01 Nov Sacar partido a la generación de la arruga
El Plan gallego de Personas Mayores 2010-2013 dará voz a las generaciones más veteranas para convertirlas en sujetos diligentes socialmente. El objetivo, promover el envejecimiento activo y la reinserción social de un sector olvidado por muchos.
Día 03/10/2010
En la Comunidad gallega hay 612.000 mayores. Se trata de personas que superan los 65 años y que se han visto sorprendidas por una grave crisis económica en la que algunos describen como la edad dorada de la vida. La mayoría residen en zonas rurales, sobre todo de las provincias del interior, aunque las dificultades derivadas del complejo momento económico no pasan de largo por ellos. Los ajustes presupuestarios de los últimos tiempos amenazan con afectar gravemente a los servicios sociales más básicos y, ante tal perspectiva, el gobierno gallego ha optado por blindar unas prestaciones que considera intocables. La idea de base fue formulada por el presidente de la Xunta en el último Consello de Gobierno, el pasado viernes. «A los mayores les debemos nuestro bienestar y por eso no pueden convertirse en los paganos de la crisis».
Las estadísticas apuntan que dos de cada diez gallegos forman parte de la llamada tercera edad y, según los expertos, este porcentaje se incrementará en las próximas décadas. En concreto, el Instituto Gallego de Estadística vaticina que a mediados de siglo Galicia habrá perdido un millón de habitantes debido al progresivo envejecimiento de su población y al aumento de la esperanza de vida, que ronda los 85 años para los varones y los sobrepasa en las mujeres.
Ante este panorama, desde la Xunta han decidido proteger a sus mayores y, al mismo tiempo, dar ejemplo al resto de comunidades. Y es que la pirámide de población de la Comunidad es la tercera más avejentada del país, por detrás de Castilla y León y Asturias. Para optimizar el resultado de estos trabajos, los representantes de la consellería de Bienestar se reunieron con los protagonistas del plan para llegar a un acuerdo consensuado y que —aún ajustado al escenario de restricción— cubra sus necesidades. Se trataba, como apuntó el máximo mandatario, de acertar en lo tocante a unas políticas primordiales para cualquier sociedad desarrollada.
El Plan gallego de Personas Mayores 2010-2013 consta de 69 medidas encaminadas a mejorar la calidad de vida de este sector. Favorecer su autonomía, aproximarlos al mundo de las nuevas tecnologías o aprovechar su experiencia laboral son algunas de las claves. De esta última idea surgió, precisamente, un programa de «mentorazgo» a través del que los nuevos emprendedores se podrán beneficiar de los conocimientos laborales de mayores con una larga trayectoria profesional.
Los miembros de las principales asociaciones en apoyo de la tercera edad respaldan la idea. En la misma línea se enmarca la creación de un banco de voluntarios a través del que aquellos que dejaron atrás los 65 puedan contribuir a mejorar el día a día de sus conciudadanos con la cesión de parte de sus horas libres. De este modo, los mayores desafiarán a la temida soledad al mismo tiempo que se convierten en un potencial económico y social hasta el momento desaprovechado.
300.000 mayores, y solos
La autonomía de los jubilados es otro de los pilares de esta iniciativa, y para promoverla se han aprobado numerosas medidas encauzadas a propiciar que éstos sigan viviendo en su hogar sin que ello suponga una merma en su calidad de vida.
Según los estudios, un 85 por ciento de los mayores son reacios a abandonar su domicilio y su entorno, por lo que la solución pasa por llevar las máximas comodidades hasta la puerta de casa. Actuaciones como el servicio «Xantar na casa» están enfocadas en esta dirección, y el balance desde su puesta en marcha reafirma el éxito de acciones de esta naturaleza.
Así, la existencia de servicios como el de teleasistencia o el de desplazamiento sanitario —que el nuevo plan respalda— suponen una garantía para aquellos mayores que viven solos y que, en muchas ocasiones, padecen patologías que necesitan de cuidados médicos continuados. Los últimos datos confirman esta realidad. Uno de cada cinco hogares gallegos está compuesto por una sola persona de más de 65 años, o lo que es lo mismo, más de 350.000 mayores viven sin ningún tipo de compañía. Además, esta circunstancia acostumbra a coincidir con las rentas más bajas. Conscientes de esta situación, desde la Xunta han previsto que los pensionistas con menos recursos cuenten con ayudas económicas para equipar y amueblar sus viviendas, entre otras. Al margen de cubrir las necesidades más elementales, el plan 2010-2013 representa una apuesta por el envejecimiento activo.
En este ámbito de actuación se encuadra la redacción de la Ley para las Personas Mayores y la inauguración de una línea de información telefónica que responderá a dudas sobre la administración o las instituciones.
Igualdad
La promoción de la igualdad entre sexos, la prevención de situaciones de riesgo y el acceso a pensiones contributivas para las mujeres que hayan dedicado su vida al marisqueo son algunas de las 69 fórmulas que completan este ambicioso paquete de medidas. Con ellas se da continuidad a unas políticas sociales iniciadas hace dos años y que se plasman en el incremento del número de plazas en residencias y centros de día que en algunos casos —como el de los centros gestionados por el Consorcio— ha sido del 94 por ciento. La cifra de personas que reciben la ayuda de la Ley de Dependencia también ha mejorado. De 14.000 a más de 37.000 según datos oficiales.
Quedan por materializarse todavía medidas como la adaptación del urbanismo de zonas rurales y urbanas a las necesidades físicas de los mayores y la puesta en marcha de planes municipales que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la población más veterana. Sin embargo, la conciencia transversal con la que el plan ha sido diseñado apunta en la dirección correcta, la de concienciar al conjunto de la ciudadanía en pro del cuidado de las generaciones más envejecidas.
www.abc.es/20101003/comunidad-galicia/sacar-partido-generacion-arruga-20101003.html