10 Mar Solo el 7% de los padres españoles se divierte jugando con sus hijos.
La única motivación por la que juegan con ellos es para estimularlos y desarrollar sus capacidades.
S.F
Solo el 7% de los padres españoles se divierte jugando con sus hijos. Son los datos que se desprenden de un estudio publicado por Fisher-Price con motivo del lanzamiento de su campaña «Seamos siempre niños».
Este estudio, realizado entre más de 5.000 personas de toda España, también ha sacado a la luz que el 59% de los padres españoles juegan con sus hijos con la única motivación de estimularlos y desarrollar sus capacidades. Mientras el 34% juega con ellos para pasar tiempo juntos. Solo el 38% de los padres dice que le relaja meterse en el mundo de sus hijos y vivir aventuras con ellos.
La marca también ha desarrollado el primer análisis de estudios académicos científicos sobre el efecto positivo de jugar para los adultos, que demuestra que, aunque hay una gran cantidad de estudios enfocados en el valor del tiempo de juego con adultos para los niños, los beneficios que tiene para los más mayores son aún poco conocidos.
«Jugar con nuestros hijos también tiene que ser divertido para nosotros. Tenemos que olvidarnos de la culpa que sentimos por dejar de lado media hora, una hora o 10 minutos el trabajo para meternos en su mundo», explica Mamen Jiménez, psicóloga colaboradora de Fisher-Price en España. «Al jugar con un niño, nuestro cuerpo libera endorfinas e incrementa nuestro nivel de oxitocina, mejorando nuestro estado de ánimo y sensación de bienestar. Así, se reducen las hormonas de estrés, como el cortisol». Ver la vida con los ojos de un niño es beneficioso, ya que está demostrado científicamente que ellos se ríen 600 veces al día, mientras que los adultos lo hacen solo cinco.