17 Ene «Viajar no tiene edad»: las 7 claves del turismo sénior.
Según el experto en economía ‘silver’, Juan Carlos Alcaide.
María Bonillo
El potencial del turismo sénior es indiscutible. El perfil de las personas mayores de 55 años ha cambiado con el tiempo, y ahora, por lo general, tienen mejor salud, consumen, tienen poder adquisitivo, hacen deporte, están formados, conectados y tienen tiempo de viajar. Así lo refleja el informe Los sénior, un colectivo injustamente olvidado por las marcas, realizado conjuntamente por 65YMÁS y Comscore, en colaboración con Comunicas.
En este sentido, Juan Carlos Alcaide (@AlcaideJC), CEO de The Silver Economy Company, centro conector de emprendimiento en Silver Economy, ha dado las que considera que son las claves del turismo sénior. «¡Viajar no tiene edad! Hoy os ofrezco una infografía con las que son, a mi juicio, las 7 claves del Turismo Sénior», escribía en su perfil de LinkedIn.
Las 7 claves del turismo sénior
«Salud, bienestar y turismo de salud«, es la primera clave que señala el experto, en concreto, destaca la preferencia por destinos que promuevan la salud y el bienestar y la «popularidad» de spas, retiros de yoga y tratamientos médicos especializados.
Le sigue el «envejecimiento activo y las actividades en destino«, especialmente las actividades físicas y culturales como la visita a museos, el senderismo y el ciclismo.
Los «enfoques intergeneracionales» también tienen una gran importancia en el turismo de este colectivo, a diferencia de lo que muchas veces se piensa, dando así importancia a las actividades que resultan aptas para todas las edades, así como a los viajes con familiares de diferentes edades.
Asimismo, los sénior buscan una «experiencia de cliente empática y personalizada«, es decir, un servicio personalizado y atento. De hecho, muestran preferencia por alojamientos y servicios turísticos que cuentan con trato personal.
El fomento de las «experiencias sociales» es también relevante en este tema, en concreto, el experto destaca la importancia de «tours en grupo, eventos sociales y actividades recreativas», así como un enfoque en la socialización y la diversión compartida.
Las dos últimas claves del turismo sénior que señala son el «aprovechamiento de temporadas bajas«, momento en que se da una mayor flexibilidad para disfrutar de diferentes destinos, y los «servicios y beneficios personalizados«, que resume en «alojamiento accesible, programas de salud y bienestar, actividades culturales y educativas, experiencias gastronómicas personalizadas, tecnología amigable, transporte y movilidad adaptados, seguridad y asistencia sanitaria, paquetes y ofertas especiales»