20 Oct Tu edad no es la culpable: así puedes evitar que tu metabolismo se ralentice a partir de los 60.
Un estudio revela que lo que afecta es, en realidad, el estilo de vida.
Marta Vicente
Probablemente hayas escuchado que, a medida que envejeces, no puedes llevar la misma alimentación que cuando eras más joven. Esto se debe a que tu metabolismo tiende a disminuir con la edad, lo que hace que sea más fácil coger unos kilos de más… y más difícil perderlos. Pues bien, un nuevo estudio publicado en Science, la edad no tiene prácticamente nada que ver con esto: los autores defienden que el metabolismo en reposo se mantiene estable entre los 20 y los 60 años, y que, a partir de entonces, manifiesta un descenso inferior al 1% anual.
Antes de nada, en resumen, el metabolismo son todas las reacciones químicas que ayudan a mantener vivo tu cuerpo. También determina cuántas calorías quemas al día. Cuanto más rápido sea tu metabolismo, más calorías quemarás.
Para llegar a estas conclusiones, se han analizando los datos de casi 6.500 personas de edades comprendidas entre la infancia y la vejez. Como vemos, la edad es insignificante para nuestro metabolismo, entonces, ¿qué influye en su ralentización? El estilo de vida.
A medida que envejecemos sí que cambian nuestros hábitos y estos son los factores que intervienen en la pérdida de grasa. Esto significa que, afortunadamente, tienes poder para combatir esta caída del metabolismo. Según el estudio, estas son las medidas clave que debes tomar.
Muévete
Es algo obvio, pero tener un buen nivel de actividad diaria es la base. Si este nivel baja, nuestro metabolismo se desacelera. Muchas veces relacionamos el hecho de que nos cuesta perder peso a la edad, sin darnos cuenta de que, en realidad, se debe a que la actividad disminuye con la edad.
Los avances tecnológicos y otras comodidades del mundo moderno hacen que nos pasemos, al menos, la mitad del día sentados. Además del ejercicio en sí, tareas como lavar los platos, limpiar los cristales y otras labores domésticas también suben el nivel de actividad, ¿sabías que solo barrer y fregar el suelo con ganas puede hacer que pierdas más de 300 calorías? Todo lo que comporta una actividad física ayuda a perder peso y a mantenerlos activos. Si esto lo combinamos con practicar deporte o salir a caminar el resultado será mucho mayor.
Una investigación realizada por Edward Coyle, profesor de Kinesiología y Educación Sanitaria de la Universidad de Texas en Austin, sostiene que se necesitan dar 8.500 pasos al día en total, en lugar de todos a la misma vez, para mantener un metabolismo correcto de grasas.
En definitiva, haz cualquier cosa excepto estar sentado todo el día.
Haz el ejercicio adecuado
El entrenamiento en intervalos de alta intensidad (El HIIT) resistencia es ideal para prevenir un metabolismo más lento. Se trata de un sistema de entrenamiento que alterna el ejercicio anaeróbico intenso con cortos períodos de descanso,y es una de las modalidades más seguidas en todo el mundo, debido a los múltiples beneficios que aporta al cuerpo humano, entre los que se encuentran factores dos factores que afectan a la velocidad de tu metabolismo.
Eso sí, las personas mayores que sufren alguna patología o cuya condición física no está a la altura de los requisitos, deberán adapatar el HIIT a su capacidad, pero eso no quiere decir que no sea un entrenamiento recomendable para los mayores.
Muchas proteínas y agua
La alimentación y el ejercicio deben ir de la mano para lograr un envejecimiento saludable. Comer proteínas puede ayudar a combatir un metabolismo más lento, ya que el cuerpo quema más calorías al consumir, digerir y absorber este tipo de alimentos.
Los alimentos con más proteínas:
- Huevos
- Carnes magras
- Pescado
- Lácteos
- Legumbres
Alimentos ricos en agua:
- Frutas: sandía, melíon, naranja, kiwi, manzana.
- Verduras: apio, lechuga, pepino, pimientos verdes, calabaza.
El descanso es fundamental
Una noche de descanso y buena calidad del sueño es vital. Es indispensable mantener dormir bien para no sufrir problemas y alteraciones en nuestro metabolismo. Según el Instituto de Sueño, el sueño es un espacio para la reparación del organismo, pues en esta fase baja la temperatura corporal dejando que el corazón descanse, se recomponen los músculos, se limpia el cerebro y se liberan hormonas que aseguran nuestro bienestar al día siguiente.
Si te cuesta dormir, prueba con ejercicios de respiración, meditación o yoga para preparar tu cuerpo antes de ir a la cama. Recuerda que el ritmo de quemar grasas está en tus manos, así que ponte manos a la obra para obtener los resultados deseados.