Seis de cada diez familias españolas recurren a los abuelos para cuidar de los hijos.

Seis de cada diez familias españolas recurren a los abuelos para cuidar de los hijos.

Los progenitores afirman pasar 3,5 horas al día con sus descendientes entre semana.

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El 60% de familias necesitan la ayuda de otra persona para el cuidado de sus hijos, cifra que asciende al 70% en el caso de los padres separados y familias monoparentales, un apoyo que mayoritariamente (96%) viene del círculo familiar y de confianza, según se desprende del estudio realizado por Kantar en colaboración con el centro La Granja, a petición de Zurich Seguros.

De este modo, el estudio Preocupaciones y retos de la crianza actual en España —basado en una muestra de 1.000 padres y madres con hijos de hasta los 11 años y representativa de los diversas tipos de familias que existen en España— revela que «solo un 4% de la ayuda procede de cuidadores profesionales» y en casi seis de cada diez familias los abuelos son quienes más apoyo brindan a los padres.

De media, los progenitores españoles afirman pasar 3,5 horas al día con sus hijos entre semana, un tiempo que llega a duplicarse los fines de semana. En ese contexto, «solo uno de cada cuatro» encuestados está totalmente satisfecho con el tiempo que dedica con plena atención a su familia, aunque el 69% de las madres consideran que dedican más tiempo a cuidar a sus hijos que su cónyuge.

Según la educadora emocional y directora de La Granja, Cristina Gutiérrez, el estudio evidencia dos realidades: «que la crianza precisa de una red de apoyo de confianza y que la falta de tiempo es un elemento clave de preocupación en las familias». «Estamos ante dos indicadores claros de renuncia a la maternidad o, al menos, de su retraso, provocando el actual descenso de la natalidad», ha apostillado.

En ese contexto, el 44% de los progenitores en España identifica la falta de tiempo como principal dificultad para contribuir al desarrollo escolar de sus hijos, un porcentaje mayor en el caso de los padres no primerizos. Otros obstáculos a la hora de colaborar en la educación de los niños son la dificultad para motivarles para que estudien o hagan los deberes (31%), las diferencias de criterios educativos con el centro escolar (20%) o la falta de conocimientos (18%).

Estas barreras tienen un peso hasta un 50% superior en las familias monoparentales en comparación con el resto. Las familias con un solo progenitor también remarcan otras limitaciones como la falta de acceso a programas de refuerzo escolar (25%) o las dificultades económicas (25%).

El bullying y las pantallas, principales preocupaciones de los padres y madres

Por otro lado, el estudio señala que los aspectos que mayor preocupación generan entre los padres y madres son el acoso escolar y el ciberacoso (38%), junto con el bienestar emocional de los hijos (35%). En tercer lugar (32%) figura el uso abusivo de internet y los dispositivos electrónicos, seguida de cerca por la salud mental de los más pequeños del hogar.

Los padres, como ha especificado Gutiérrez, «son más conscientes que nunca del peligro que conlleva el mal uso o la dependencia a las pantallas» y la «relación directa que tiene con la falta de bienestar emocional de sus hijos». En esa línea, ha asegurado que «aún falta que se den cuenta de que los niños aprenden por su imitación«, por lo que, según señala, «deberían ser ejemplo y reducir el tiempo que pasan con los dispositivos, al menos delante de sus hijos».

En términos de bienestar emocional, la dependencia de las pantallas es la principal preocupación para el 35% de los progenitores, a lo que siguen la falta de confianza, miedos o ansiedad que puedan sentir sus hijos. Así, uno de cada dos padres y madres admiten que sus hijos pasan más tiempo frente a la pantalla del que les gustaría, con una media de entre 1 y 3 horas de uso diario de la televisión, el móvil o la tableta y los ordenadores.

Con el fin de controlar esta actividad, el 52% de las familias establecen límites de tiempo para este tipo de dispositivos y una de cada tres fomenta actividades sin pantallas, pero solo una de cada 4 familias puede afirmar que «predica con el ejemplo» en cuanto a hacer un uso sano y comedido de las pantallas.

Las madres se preocupan por las emociones, los padres por el futuro

Según recoge el estudio, mientras que las mujeres tienden a centrarse más en las preocupaciones emocionales y el presente de sus hijos (por ejemplo, el rendimiento académico), los hombres se preocupan más por el futuro (como el rendimiento escolar o el bienestar de los hijos en caso de faltar sus progenitores).

En ese contexto, el 63% de las familias españolas ha tomado alguna medida para proteger el futuro de sus hijos en caso de fallecimiento. El seguro de vida (30%) es el principal instrumento para garantizar su bienestar en el futuro.

La investigación también muestra una «gran concienciación» de los padres respecto a la sostenibilidad y la igualdad: el 95% de las familias toma medidas relacionadas con la sostenibilidad, como el reciclaje de residuos (68%) y una tercera parte apuesta por el transporte sostenible.

Por otro lado, el 93% de las familias promueve valores como la igualdad de género, el feminismo y los derechos de las mujeres. En un 43% de los hogares se comparten por igual los juguetes y las tareas domésticas, si bien los autores del estudio consideran que hay un «considerable margen de mejora» en aspectos como el uso de lenguaje inclusivo y no sexista.