05 Oct Richard Ford estudia sus libros «como si fuera un examen» después de escribirlos.
Al preguntarle si mantiene la motivación por escribir después tantos años, ha respondido que sí.
65Ymás
El escritor estadounidense Richard Ford ha hablado este jueves de la responsabilidad de un escritor al transmitir a sus lectores aquello que sabe, por lo que intenta ofrecer «el mejor lenguaje posible» en sus novelas, según informa Europa Press.
En un debate telemático con el escritor catalán Borja Bagunyà organizado por el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), Ford ha asegurado que el uso de la palabra adecuada en cada momento «inspira» todas sus novelas.
El autor de la serie dedicada al personaje de ficción Frank Bascombe –El cronista de deportes (Empúries y Anagrama), Acción de Gracias (Empúries y Anagrama) y Francamente, Frank (Empúries i Anagrama)– ha previsto que la próxima edición llegue esta Navidad.
Ford quiere que sus libros sean tristes y divertidos a la vez y lo ha vinculado con su próxima novela, a la que le quedan unas 20.000 palabras: «Espero que sea divertido, porque, si no, será el más triste que habréis leído nunca«.
También ha subrayado la importancia que tiene para él vaciarse en cada libro: «Cuando escribo una novela pienso que fracaso si al final no he dicho todo lo que creo que es importante«.
Su rutina de trabajo
Al preguntarle si mantiene la motivación por escribir después tantos años de trayectoria, ha respondido que sí: aunque han cambiado muchas cosas desde que empezó a escribir, en 1982, él mantiene la rutina para elaborar sus obras.
Ha detallado que dedica un año entero en planificar un libro tomando notas y recopilando materia prima que quiere incluir, y después lo estudia «como si fuera un examen» para identificar el hilo conductor de la obra.
La política en EE.UU
El escritor ha explicado que «la política empieza a operar en un entorno aparentemente no político», tanto en las relaciones humanas de cada persona como en sus inquietudes y sueños.
Ford ha criticado que en Estados Unidos nadie quiere hablar de política, que su Constitución se aprobó pensando en un gobierno que no molestase y que lo único que hay son «shows televisivos».
