31 Jul Sólo una de cada 10 personas con discapacidad que acudió a la Seguridad Social en 2021 lo hizo por motivos laborales.
Así lo refleja el informe del INE ‘La Vida Laboral de las Personas con Discapacidad’, que destaca su baja participación en el mercado laboral.
Merche Borja
El INE, junto con el IMSERSO y la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), acaban de hacer público el informe ‘La Vida Laboral de las personas con discapacidad‘, una operación anual cuyo objetivo es obtener información sobre la vida laboral de las personas de 16 y más años con discapacidad oficialmente reconocida y hacerlo en términos comparativos con las personas sin discapacidad.
Según este informe, del total de personas de 16 o más años (31.848.600) que en 2021 tuvieron alguna relación con la Seguridad Social, 3.214.800 (el 10,1% del total) tenían una discapacidad, es decir, un porcentaje muy similar al que representan en la población general.
Sin embargo, como deja claro este informe, aunque el porcentaje de personas con discapacidad que contactan con la Seguridad Social es equiparable al de la población general, los motivos son muy distintos si observamos los número al detalle.
Muchas pensiones y pocos motivos laborales
Entre los datos más destacados del informe, que corresponden al año 2021, su baja participación en el mercado laboral, lo que hace que tengan menos episodios de situaciones en alta laboral, sobre todo si lo comparamos con la relación que tienen las personas son discapacidad. Así, mientras que el 20,2 % (647.900) de las personas con discapacidad que tuvieron relaciones con la Seguridad Social estuvieron en alta en algún momento del año, este porcentaje se eleva hasta el 75,1% en el caso de las personas sin discapacidad, es decir 55 puntos menos.
Por su parte, la población con discapacidad que estuvo en alta laboral en algún momento de 2021 se concentró en los tramos de mayor edad (el 67,5% tenía más de 45 años). La mayor diferencia se dio en el tramo de 55 a 64 años, con un 31,6% de personas con discapacidad, frente al 17,3% de la población sin discapacidad.
Por nacionalidad, hubo menor proporción de extranjeros entre las personas con discapacidad que estuvo de alta laboral que en el resto de la población: 3,3%, frente a 12,8%.
Sólo el 20,2 % de las personas con discapacidad que tuvieron relaciones con la Seguridad Social estuvieron en alta, 55 puntos menos que la población general
Su menor participación en el mercado laboral se traduce también en que el porcentaje de personas con discapacidad que solicitaron una prestación por desempleo (1,7%), sea la mitad del porcentaje de personas sin discapacidad que pidieron esta prestación por desempleo (3,4%).
Además, el 9,8% de las personas con discapacidad tuvo como única relación con la Seguridad Social el alta laboral, un porcentaje que es del del 55,1% en las personas sin discapacidad.
Estos datos están relacionados con el porcentaje de personas con discapacidad que sólo tuvo relación con la Seguridad Social por algún tema relacionado con una pensión contributiva, que fue de un 77%, mientras que ese porcentaje se reduce al 20,8% en las personas sin discapacidad.
Del total de personas con discapacidad que en 2021 tuvo alguna relación con la Seguridad Social, 2.736.800 recibieron alguna pensión contributiva. Esta cifra supuso el 85,1% del total, frente al 23,0% de las personas sin discapacidad.
Por sexo, los hombres tuvieron mayor peso entre los pensionistas con discapacidad (55,9 %) que entre los que no la tenían (48,8 %).
Y en un análisis por edades, es en el grupo de mayores de 65 años en el que este colectivo tuvo menor representación entre los pensionistas: un 59,3% frente a un 88,5% de las personas sin discapacidad.
En cuanto a la afiliación en 2021, se produjo un incremento. El caso de los afiliados en alta con discapacidad, se produjo un aumento de 23.000 personas (3,7%), y en el de los afiliados sin discapacidad este incremento fue del 2,4%, 508.600 personas.
Más porcentaje de discapacidad, menos participación laboral
Este informe también refleja una realidad nada sorprende: que a mayor grado de discapacidad, menos participación laboral. Así, mientras las personas con un porcentaje de entre el 33 y el 44%, el 56,7 % está dado de alta en la Seguridad Social; este porcentaje desciende al 15% entre las personas con una discapacidad de 45-64%; a un 9,3 % en las que están en 65-74%; y un 2,5 las que tienen más de un 75% de discapacidad reconocido.
También el mayor el porcentaje que representan cuando se trata de recibir una pensión contributiva. Así, mientras las personas con un grado de discapacidad de entre el 33 y el 44% representan el 25,4 %, el de más del 75%, menos del 10%.
Teniendo en cuenta que el hecho de tener una pensión de incapacidad permanente implica ser considerada como persona con discapacidad, encontramos un mayor número de personas con discapacidad entre los pensionistas.
Si comparamos el porcentaje de afiliación que representan según el tipo de discapacidad, las personas con discapacidad producida por el sistema osteoarticular representaron el 23,9% del total de personas en alta con discapacidad, de las que tuvieron discapacidad en alta laboral; seguidas de las que tienen un trastorno mental (9,2%) y discapacidad intelectual (8%), auditiva (7,6 %), enfermedades neuromusculares (6,9 %), discapacidad visual (5,6%), sistemas cardiovascular, inmunológico y respiratorio (5,3 %) y, por último, la discapacidad asociada a los sistemas digestivo, metabólico y endocrino, con un 3,8%.
Un dato curioso que refleja este informe es que la edad de la primera alta laboral de las personas con discapacidad fue de 20,8 años, 1,2 menos que las personas sin discapacidad, teniendo en cuenta sólo las personas nacidas a partir de 1960, pues pueden no estar registradas en las bases de datos algunas relaciones de afiliación antiguas.
En general, las personas con discapacidad tenían una edad de la primera alta laboral ligeramente menor que las personas sin discapacidad. Las excepciones las constituyeron los jóvenes de 16 a 29 años y los extranjeros.