22 Feb Solo el 6% de las direcciones generales de empresas en España están ocupadas por mujeres.
Sienten que cuentan con menos oportunidades de promoción que los hombres.
elEconomista.es
España tiene solo un 6% de mujeres en posición de dirección general en las empresas, mientras que en los puestos directivos que reportan directamente al CEO (N-1) suponen el 17% y entre los consejeros son el 33%. El estudio ‘Women matter España: tramos pendientes’ de la consultora McKinsey & Company sitúa a España en el sexto puesto en igualdad de género en la Unión Europea (UE) y ubica al país por debajo de la media del 8% de directoras generales y del 21% de directivas que reportan directamente al CEO. En consejeras sí supera el 31% de promedio.
El informe indica que las mujeres consideran que tienen menos oportunidades de promoción que los hombres, y esta sensación va en aumento a lo largo de la carrera profesional. Para el 92% de las mujeres, avanzar en su carrera es importante, cifra muy similar a la de los hombres (91%), pero su confianza en la igualdad de oportunidades se va diluyendo. Al comienzo de su trayectoria, el 85% cree que podrá ascender en igualdad de condiciones, solo tres puntos porcentuales menos que los hombres (88%) pero cumplidos los cinco años de experiencia, el porcentaje de confianza en la promoción igualitaria cae al 59% frente al 73% de los hombres que opinan que sí ascenderán.
La brecha en la percepción queda evidente. El 76% de los hombres ven igualdad entre ambos géneros, frente al 64% de las mujeres que así lo consideran. Cuando se les pregunta sobre sus expectativas de alcanzar puestos de alta responsabilidad, solo el 36% de las mujeres aspiran a ocupar posiciones directivas frente al 43% de los hombres.
Empleados más satisfechos en empresas con mayor representación de mujeres liderando
Para Gloria Macías, colíder del estudio, potenciar el liderazgo femenino no solo aporta «beneficios evidentes en términos de igualdad de género» sino que también «tiene un impacto positivo en el bienestar de los empleados», ya que «las altas directivas ponen un mayor énfasis en el desarrollo profesional del equipo, el acompañamiento a empleados de menor antigüedad, el bienestar de los trabajadores y la flexibilidad laboral».
El estudio, realizado entre 45 empresas con más de 300.000 empleados en España y Portugal, revela que el 79% de los empleados de empresas con un alto porcentaje de liderazgo femenino se muestran satisfechos con su organización, tasa que baja al 65% en las empresas con escasa presencia de mujeres en los altos cargos.
McKinsey identifica cinco factores clave para adaptar el panorama actual a las necesidades de desarrollo laboral de las mujeres.
Uno de ellos es la flexibilidad, con medidas como el ajuste de horarios para poder adaptar la productividad a las necesidades de cada empleado; y otro son los ejemplos a seguir, para demostrar que es posible llevar un estilo de vida sostenible teniendo un alto cargo. Además, son fundamentales el asesoramiento, mediante programas que ayuden a los empleados a aprovechar todos los recursos disponibles para un mayor desarrollo laboral; los salarios competitivos, para atraer y retener el talento; y el reconocimiento, recompensando a los trabajadores por el buen trabajo realizado.
Para el 56% de las mujeres, la cuestión más decisiva a la hora de unirse a una organización o permanecer en ella es ser reconocidas y recompensadas por su trabajo, y el 53% de las mujeres menores de 40 años estarían más interesadas en acceder a puestos superiores si vieran que los directivos de sus empresas tienen estilos de vida razonables.
La inclusión y la conciliación llevan a las empresas a sobresalir por su diversidad. Las que más lo hacen cuentan con un 40% de representación femenina en posiciones de alta dirección y aplican medidas que favorecen a un entorno de trabajo «inclusivo, solidario y con vocación de ayuda en la conciliación laboral y familiar»; el 80% de estas empresas ofrecen un horario flexible, 20 puntos porcentuales por encima del resto, subraya la consultora.