21 Feb Retrato del crimen en España: 8.333 mujeres muertas en el último siglo.
Por primera vez, una investigación reúne datos de homicidios desde 1910 a 2014 y explica cómo ha disminuido la brecha de género en los asesinatos.
Durante el año 2014 murieron España 317 personas: 116 eran mujeres y el resto, 201 hombres. De ellas, 51 están consideradas como víctimas de la violencia de género. Lo mismo ocurrió en 2013: de las 109 asesinadas, 54 lo fueron por sus parejas o exparejas. Si la teoría de género explica la mitad de los casos de asesinadas en España, ¿qué sucede con la otra mitad? ¿Por qué mueren y quién las mata? Para responder a esta pregunta, la investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Antonia Linde recopila por primera vez a nivel estatal los datos sobre víctimas de homicidios, separados por hombres y mujeres, desde 1910 hasta 2014.
Su investigación Female Homicide Victimization in Spain from 1910 to 2014: the Price of Equality?, publicada en el European Journal on Criminal Policy and Research, parte de las preguntas del criminólogo Veli Kaarle Verkko, pionero en disgregar datos según sexo de las víctimas, pero que no explica la victimización por homicidio femenino. Él aporta la primera aproximación de cómo podrían afectar las actividades cotidianas o el papel de cada persona en la sociedad con el hecho de que se eleve o se disminuya su riesgo de ser víctima. La idea de la investigadora catalana, en cambio, es contrarrestar lo que hizo el criminólogo finés en su momento. «Lo que vemos es que los hombres y mujeres siguen una tendencia muy similar», cuenta a ABC Linde, «y algo interesante que descubrimos es que la brecha de género disminuye a lo largo de los años analizados».
Ratio de hombres asesinados por cada mujer asesinada
A principios del siglo XX morían 7 hombres por cada mujer asesinada, en los años 40 (durante la dictadura) eran en torno a diez, pero en la década de 2010, esta brecha se acorta a dos muertos por cada asesinada. «Nuestra hipótesis se centra en explicar la otra mitad de asesinatos que sufren las mujeres y no por violencia de género, son víctimas por homicidio en manos de mujeres», explica la profesora. Su idea de partida fue buscar otros factores más allá de la explicación de género, y analiza los datos bajo el prisma de la teoría de las oportunidades, que tiene que ver con las actividades cotidianas mediante las que las personas se exponen al riesgo. Estos indicadores, tienen que ver con el rol o el papel que desempeña la mujer en la sociedad, con su transformación a lo largo de los últimos cien años: el paso de «mujer tradicional» a «no tradicional». Los seis indicadores que analizan son sus niveles de estudios, el número de matrimonios, de divorcios, el nivel de empleo, la tasa de abortos o la edad al tener su primer hijo.
«El hecho de que la mujer esté más incorporada en la vida social ha supuesto una exposición al riesgo. Esto es lo primero que explica que a partir de los años 60 aumente la victimización de homicidio para hombres», cuenta Linde. Se refiere a los últimos años de dictadura, cuando la gente va interaccionando más y, de esta manera, hay mayor posibilidad de que surja el conflicto, a diferencia de los años 50, por ejemplo, cuando disminuye considerablemente el número de ellos. «La mujer, al ocupar un espacio social más relevante, se ha convertido también, al igual que el hombre, en diana».
Víctimas de homicidio en España
Linde destaca la década de los 90, en la que se produce un ligero descenso del número de homicidios. La causa que apunta la investigadora es que, con el desarrollo de internet, los jóvenes pasan menos tiempo en la calle, y aumentan, en cambio, los ciberdelitos (disminuye la interacción o exposición), pero también aparece la seguridad privada (en las discotecas, por ejemplo) y se popularizan las alarmas en domicilios.
El número de mujeres asesinadas víctimas de violencia de género, según el INE, que ofrece datos desde 1991 es de 1.261 hasta la última víctima de este 2020 (8 en el momento de escribir este reportaje). «Hay que luchar por esas muertes, con programas de prevención, por supuesto, pero también por el resto», opina Linde.
Los datos que reúne son claros: los hombres matan más y son muchas más víctimas. En su estudio, ellas suman 8.333 muertes, y ellos disparan la cifra hasta los 68.465 homicidios. «Siempre, la mujer es menos víctima y también menos delincuente. El hombre mata a muchos más hombres, en torno al 65%. Ahí entran en juego otras características de la personalidad», añade la profesora. Pese al grueso de estos números, los sitúa por debajo de la media europea: «Hay que ocuparse, pero no preocuparse», sentencia.