«Los ancianos pueden ser válidos en el empleo»

«Los ancianos pueden ser válidos en el empleo»

ENTREVISTA: JOHN BEARD Médico y experto en envejecimiento activo de la OMS
San Sebastián – 25/10/2010

El director de la Red de Ciudades Amigables con la Edad de la OMS, John Beard, está convencido de que favorecer el envejecimiento activo resulta clave en una sociedad con una tasa de natalidad cada vez menor y en la que los avances científicos han aumentado la esperanza de vida en varios años. Por ello, desde su posición se afana en transmitir los beneficios comunitarios relacionados con las personas mayores. Ha estado en San Sebastián, invitado por la oficina de Estrategia del Ayuntamiento donostiarra.

Pregunta. ¿Cómo envejecer activamente?

Respuesta. Una persona activa se compromete e involucra más en todos los temas de la sociedad. Y eso repercute en su salud física y mental. Existen muchas formas de potenciar ese envejecimiento activo. Por ejemplo, el transporte debe permitir a los ancianos ir adonde necesiten y esos lugares deben ser accesibles. Además, tienen que vivir con seguridad en sus comunidades y sin sentirse marginados. Es importante estudiar cómo ayudar a esas personas para que sigan estando en conexión con la sociedad, garantizar que ellos también puedan contribuir con sus sugerencias para tomar decisiones.

P. ¿Envejecemos cada vez peor?

R. Si viviéramos más años, pero más enfermos, necesitaríamos un montón de servicios sociales y de salud; pero vivimos más años y con más salud, lo cual implica que tenemos que cambiar nuestra manera de ver la vida. Cuando nací, pensaba que dejaría de trabajar con 60 años, me jubilaría y, aproximadamente a los 70, me moriría. Pero ahora no. Ya no tenemos tan claro cuándo falleceremos y tengo claro que no quiero pasarme 40 años viendo la tele. Por ello, tenemos que planificar la vida de una manera diferente.

P. ¿De qué manera?

R. Está claro que, si voy a seguir contribuyendo a la sociedad, no va a ser de la misma manera, tiene que ser mucho más flexible. El problema es que la gente no ha alcanzado el grado suficiente de flexibilidad para que las personas mayores sigan contribuyendo.

P. ¿Cuáles son los beneficios comunitarios relacionados con las personas mayores?

R. Los ancianos representan un recurso humano que tiene sabiduría, experiencia y muchísimas habilidades a desarrollar. Muchas veces parece que cuando cumplimos cierta edad nos convertimos en otra cosa y se nos debe arrinconar. Sin embargo, la gente mayor puede ser un recurso sumamente válido en la comunidad, en la familia y en el empleo. Pero, si queremos aprovechar ese recurso, tenemos que crear fórmulas innovadoras y flexibles. No se trata de obligar a nadie a que siga contribuyendo, pero sí que habría que darles la oportunidad de que lo hagan, ya sea haciendo trabajo de voluntariado o haciéndose cargo de los pequeños en las familias. La sociedad tiene que comprender que son personas que pueden seguir evolucionando y aprendiendo métodos.

P. ¿Cómo valora la reforma de las pensiones de Francia?

R. Lo que está ocurriendo en Francia no sólo les atañe a ellos. Es un fenómeno global de transición de las sociedades muy dramático. Incluso en China, donde se experimentan las tasas de envejecimiento más altas, se enfrentan al mismo dilema. El problema de Francia es que no se están planteando la pregunta correcta. La cuestión no es a partir de qué edad tenemos que beneficiarnos de jubilaciones o pensiones, sino cómo reestructurar la sociedad de forma que esas personas, si lo desean, puedan seguir trabajando. Esa es una pregunta muy importante también para España.

P. ¿Por qué motivo?

R. España es uno de los países que más rápido está envejeciendo, incluso más que Estados Unidos. Es clave saber cómo vamos a replantearnos esta tesitura. Debemos desechar esa idea según la cual pasamos de una edad mediana a una vejez que nos incapacita. Hay que tener una idea de conjunto de ese proceso vital.

P. ¿Cómo puede repercutir la inmigración en la tasa de envejecimiento?

R. Hemos constatado que EE UU no está envejeciendo al mismo ritmo que otros países porque hay una inmigración masiva de gente joven. Lo que pasa es que en los países de los que vienen, especialmente si es gente especializada, se pierden las capacidades de esas personas. Los inmigrantes se enfrentan al problema de que, si envejecen en las sociedades a las que han ido, tienen problemas para acceder a las ayudas sociales que habitualmente tendrían en su país natal. En ese momento, se sienten perdidos porque no saben si volver o quedarse. La inmigración es inevitable porque estamos en una economía global, pero tenemos que saber manejarla y acogerla.

John Beard
El médico John Beard (Adelaida, 1955) se ha centrado a lo largo de su carrera en definir los factores sociales que influyen en la salud de los adultos. Pionero en el estudio del medioambiente urbano como factor clave en la discapacidad de los ancianos, inició un proyecto para evitar las caídas de las personas mayores. Actualmente, dirige el departamento de Envejecimiento Activo de la OMS.

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