04 Nov Uno de cada cuatro españoles tendrá más de 65 años en 2031
Si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, España perderá algo más de medio millón de habitantes en los próximos 15 años. Habrá más de 200.000 personas mayores de 100 años dentro de medio siglo
OLGA R. SANMARTÍN – MADRID
Las personas mayores van ganando posiciones en la pirámide de población española. Las proyecciones que ha realizado el Instituto Nacional de Estadística (INE) calculan que los mayores de 65 años, que actualmente representan el 18,7% de todos los habitantes, alcanzarán el 25,6% en 2031 y el 34,6% en 2066.
La población centenaria pasará de las 16.460 personas que hay ahora a 222.104 dentro de 50 años. En apenas tres lustros, los que tienen 100 o más años se triplicarán.
Somos cada vez más viejos y perdemos habitantes. Si persistieran las tendencias demográficas actuales, España perderá algo más de medio millón de habitantes en los próximos 15 años (lo que situaría su población en 45,9 millones) y 5,4 millones hasta 2066. La Comunidad de Madrid,Canarias, Baleares, Murcia y Cataluña son las únicas autonomías que ganarían población de aquí a 2031.
El INE realiza sus proyecciones de la población que residiría en España en los próximos 50 años teniendo en cuenta que se mantienen las tendencias y los comportamientos demográficos actualmente observados. Es decir, en caso de que la fecundidad, la mortalidad y las migraciones continuaran en la línea en la que están ahora.
Como explica Antonio J. Argüeso, subdirector general de Estadísticas Sociodemográficas del INE, «no son predicciones, sino que ofrecen referencias de evolución futura válidas». «En los años 90 se decía que España no llegaría a los 40 millones de habitantes, pero nadie había previsto que, una década después, llegarían seis millones de personas venidas del extranjero y nos convertiríamos en 47 millones de habitantes. Era absolutamente imprevisible», explica.
-Aumentan las defunciones y caen los nacimientos-
Pero, contando con lo que hay -si que se produzca una nueva oleada inmigratoria y en un escenario de «ligera recuperación económica»-, seguiremos perdiendo población debido principalmente «al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos», un fenómeno que, según el INE, «sería especialmente acusado a partir del año 2040».
«Se produciría así un saldo vegetativo negativo en todos los años de la proyección, lo que supondría una disminución total de casi ocho millones y medio de personas en los 50 años proyectados», añade el INE, que advierte que «este saldo negativo no se vería compensado con el saldo migratorio, que sería positivo en el mismo periodo con algo más de tres millones de migraciones netas con el exterior».
«El cambio demográfico es que cada vez las generaciones de más edad son más numerosas», recalca Argüeso.
Explica que han manejado varias hipótesis y que, incluso en las más optimistas, en las que han estudiado qué pasaría si hubiera más inmigración y más natalidad, han llegado a la conclusión de que «la población seguiría decreciendo».
«Con un escenario poblacional en el que hay poca gente joven y tenemos pocos hijos, al final el motor de crecimiento de la población es la natalidad. Y no parece que eso vaya a cambiar», sintetiza.
-Se eleva la tasa de dependencia-
¿Qué consecuencias tendrá todo esto? Con la hucha de pensiones a punto de llenarse de telarañas, tendremos que hacernos a la idea de que la tasa de dependencia se elevará del 53% actual hasta el 92% en 2051. Ahora, por cada 100 personas en edad de trabajar tenemos a 53 que no lo están. Es decir, dos personas tienen que ganarse el sustento para mantenerse a sí mismas y a otra más que o bien es menor de 16 años o es mayor de 65 años. En apenas 35 años la situación cambiará y, por cada persona en edad de trabajar, habrá otra que no lo estará. En otras palabras: el que trabaja tendrá que hacerlo de tal forma que pueda mantenerse a sí mismo y a un dependiente.
«Esto es absolutamente imposible de mantener», advierte José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra. «La única solución es que las máquinas trabajen para nosotros y que la productividad sea muy alta»
¿Está la sociedad española preparada para vivir en un contexto en el que el 25% de la población tenga más de 65 años? «No lo sé», responde García Montalvo. «Hoy por hoy, no; pero la gente tendrá que ir haciendo frente a esta situación. Lo que estamos viviendo de cómo la caja de las pensiones se está vaciando es precisamente porque este cambio se está empezando a producir. Si la Seguridad Social no consigue suficientes recursos, no nos quedará más solución que aumentar las aportaciones. Los pocos que trabajen tendrán que financiarlo todo. Necesitaremos muchos robots y que paguen mucha Seguridad Social».
Antonio Abellán, investigador del Departamento de Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), opina que «no es una catástrofe tener tantas personas mayores». «La vejez va a ser un poco diferente, mejor que la que conocemos ahora. Estas personas van a estar mejor de salud y, como se van a morir menos los hombres, no habrá tantas viudas como ahora. Habrá más parejas y eso implicará que se atiendan mutuamente. El panorama actual de atención a dependientes va a cambiar».
«Estos son los puntos positivos», prosigue Abellán. «Hay también puntos negativos, como el desequilibrio de la Seguridad Social, pero éste no es un problema demográfico, no se debe a que haya tantos pensionistas, sino a que tenemos a muchas personas en paro».
Como posibles soluciones para paliar este cambio demográfico, Abellán propone «facilitar el incremento de la fecundidad», «integrar a los inmigrantes», «que las personas sean fuerza de trabajo durante más tiempo» y «elevar la productividad del trabajo».
-Hogares solitarios-
Junto a las Proyecciones de Población 2016-2066, el INE ha publicado este jueves su Proyección de Hogares 2016-2031. De las dos estadísticas se observa que, mientras que cada vez somos menos, la cantidad de hogares aumenta. El número de aquellos en los que vive una sola persona se incrementará un 20% en los próximos 15 años al tiempo que crecerán en casi un millón de personas todos los hogares.
En 2031 habrá más de 5,5 millones de hogares unipersonales, lo que supondría el 28,6% del total.
El número de hogares aumentará en todas las comunidades autónomas, salvo en Asturias, Castilla y León, Cantabria y el País Vasco.
«Muchos de estos hogares solitarios van a estar compuestos de personas mayores», dice Antonio Abellán, «pero vivir solo tampoco es un desastre, porque significa que tienen la suficiente autonomía y la independencia económica y la tecnología doméstica para poder hacerlo».
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