimentos ricos en proteínas, ya sea de carne, pescado, marisco, huevos o legumbres
- Entre 30 y 40 gramos de grasa procedente del aceite de oliva virgen
Es importante moderar el consumo de ciertos alimentos: carnes grasas, rojas y, especialmente, los alimentos procesados, pastelería y bollería, azúcares y bebidas con alto contenido en azúcares añadidos.
Por lo que respecta a los alimentos como las legumbres, frutos secos, pescado, pan integral, huevos y carnes magras o blancas es recomendables consumirlos en días alternos varios días a la semana.
6.- Consumo moderado de bebidas alcohólicas y evitarlas en caso de embarazo, lactancia, infancia, adolescencia, si se toman medicamentos, manejo de cualquier tipo de maquinaria o actividad que requiera precisión y en caso de conducción.
7.- Mantener el cuerpo hidratado ya sea bebiendo agua u otras bebidas y con la ingesta de alimentos ricos en agua, para que el organismo pueda desarrollar sus funciones correctamente.
8.- Realizar ejercicio diario. No se trata de la práctica de un deporte en concreto sino de mantenerse activo, como puede ser un paseo a un ritmo moderado, y ajustar la ingesta de alimentos y bebidas en función de la actividad física que se realice. De esta manera se mantendrá el tono muscular y un peso adecuado.
9.– Fomentar una alimentación sostenible y responsable que:
- Fomenten el consumo de alimentos de proximidad, de temporada, de producción sostenible.
- Alimentos de producción nacional.
- Que reduzcan el uso de plástico de un solo uso y que se puedan reciclar de manera adecuada.
- Reduzcan el derroche de los alimentos.
- Den apoyo a las personas necesitadas y a las organizaciones sociales en la cobertura de las necesidades alimentarias.
10.- Pensar en la alimentación adecuada como un compromiso personal para ayudar a la activación de la economía mediante:
- El apoyo del proceso “Del origen hasta el plato”.
- Apoyo a la restauración y a la gastronomía saludable en todos sus ámbitos.
- Promoción de nuevas formas de negocio que impliquen una oferta alimentaria saludable (comida a domicilio).