10 Dic Un trastorno del sueño se asocia al parkinson y puede facilitar su detección precoz.
Una investigación del hospital Clínic confirma que el iRBD es un signo muy precoz de la neurodegeneración.
2024. La Vanguardia
Antonio López Tovar
Un trastorno del sueño de la fase REM es precursor de enfermedades neurodegenerativas como el parkinson, según confirma un estudio del hospital Clínic Barcelona-Idibaps que abre la puerta a desarrollar estrategias para prevenir o retrasar la aparición de demencia en las personas afectadas.
El trastorno de la conducta del sueño REM aislado con movimientos oculares rápidos (iRBD) es una parasomia (comportamiento anormal que aparece durante el sueño) que se caracteriza por conductas agresivas como gritar o dar puñetazos, asociadas a un sueño REM sin relajación muscular.
Investigaciones previas han relacionado este trastorno como precursor de enfermedades neurodegenerativas, pero hasta ahora se carecía de evidencias científicas que pudieran confirmar su vínculo con trastornos mayores como el parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy o la atrofia multisistémica.
La acumulación de alfa-simucleína en el cerebro provoca trastornos del sueño y es un marcador de la neurodegeneración
Como continuación de una línea de trabajo iniciada en el 2006, los investigadores del Idibaps han examinado los cerebros y médulas espinales post mortem de 20 pacientes diagnosticados con iRBD y han hallado un vínculo claro entre este trastorno y la acumulación de alfa-sinucleína en varias áreas del cerebro.
El estudio, publicado en The Lancet Neurology, muestra que la identificación temprana del iRBD podría ser un biomarcador clave para la progresión de las alfa-sinucleopatías (enfermedades neurodegenerativas caracterizadas por la acumulación anormal de proteína alfa-sinucleína en las neuronas, fibras nerviosas o células gliales).
Álex Iranzo, jefe de la unidad de trastornos del sueño del Clínic, lidera el estudio, junto con el neurólogo Gerard Mayà y Raquel Sánchez-Valle, jefa del grupo Enfermedad de Alzheimer y otros trastornos cognitivos de Idibaps. Es el estudio con más casos donde se confirma la relación del iRBD con enfermedades como el parkinson de manera detallada y definitiva.
Según el grupo investigador, uno de los hallazgos más reveladores fue la identificación de depósitos de alfa-sinucleína en regiones cerebrales críticas para la regulación del sueño REM. En los pacientes que no habían desarrollado demencia, los depósitos de esta proteína se encontraban en el tronco encefálico y el sistema límbico. Por el contrario, en los que habían desarrollado parkinson o demencia con cuerpos de Lewy, los depósitos eran mucho más extensos y no solo estaban presentes en las neuronas, sino también en las células gliales (en el sistema nervioso central, interactúan con las neuronas).
Por otra parte, 14 de los 20 pacientes estudiados presentaban una alta prevalencia de cambios neuropatológicos típicos del alzheimer. “Esto puede sugerir que el iRBD podría estar vinculado también a un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer, aunque su implicación todavía no está clara”, afirma Gerard Mayà.
Los investigadores han estudiado al detalle los cerebros y médulas espinales de 20 cadáveres
En conclusión, el estudio prueba que la acumulación de alfa-sinucleína en las estructuras cerebrales involucradas en el sueño REM puede servir como biomarcador temprano para identificar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy.
Además, en opinión de los investigadores, se abren “nuevas oportunidades para diseñar terapias dirigidas no solo a la de alfa-sinucleína sino también a otras proteínas patológicas como el beta-amiloide y la tau, que podrían estar influyendo en la progresión hacia el parkinsonismo y la demencia”.
El trabajo ha recibido el apoyo de un Contrato de Investigación Avanzada Fundación BBVA-Hospital Clínic Barcelona Joan Rodés-Josep Baselga.