Un móvil exclusivo para enfermos de cáncer

Un móvil exclusivo para enfermos de cáncer

* Las llamadas son atendidas por enfermería y tienen una media de ocho diarias
* El servicio aumenta la tranquilidad del paciente y eleva su satisfacción
* Los usuarios admiten que hubiera demandado atención sanitaria de no tenerlo

Patricia Matey | Madrid

Alfonso Gazol tiene 36 años, vive en Sevilla y trabaja en Madrid. «Bueno ahora, como es lógico, estoy de baja médica», aclara. Porque hace tres meses le diagnosticaron un Linfoma no Hodgkin (un tipo de cáncer que surge en los linfocitos). «Acababa de nacer mi primera hija, tenía tan sólo tres días. Uno se puede hacer a la idea de lo duro que fue para todos el diagnóstico», agrega.

Pero desde ese mismo día hasta hoy (ha pasado ya por tres meses de tratamiento con quimioterapia) no se ha sentido sólo en ningún momento. Declara que es afortunado porque, al igual que el resto de pacientes del Servicio de Oncología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, cuenta con un servicio único en España y de enorme utilidad: la posibilidad de solventar telefónicamente cualquier duda con tan solo una llamada a un móvil.

Disponible desde el mes de Noviembre, y ‘activo’ de ocho de la mañana a tres de la tarde todos los días laborales, el teléfono móvil que atiende el servicio de enfermería recibe una media de ocho llamadas diarias.

Apoyo psicológico y tranquilidad

«Nadie puede hacerse una idea del significado que tiene para todos nosotros. Te da una tranquilidad enorme. Cuando recibes las primeras dosis de quimioterapia no sabes si lo que sientes, los dolores, o todo lo que te sucede, es normal. En mi caso sufrí una gran diarrea, estaba preocupado y no sabía qué hacer. Así que llamé al móvil y solucionaron mis dudas. Si no hubiera tenido un número al que dirigirme habría ido a Urgencias. Lo más importante es que, además de todo el apoyo psicológico que te brinda cuando más lo necesitas, te evitas desplazamientos innecesarios al hospital o al centro de salud en momentos en los que no tienes fuerzas para nada», concreta Alfonso.

Eduardo Jara, enfermero, es la voz amiga que Alfonso escucha al otro lado de la línea. «Él es mi asesor, mi guía.. ‘mi oso de peluche’ para esos momentos malos que llegan de vez en cuando, cargados de malestar físico y psíquico. Lo importante es tener la seguridad de que si te pasa algo, alguien te va a responder rápidamente y por eso la terapia es mucho más llevadera», recalca Alfonso.

Eduardo reconoce que no solo el móvil le mantiene unido a sus pacientes. «Les conozco en persona. No es lo mismo tener una duda y hablar con alguien que es de tu confianza que tener que plantear un problema de salud a un desconocido cuando estás bajo tratamiento oncológico», declara. Este experto admite que el servicio de atención telefónica ha sido bien acogido por todos: médicos, personal de administración del servicio de oncología, miembros de urgencias y, especialmente, los pacientes. Porque reduce la carga asistencial en emergencias y en el servicio y la carga emocional de los enfermos.

Los datos

«Hemos llevado a cabo un estudio con las llamadas recibidas desde noviembre. Hemos registrado 103: 84 primeras llamadas, 17 segundas; dos, terceras. En total hemos atendido a 84 pacientes, el 71% del área noroeste de Madrid. Mariano Provencio, jefe del Servicio de Oncología y ‘padre’ de la idea reconoce que pensó en este tipo de atención porque «nos dimos cuenta de que las dudas que se plantean los enfermos que empiezan su terapia son muchas. No sólo porque los teléfonos del servicio no paran de sonar, en momentos en los que no pueden ser atendidos porque se están administrando las terapias o viendo a los enfermos, sino porque había días que se nos presentaba un gran número de pacientes en el servicio sin que tuvieran cita y se producían aglomeraciones».

Se dio cuenta entonces que proporcionar un móvil a un enfermero que pudiera atender las llamadas mientras continuaba realizando su labor diaria podía ser de gran utilidad para todos. «De hecho, la mayoría de los que usaron el servicio hubiera acudido a urgencias, si no hubiera recibido consejo telefónico».

Es importante también valorar que muchos «de los pacientes que acuden a este hospital viven alejados, en zonas de la sierra con peor comunicación. Para ellos desplazarse porque se encuentran mal (muchos son personas mayores) es un auténtico problema, cuando pueden solucionar su problema por teléfono. Además se trata de una medida realmente económica, eficaz y que mejora la satisfacción del enfermo: ¿qué más se le puede pedir?», agrega el oncólogo del Puerta de Hierro.

Los enfermos que pasan por su servicio reciben una hoja informativa en la que se aclaran varias cuestiones como el cuál es circuito que el enfermo va hacer en quimioterapia, a qué teléfonos llamar, cómo adelantar su cita médica, entre otros muchos aspectos.

«Se trata de que hagan un uso juicioso del servicio telefónico. Se explica a los enfermos que en consultas externas de oncología se atienden 12.000 enfermos al año, por lo que se trata de que este servicio sea útil para todos los que realmente lo necesitan. La verdad es que lo estamos consiguiendo», agrega Mariano Provencio.

Consultas frecuentes

Salvo alguna excepción en la que algún paciente «ha llamado para preguntar si puede ir al dentista o si puede hacer un viaje», declara el enfermero Eduardo, que cree que son cuestiones normales.

Insiste en que los motivos más prevalentes de las primeras llamadas «son dudas de tratamiento (25%), dolor (19%), náuseas y vómitos (11%) o malestar general (9%).La relevancia del teléfono radica también en que «el 100% de los pacientes reconoció que si no hubieran tenido el servicio hubiera demandado atención sanitaria: 50% urgencias; 43%, consulta de oncología, 7%, atención primaria», constata el trabajo.

Disponer de un «servicio telefónico eficaz e inmediato, de fácil acceso a los profesionales reduce considerablemente el número de visitas a urgencias», agregan los profesionales. Y cuando Eduardo está ocupado y no puede cogerlo, «no pasa nada te devuelve la llamada en menos de cinco minutos», comenta Alfonso.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/03/21/oncologia/1332336415.html