Un 22% de las españolas pierde su trabajo al ser madre.

Un 22% de las españolas pierde su trabajo al ser madre.

Siete de cada diez mujeres habría tenido más hijos si hubiera contado con buenas medidas de conciliación.

Antonio Paniagua

El mercado laboral y el sistema de vida implantado en España es inmisericorde con la maternidad. A tal grado llegan las dificultades para que la mujer pueda conciliar su trabajo con la vida familiar que un 22% de las españolas han perdido su empleo al ser madres. Así, 1 de cada 10 mujeres renunció a su trabajo porque no podía compaginarlo con el cuidado de sus hijos; a un 6% no le renovaron el contrato y la misma proporción fue despedida al quedarse embarazada o al haber tenido una criatura. Esta es una de las conclusiones más dolorosas de la macroencuesta ‘Las invisibles’, patrocinada por la Asociación Yo no Renuncio, perteneciente al Club de Malasmadres. En el trabajo sociológico, en el que han participado 94.182 mujeres que han ofrecido sus respuestas de modo telemático, se constata además que una de cada tres ha sufrido algún tipo de discriminación laboral a causa de su maternidad.

La razón de la existencia de una tasa de natalidad española tan baja (1,23 hijos), que no asegura el reemplazo generacional, no se debe a que las mujeres se hayan vuelto egoístas, como se aduce muchas veces. La investigación destaca que la caída de de la fecundidad obedece más bien a obstáculos externos. No en balde, el 68% de las mujeres españolas habría tenido más hijos si hubiera contado con mejores medidas de conciliación, como la adaptación de jornada sin pérdida salarial.

Como muestra de que el mercado laboral no ayuda a compatibilizar la vida laboral con la familiar, el estudio revela que apenas un 16% disfruta de la jornada intensiva. Para Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres, las medidas de conciliación vigentes en España están «obsoletas» y «obligan a las mujeres a renunciar a su carrera laboral». Fórmulas como la reducción de jornada o las excedencias convierten a las mujeres en ciudadanas de segunda, abocadas a la resignación y la renuncia.

De las mujeres que hubieran deseado ampliar su descendencia, el 50% de las madres de dos niños habrían querido tener más. Los motivos económicos (35%) y la falta de tiempo (29%) son los principales impedimentos que más se citan por las encuestadas. La autora del informe, Maite Egoscozabal, cree que «la sociedad confunde el hecho de tener menos hijos con un cambio de valores, pero la realidad que subyace es una discriminación y precariedad laboral que lleva a la mujer a desistir de lo que sería su ideal».

«’Mobbing maternal»

Según Baena, las mujeres sufren discriminaciones tan frecuentes que se convierten en víctimas del «’mobbing’ maternal». Un dato que refrenda esta aseveración es que un 37% de las madres han sufrido marginación al no lograr una promoción profesional a partir de su maternidad (22%), han visto reducidas sus responsabilidades (8%) o han sido apartadas por sus propios compañeros o jefes (8%).

La visión economicista de la vida induce a que una de cada cinco mujeres pierda su empleo. Y si trata de encontrar otro, topa con desventajas. «Mirar con recelo a una mujer de unos treinta y tantos años en una entrevista de trabajo o a una que comunica que está embarazada a sus compañeros y compañeras de trabajo, es lamentablemente común. Este recelo es la mirada social que juzga y presupone que aquella mujer dejará de ser productiva a partir de ahora, ya que priorizará el cuidado de sus hijos o hijas sobre su puesto de trabajo», dice el informe.

a encuesta, que se realizó en febrero, antes de la pandemia, demuestra la escasa flexibilidad de las empresas para compactar la jornada laboral. Solo un 16% se puede acoger a la jornada continua todo el año, una modalidad que encuentra mayor implantación en las empresas e instituciones públicas (23%) que en las privadas (13%). Laura Baena sostuvo que el teletrabajo debe erigirse en un «imperativo legal». Antes de que el coronavirus obligara a apostar por el trabajo en remoto, el 15% de las españolas contratadas en empresas privadas lo usaban frente al 4% de las que trabajan en el sector público. Baena abogó por que el teletrabajo se ajuste a la perspectiva de género y no se convierta en un medio que invisibilice aún más a la mujer.

En lo que atañe a la crianza y la educación de los hijos, siete de cada diez confiesan sentirse solas y un 60% siente culpabilidad por la sensación de no poder llegar a todo.

En las primeras semanas, coincidiendo con la baja paternal, el principal apoyo de la madre es el padre (75% de los casos). Pero en la siguiente etapa, de los 0 a 3 años, el respaldo del progenitor para el cuidado de los hijos cae al 6% de los casos.

A partir de los 3 años, cuando los niños suelen enfermar y hay que recogerlos del colegio, son las madres las que interrumpen su jornada laboral (38% de los casos). Las abuelas colaboran en un 36 % de los casos, una participación mucho mayor que la de los padres (8%).

https://www.diariovasco.com/sociedad/cinco-mujeres-pierde-20200929121936-ntrc.html