¿Tenemos peor humor con el paso de los años?.

¿Tenemos peor humor con el paso de los años?.

Cuando una persona mayor tiene un humor más irritable, incluso de rebeldía, se debe preguntar a un especialista, porque puede ser un síntoma de una enfermedad relacionada con la demencia.

Belén López

Enlace noticia original

Al pensar el carácter o comportamiento de una persona mayor, existen dos estereotipos: o bien ese dulce anciano feliz y agradable, o bien todo lo contario, aquel con un carácter ciertamente irritable o malhumorado.

Es verdad que este carácter puede sufrir modificaciones debido a los cambios y las experiencias que se hayan tenido a lo largo de la vida, pero como ocurre a cualquier edad, hay un sinfín de personalidades y comportamientos.

Un cambio de carácter puede ser signo de la aparición de alguna patología 

Sin embargo, si que hay que tener presente un hecho. Cuando una persona mayor tiene un humor más irritable, incluso de rebeldía, se debe preguntar a un especialista, porque puede ser un síntoma de una enfermedad relacionada con la demencia. De hecho, tal y como recoge la OMS, alcanzada cierta edad, puede ser signo de padecer Alzheimer. Pero no sólo eso. El mal humor también puede ser signo de depresión, por eso es importante atender a otros síntomas como la introversión, la evitación de contacto con otras personas, el hecho de no querer salir de casa y demás.

En otros casos se puede deber a otras patologías relacionadas con el envejecimiento y que las personas mayores no comunican, pero que hacen mella en su ánimo. Por ejemplo, la pérdida de visión y audición o los dolores crónicos.

El proceso de envejecer conlleva una serie de cambios de los que se debe ser consciente. Hay que aprender a tomar el control sobre el estado de ánimo y los comportamientos de uno mismo hacia sí y hacia los demás. Esto significa adaptarse a los cambios que se sabe que van a venir con la edad, buscar actividades que se conviertan en hobbies y desahogarse y hablar con familiares, amigos. Pero sobre todo, hay que acudir a un médico para determinar si existe alguna patología que deba tratarse y a un psicólogo o psiquiatra en caso de que sea necesario acudir a realizar alguna terapia indicada.

Y para aquellos que cuidan a las personas mayores y que tienen que enfrentarse a estos episodios que pueden derivarse de alguna patología, algunos consejos son:

  • Mantener la calma ante el mal humor y por lo tanto no presentar reacciones agresivas ya que eso solo empeorará la situación, no tomarlo como algo personal porque no se trata se un enfado hacia una persona sino un estado de ánimo.
  • Tratar a esa persona mayor acorde con la edad que tiene, no como un niño, escucharles y prestar atención a sus necesidades y, en definitiva, a sus palabras.
  • Realizar actividades y ejercicios dinámicos junto a ellos. Es una forma de beneficiar tanto la salud física como la salud mental a la vez que se comparte un rato agradable.
  • Evitar que la persona mayor quede aislada. No se trata solo de que reciba visitas en su casa, sino también de invitarle a que salga y disfrute del exterior.