04 Abr Rutinas para aumentar tu energía después de los 60.
La fatiga es un síntoma que las personas experimentamos de maneras diferentes.
Olga Selma
Todos podemos sentir fatiga al final de un largo día, fatiga por el estrés acumulado, por la falta de sueño o una fatiga más persistente que se alarga por semanas.
Tomar consciencia de las acciones que más nos debilitan como las emociones negativas, una mente dispersa, una dieta poco equilibrada, la falta de ejercicio o una respiración inadecuada es el primer paso para saber de donde viene nuestro cansancio y cuáles son los pequeños cambios que podemos emprender en el día a día.
En esta época del año, muchas personas sufren la denominada astenia primaveral y los síntomas debidos al proceso por el que nuestro organismo debe adaptarse al cambio de estación. Pero, aunque es un trastorno común, no debes resignarte a la falta energía que lo caracteriza. Hay cosas que puedes hacer para mejorar tus niveles de energía de forma natural y te contamos cuales son.
Haz ejercicio
Al ejercitar el cuerpo, se promueve el equilibrio orgánico y se gana más vitalidad y energía. El ejercicio garantiza un sueño de calidad y una mayor circulación de oxígeno por nuestro organismo. También puede conducir a niveles más altos de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a elevar el estado de ánimo, tal y como indica la Universidad de Harvard.
Por supuesto, no hay que precipitarse. Caminar unos 30-40 minutos al día y hacer estiramientos y ejercicios suaves en casa podría ser suficiente.
Come bien para obtener energía
Comer alimentos con un índice glucémico bajo, cuyos azúcares se absorben lentamente, puede ayudar a evitar el retraso en la energía que generalmente ocurre después de comer azúcares de absorción rápida. Los alimentos con un índice glucémico bajo incluyen cereales integrales, verduras ricas en fibra, frutos secos y aceites saludables como el aceite de oliva. Además, si a tu cuerpo le faltan líquidos, uno de los primeros signos es una sensación de fatiga, por lo que debemos mantenernos hidratados y beber unos 6 vasos de agua al día.
Disminuye tus responsabilidades
Una de las principales razones de la fatiga es el exceso de trabajo. El exceso de trabajo puede incluir obligaciones profesionales, familiares y sociales. En este caso debemos tratar de simplificar nuestra lista de actividades, reduciendo las que son menos importantes, y aprender a permitirse pausas, tiempo sin rellenar, así como el hecho de que algunas cosas no pueden resolverse, al menos por el momento. Esta claridad mental y placidez nos aportará una mayor energía.
Controla el estrés
Las emociones inducidas por el estrés consumen enormes cantidades de energía. Hablar con un amigo o familiar, o ver a un psicoterapeuta puede ayudar a disipar el estrés. Las terapias de relajación como la relajación progresiva, la meditación o las distintas técnicas psicocorporales, como el taichí, el yoga o el chikung también son herramientas eficaces para reducir el estrés. El objetivo es detectarlo y, poco a poco, realizar pequeños cambios que nos permitan controlarlo.