Ser generoso mejora la salud física, mental y emocional

Ser generoso mejora la salud física, mental y emocional

Estudios muestran que dar reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y hace felices a las personas.

CATALINA GALLO ROJAS

Ser generoso y darles a los demás puede convertirse en un acto muy egoísta que nadie puede reprochar, porque diferentes estudios han demostrado que la generosidad no solo beneficia a quien recibe, sino a quien da.

En uno de estos estudios, publicado en ‘Nature Communications’ en junio del año pasado, investigadores de la Universidad de Zúrich, en Suiza, les informaron a 50 personas que recibirían 100 dólares en pocas semanas.

A la mitad se le dijo que gastaran el dinero en ellos mismos y a los otros, que sería para gastarlo en los demás. Los investigadores encontraron que aquellos que les iban a dar regalos a otros tomaron decisiones más generosas en otras tareas independientes y reportaron mayor felicidad al final de todo el experimento. Además, en los escáneres de sus cerebros, mostraron una mayor interacción entre las partes relacionadas con altruismo y felicidad.

Ya en 2008, Michael Norton, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, y sus colegas habían descubierto que dar dinero a otra persona eleva la felicidad de los participantes más que gastarlo en ellos mismos.

Y antes, en el 2006, Jorge Moll, del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, encontró que cuando las personas hacen caridad se activan las regiones de sus cerebros asociadas a placer, conexión social y confianza. Los científicos también creen que los comportamientos altruistas producen endorfinas en el cerebro, generando sentimientos de satisfacción y felicidad.

Stephen G. Post, profesor de Medicina Preventiva y Ph. D. –investigador y autor de ‘best sellers’ que ha dedicado buena parte de sus trabajos a conocer los beneficios de dar–, ha encontrado que ser generoso trae beneficios para la salud pues reduce el estrés y con ello se previene un sinnúmero de enfermedades, a la vez que reduce los niveles de ansiedad y depresión. Explica que estudios realizados con adultos mayores que se involucran en actividades de voluntariado, aunque sea pocas horas a la semana, han mostrado que estas personas tienen menos estrés, menos ansiedad y menores niveles de depresión. En el caso de los viudos y las viudas, el científico afirma que superan mejor los duelos cuando se dedican a ayudar a otros. De hecho, afirma, varios geriátricos de Estados Unidos promueven el voluntariado como una actividad buena para la salud.

Habla la experiencia

La verdad es que quienes son generosos y disfrutan dándoles a otros, no solo regalos materiales, sino su tiempo, amor o apoyo, saben sin necesidad de estudios científicos que estos actos los hacen felices. Lo que la ciencia ha demostrado es que estas emociones no están solo en sus corazones, sino que se evidencian físicamente y le caen bien al organismo.

Marcela Valle Cuéllar, psicóloga logoterapeuta y directora del Centro de Atención Familiar Sanar Psicoterapia, explica que no hay nada que le dé mayor satisfacción al ser humano que trascender y salir de sí mismo para encontrarse con el otro; por eso, dar y ser generoso con los demás también genera trascendencia.

Además, agrega, una de las maneras de encontrarle sentido y propósito a la vida es dándoles a otros. Y no se refiere únicamente a bienes materiales: habla claramente del amor, del respeto, del apoyo y de la escucha.

Édgar Correa, psicólogo clínico, explica que dar es una actitud frente a la vida en la que se respeta al otro y se le tiene en cuenta como sujeto y no como objeto. Es por ello que cuando se da amor no solo se repara y nutre quien lo entrega, sino también quien lo recibe.

Explica que la generosidad y el amor pueden también reparar la vida de personas que han tenido infancias difíciles; sin embargo, precisa que cuando en esta dinámica de dar y recibir quien recibe no se transforma, sino que solo busca aprovecharse del otro y ser voraz, la relación se rompe.

Correa, que también es estudioso de las constelaciones familiares, explica –según esta teoría– que en las relaciones humanas debe haber un equilibro entre el dar y el recibir porque de lo contrario la relación se daña; quien recibe y nunca da siente que tiene una deuda impagable con el otro y esa culpabilidad lo lleva a actuar de una manera poco sana.

Estas explicaciones psicológicas permiten entender por qué a veces las relaciones en las que una persona lo entrega todo y siente que no recibe nada a cambio se desbaratan.

Por el contrario, la mayoría de las visiones religiosas y espirituales promueven el dar y la generosidad como actitudes que no deben tener límites y que siempre serán beneficiosas para el espíritu.

Razones para ser generosos con los demás

El sentimiento que proviene de dar y ayudar a los demás es la tranquilidad con uno mismo. Saber que podemos asistir al que lo necesita para que su vida sea un poco mejor nos permite vivir con la conciencia tranquila.

Por más que las personas generosas dan y ayudan sin esperar nada a cambio, normalmente sí reciben favores y ayuda a cambio en los momentos que menos se lo esperan.

Las personas generosas suelen ser exitosas porque son positivas, sociables, relajadas y trabajan duro para triunfar.

www.eltiempo.com/vida/salud/estudios-sobre-la-generosidad-y-sus-efectos-positivos-para-la-salud-3084



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