24 Oct Tubío: «Prevenir el suicidio en mayores es posible. Decirles que nos importan, que no están solos».
La Unidad de Intervención en Tentativa Suicida de Bomberos Madrid, premio social de Fundación MAPFRE.
Pepa Montero 22/10/2023
Los casos de suicidio o las tentativas del mismo están aumentando entre la población española, y las personas mayores constituyen un grupo especialmente vulnerable, sobre todo quienes se sienten incomprendidos y padecen un enorme sentimiento de soledad y un nivel de sufrimiento extremo.
Esta es la severa advertencia que lanza Sergio Tubío Rey (@str782), bombero y formador, especializado en intervención en crisis suicida y miembro de la Unidad de Intervención en Tentativa Suicida del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid (@BomberosMad). Esta entidad acaba de recibir el premio Fundación Mapfre (@fmapfre) al Mejor Proyecto o Iniciativa por su impacto social 2023.
Al recoger el premio en nombre de todo su equipo, Sergio Tubío realizó un llamamiento para combatir entre todos la lacra del suicidio, aportando datos para la reflexión, entre ellos, que desde 2018 hasta 2022, la cifra de fallecidos por suicidio en España ha aumentado un 13%; o que la Unidad de Intervención en Tentativa Suicida atiende cada año en Madrid alrededor de 350 intervenciones.
En una entrevista con 65YMÁS, Tubío alerta asimismo de que, «a partir de los 79 años, la tasa de suicidio se dispara por cinco con respecto a la población general. Las personas mayores tienen un índice de fallecimiento por suicidio mucho más elevado. Algo que, como sociedad, supone un fracaso».
PREGUNTA.- ¿Cómo surgió la idea de crear esta unidad específica, que forma y entrena a los bomberos, para que sepan cómo actuar sobre el terreno en intentos de suicidio?
RESPUESTA.- La idea surgió tras atender el fallecimiento de un chaval de 16 años por suicidio. La unidad nació de la falta de respuestas a todas las preguntas que nos hacíamos como profesionales. ¿Qué podríamos haber hecho como bomberos para revertir la situación previa al fatal desenlace, en caso de haber llegado a tiempo? Nuestra unidad no es de intervención propiamente dicha, lo que hacemos es crear procedimientos, planes de entrenamiento, formación y maniobras para los parques. Formamos a todos los bomberos de Madrid, para que puedan actuar en tentativas de suicidio. A lo largo de estos años, nos hemos ido encontrando con otros colectivos que compartían, en silencio, el mismo propósito, como Papageno, Ubuntu, La Niña Amarilla, Despres del Suicidi y Afasib; entidades a las que destinaremos el dinero íntegro del premio que nos ha concedido Fundación MAPFRE.
P.- ¿Cómo afrontan, desde Bomberos Madrid, las intervenciones relacionadas con conductas suicidas?
R.- Nosotros hemos elaborado un protocolo de rescate para personas en crisis suicida, con el objetivo de que el personal sanitario pueda atenderles en un lugar seguro. El número de rescates con éxito ejecutados por Bomberos de Madrid se ha incrementado el 107% entre 2018 y 2022. Pero nunca es suficiente. Necesitamos herramientas operativas para la atención en el salvamento de personas en crisis, y la nuestra es la primera unidad especial de un Servicio de Extinción de Incendios en el mundo, que aborda de manera integral una metodología específica y se coordina con otros servicios en el salvamento de personas en crisis suicida. Es, asimismo, pionera en el desarrollo, experimentación, implantación y divulgación de procedimientos de trabajo específicos, adaptados y enfocados al salvamento.
«Hay que decir a la persona en crisis suicida que es importante, que merece la pena»
P.- ¿Qué podemos hacer, como sociedad, para frenar esta lacra silenciosa que es el suicidio?
R.- El suicida ha estado siempre oculto bajo una alfombra. Decía un psicólogo que era como un elefante en mitad del salón, que todo el mundo esquivaba y nadie hablaba de él. Y una de las principales herramientas es hablar de ello, porque son personas que sienten una gran incomprensión, tienen un enorme sentimiento de soledad y un nivel de sufrimiento extremo. Las personas que padecen una crisis suicida, muchas veces, piensan que nos molestan, dicen a la familia o amigos que se vayan y les dejen solos, que ellos, o sus problemas, no merecen la pena, o no tienen solución. Tienen la sensación de que las cosas no pueden cambiar y que no vale la pena seguir intentando porque no hay luz al final del túnel. Por eso, una de las estrategias que utilizamos los bomberos, cuando atendemos una urgencia de este tipo, y que es válida para toda la sociedad, es transmitir a la persona que es importante para nosotros, que merece la pena y que tenemos todo el tiempo del mundo para escuchar sus problemas.
«Tenemos que hablar del suicidio, romper el tabú, para avanzar hacia soluciones»
P.- ¿Existe mucho tabú alrededor del suicidio?
R.- Sí, hay mucho tabú y numerosos estigmas. Y cuando a veces la persona pide ayuda en su entorno, suele recibir contestaciones como «venga, que todos tenemos problemas», «lo que tienes que hacer es sonreír». Por tanto, el hecho de hablar del suicidio y dar a conocer que hay más personas que pasan por ello, contribuye a divulgar recursos de ayuda, como el teléfono 024, del Ministerio de Sanidad, o el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), disponible las 24 horas. O webs como Papageno.es, donde pueden hallar un mapa de recursos. Es imprescindible difundir, visibilizar estos sistemas de ayuda, para que lleguen a las personas en situación de sufrimiento y desesperanza tales, que ponen en riesgo su vida por no encontrar alternativa a la muerte.
P.- ¿Hay algún tipo de componente social, o generacional, algún sesgo en la conducta suicida? ¿Afecta más a personas mayores, adolescentes..?
R.- Sí, por ejemplo, a partir de los 79 años, la tasa de suicidio se dispara por cinco con respecto a la población general. Las personas mayores tienen un índice de fallecimiento por suicidio mucho más elevado. Aquí vemos que, como sociedad, puede ser considerado un fracaso. Son personas que se sienten solas, personas que quizá no reciban la atención social que merecen.
P.- ¿Han identificado algunas de las causas?
R.- Hay que señalar que el suicidio es multicausal. Tenemos que entender que no a todo el mundo un factor estresante o de riesgo le va a afectar igual. No podemos caer en la tentación de equivocarnos, ni pensar que los motivos que pueden llevar a una persona a pensar en el suicidio no son suficientes. Porque lo relevante es el valor que le da la persona.
«Es imprescindible invertir en más recursos de salud mental»
P.- Antes aludías a la soledad como uno de los factores recurrentes en los intentos de suicidio…
R.- La soledad, la incomprensión, tienen muchas caras. Y como sociedad tampoco sabemos cómo ayudar al posible suicida. Por eso, si una persona con problemas pide ayuda, y solo recibe respuestas del tipo «la vida es maravillosa» o «todo tiene solución», pues a la tercera vez que le dicen eso, es normal que termine desconectando y apartándose, sintiéndose como una carga para los demás. Es un sentimiento de soledad, no es estar solo.
«Algunos accidentes de tráfico proceden de conductas suicidas»
P.- Desde la Unidad de Intervención en Tentativa Suicida, ¿notáis una mayor prevalencia de las conductas suicidas? ¿O han sucedido siempre y no lo hemos sabido? Por ejemplo, escapes de gas que antes se atribuían a accidentes, ahora se detecta que quizá no lo sean…
R.- Sí, incluso algunos accidentes de tráfico, desde el punto de vista técnico y de seguridad vial, se observa que pueden proceder de una conducta suicida. Por eso, es muy importante invertir en más recursos de salud mental, para que luego se pueda hacer una autopsia psicológica y determinar si esa persona tiene ideación o no. Una de las cosas que falla, o que se debe mejorar en ese país, es una mayor inversión en salud mental. También es imprescindible que se termine desarrollar un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, que abarque el trabajo de todas las comunidades autónomas, y tengamos una estrategia clara, definida, para poder contribuir, por ejemplo, a detectar si un fallecimiento por accidente pueda llegar a ser un suicidio.