04 Sep Tesoro escondido en los pueblos: nuestros más pequeños hermanos, los ancianos.
Por Marcos García-García, doctorando en Bioética CEU USP (Madrid) y parte del grupo de investigación Vulnerabilitas.
2025. ABC
Dicen que la tercera edad tiende a asemejarse a la primera. Muchos ancianos, en efecto, regresan a una suerte de infancia: un proceso natural que no es malo en sí mismo. Unamuno pedía por boca de su personaje más agónico, San Manuel Bueno, Mártir: «Cuando me entierren, que sea en una caja hecha con aquellas seis tablas que tallé del viejo nogal, ¡pobrecito!, a cuya sombra jugué de niño, cuando empezaba a soñar…».
Esta vuelta a los orígenes, sin embargo, requiere de un acompañamiento. Eso mismo practicamos desde el Campo de Trabajo Patrimonio que da Vida del servicio de Pastoral y Voluntariado CEU USP. En la III edición de este verano ha crecido nuestra respuesta frente al clamor del mundo rural.
Por eso, nuestro voluntariado universitario −que nació restaurando parroquias rurales− se ha extendido también a la Residencia de Poo y al Centro de Día de Arenas, en el Concejo de Cabrales. Allí, dentro de la gran labor que se desarrolla, sabemos que un impulso siempre es bienvenido.
