26 May ¿Se puede hallar una nueva diana para tratar la demencia?.
Investigadores del CIMA-UNAV han identificado un gen potencialmente neuroprotector que contribuye a la resiliencia del cerebro.
Cristina Sáez
El principal factor de riesgo del alzheimer es la edad, lo que hace que en una población cada vez más envejecida, la incidencia vaya en aumento. No existe ningún tratamiento efectivo para esta enfermedad, de la que tampoco se acaba de comprender cómo o por qué se origina. Diversos estudios epidemiológicos realizados con nonagenarios y centenarios han descubierto que el cerebro de un tercio de estas personas , al morir, tenía los marcadores característicos de la enfermedad, pese a que no presentaban los signos de demencia.
Podría haber factores neuroprotectores, como practicar deporte o los años de educación, que estuvieran contribuyendo a esta resiliciencia del cerebro y que lo ayudaran a resistirse a manifestar la enfermedad pese a tener lesiones. En este sentido la investigadora Ana María Garcia-Osta, del Laboratorio de enfermedad de Alzheimer, del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra (UNAV), junto a su grupo han identificado un gen potencialmente responsable de esta resiliencia cognitiva.
En estudios previos han hallado en una población de ratones que no manifestaban demencia, pese a estar genéticamente modificados para ello, una proteína sobre expresada a nivel neuronal. Cuando expresaban esa proteína mediante terapia génica en el cerebro de ratones enfermos, estos mejoraban. Se cree que esta proteína favorece la plasticidad cerebral y participa en la formación de los contactos sinápticos, donde se almacena la memoria durante el proceso de aprendizaje..
Ahora, Garcia- Osta lidera un proyecto para trasladar esta aproximación terapéutica a personas. “El objetivo es ralentizar el avance del alzheimer o si se lograra un diagnóstico temprano, tratar de recuperar las sinapsis perdidas para devolver su funcionalidad al cerebro”, dice Garcia-Osta.
Antes de pasar a estudios con pacientes, los investigadores de CIMA-UNAV deberán validar su hallazgo en otros modelos animales, como primates. “La terapia génica puede ser una muy buena aproximación para tratar enfermedades neurodegenerativas, basada en una única administración cerebral, lo que evitaría efectos secundarios. Sin embargo, aún estamos en una fase muy preliminar”, señala Garcia-Osta.