01 Ago Consejos para hacer una caminata rápida efectiva y obtener beneficios para la salud.
Los adultos a partir de los 18 años, según la Organización, deben acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada.
Belén López
La actividad física regular es un importante factor de protección para la prevención y el tratamiento de enfermedades. Además, previene el deterioro cognitivo y los síntomas de la depresión y la ansiedad y ayuda a mantener un peso saludable.
Los adultos a partir de los 18 años, según la OMS, deben acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividades de intensidad moderada y vigorosa. Además, actividades de fortalecimiento muscular de intensidad moderada o más elevada para trabajar todos los grandes grupos musculares dos o más días a la semana.
Basta con ropa cómoda y unas zapatillas adecuadas a cada tipo de persona
Dentro de las actividades físicas aeróbicas recomendadas, se encuentran las caminatas rápidas, que aportan numerosos beneficios para la salud y además no requieren material específico. Basta con ropa cómoda y unas zapatillas adecuadas a cada tipo de persona. En este sentido, es conveniente utilizar un calzado específico, con una talla más del número habitual de pie. Debe permitir una correcta transpiración, resultar cómodas y no ser demasiado pesada. Sería bueno acudir a un podólogo para consultar el tipo de pisada y así comprar las que más se adapten.
Para determinar qué es una caminata rápida, hay que tener en cuenta que es aquella que supone un esfuerzo para nuestro corazón y pulmones un esfuerzo, pero no excesivamente vigorosa, porque si no no se podría mantener un tiempo determinado.
Teniendo en cuenta la frecuencia cardiaca de un adulto, se consideraría caminata rápida cuando llega a entre el 60 y 80% de su máxima, que se calcula restando la edad a 220 generalmente. Otra forma de considerarla rápida es mediante los pasos: no menos de 100 por minuto. O simplemente teniendo en cuenta que nos deje respirar al andar pero que cueste hablar, por ejemplo.
En cuanto a los beneficios concretos que aporta caminar rápido y el ejercicio en general según la OMS, en los adultos y los adultos mayores, son los siguientes:
Beneficios
1 Reduce la mortalidad por cualquier causa.
2 Reduce la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
3 Disminuye los incidentes de hipertensión.
4 Reduce el riesgo de padecer los cánceres de vejiga, mama, colon, endometrio, adenocarcinoma esofágico y cánceres gástricos y renales)
5 Disminuye la probabilidad de padecer diabetes tipo 2.
6 Previene las roturas de huesos por caídas.