03 Nov Uno de cada tres niños vive por debajo del umbral de pobreza en España.
España es el tercer país de Europa con mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social infantil, solo por detrás de Rumanía y de Bulgaria.
Público
España es el tercer país de Europa con mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social infantil, solo por detrás de Rumanía y de Bulgaria, y cerca del 40% de los niños y niñas en riesgo de pobreza proceden de familias con empleo, según informa Save the Children.
En España uno de cada tres niños vive por debajo del umbral de pobreza, sufren carencia material severa o viven en hogares con baja intensidad de empleo, señala el informe, que analiza 14 países europeos y advierte de que ninguno está libre de la pobreza infantil.
La ONG indica que antes de la pandemia de la covid había 18 millones de niños y niñas que crecían en riesgo de pobreza o exclusión social. Tras la emergencia sanitaria, la cifra ha aumentado, alcanzando los 20 millones de menores.
Los niños más afectados son aquellos que crecen en familias monoparentales, numerosas o de origen migrante, además de aquellas que pertenecen a minorías éticas o viven en zonas rurales.
Según un estudio publicado por la organización, hay un 28,3% de niños y niñas en España en riesgo de pobreza y exclusión social. Además, si no se toman medidas, la tasa será del 26,5%, menor que la actual, pero inaceptable igualmente. Una cuarta parte de los menores en España crecerá en situaciones de pobreza en los próximos años.
Save the Children calcula que, si se tomasen las medidas adecuadas y se aplicaran políticas de infancia efectivas en 2030 el porcentaje de pobreza infantil podría reducirse hasta el 17%, es decir, un punto porcentual menos cada año.
Falta de vivienda
El informe pone de manifiesto cómo la falta de acceso a la educación, la asistencia sanitaria o una vivienda adecuada puede tener consecuencias sanitarias, sociales y de desarrollo adversas a lo largo de la vida de los niños y niñas.
En España la situación de la vivienda social es preocupante, siendo uno de los países europeos con menos hogares de este tipo. La asociación asegura que la privación de vivienda, así como vivir en condiciones inadecuadas y de hacinamiento forman parte de las condiciones de muchos menores, que se enfrentan a la pobreza. Esta situación afecta de forma directa y condiciona el desarrollo físico, emocional y educativo de estos niños y niñas