Reflexiones para amortiguar el daño de la cuarentena en casa.

Reflexiones para amortiguar el daño de la cuarentena en casa.

Susana Cruylles, psicóloga clínica, terapeuta de Familia, experta en estrés traumático y visiting professor de la universidad de Stanford, asegura en el siguiente artículo que actualmente estamos «físicamente aislados, pero socialmente conectados».

S.F

Creo que no hace falta que describa de nuevo lo que estamos viviendo en nuestro país y en el mundo entero. Incertidumbre, caos, shock, miedo, enfado tristeza, nervios, frustración, impotencia, negación… son palabras de emociones que no paro de ver y oír a mi alrededor (y de sentir en mi misma).

En una situación como esta, de peligro para la salud, lo que tiene prioridad son, la salud física y la seguridad básica. Una vez que estas necesidades primarias están cubiertas, pueden aparecer una serie de síntomas psicológicos y psiquiátricos que son necesarios tener en cuenta, atender, y a ser posible prevenir, ya que la parte emocional dañada, si no se atiende, revierte de nuevo negativamente sobre la física, causando daños en la salud tan importantes como los efectos del tabaco o del alcohol.

Aparte de los enfermos psiquiátricos ya diagnosticados, muy sensibles a esta inestabilidad social, se podrían considerar tres grupos de población de riesgo de posibles daños psicológicos derivados: primero las familias afectadas por la enfermedad, los duelos y las perdidas. Segundo, los profesionales sanitarios, grandes héroes en este proceso, con turnos infinitos, falta de protección, ausencia de materiales médicos, con pocos recursos y teniendo que decidir quien tiene mas posibilidades de vivir. Terrible. Y el último grupo y en paralelo a los anteriores, la dura situación de cuarentena y aislamiento bajo la que estamos toda la población, sin excepción.

Respecto a las consecuencias en la salud mental de la enfermedad y pérdidas de seres queridos, me consta que este grupo recibirá ayuda psicológica inmediata y profesional. También se está interviniendo con los profesionales sanitarios, elaborándose procedimientos de autocuidados y recursos emocionales para el personal hospitalario.

En el tercer grupo de riesgo estamos todos incluidos por el impacto psicológico de la cuarentena que crea un estado de aislamiento excepcional como consecuencia de la expansión de una enfermedad y para proteger a toda la población. En un primer momento la cuarentena produce enfado, rabia, impotencia, incluso negación de la situación. La literatura científica describe también síntomas de ansiedad, insomnio, posteriormente aumento del consumo de sustancias y de alcohol. Aumento de las tasas de depresión y el consiguiente aumento de riesgo de suicidio.

Cuando la orden de cuarentena se levante es posible que, además, muchas personas hayan perdido su trabajo o negocio, o que entren en crisis económica por estas pérdidas. Estos efectos no serán inmediatos y durarán. Frente a este panorama me gustaría prevenir o amortiguar estos daños compartiendo unas reflexiones.

En primer lugar, piensen que el quedarse en cuarentena, sin tener síntomas, aunque sea obligada, es en sí algo altruista, que lo están haciendo para poder frenar entre todos esta pandemia. Si lo analizan, esto da sentido, ayuda a entender y a aguantar la dureza de este aislamiento. Sin cada uno de ustedes esto no es posible pararlo. La cuarentena es por los demás.

Como segunda reflexión, en este aislamiento, les sugiero que se fuercen a construir una nueva rutina diaria en la que estimulen su actividad intelectual, tengan su rato de ocio, no se desconecten de lo laboral, hagan ejercicio y meditación o mindfulness si lo practican.

Y por último, es muy importante que se mantengan socialmente conectados. En otras épocas y otras cuarentenas no existían las posibilidades tecnológicas de comunicación que tenemos hoy en día, lo que hacía que los efectos fueran mas devastadores. Les animo a que se comuniquen, que se conecten mental y emocionalmente, que hablen y escriban diariamente a todos sus seres queridos, a sus compañeros de trabajo, colegas, familiares, vecinos, amigos en otros países. Envíen fotos, chistes y artículos para que lean. Recomiéndense libros, series, ideas, opiniones.

regunten cómo están y comenten. Cuídenlos y preocúpense por ellos. Las comunicaciones hoy en día permiten múltiples formatos de conexión, y en esta era tecnológica, aprovechémonos. Entre todos, si estamos y nos sentimos conectados podemos prevenir problemas psicológicos, que éstos sean mas cortos, y poder hacer menos traumática y menos dura toda esta situación. Como me decía un gran amigo en un mensaje: físicamente aislados, socialmente conectados.

https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-reflexiones-para-amortiguar-dano-cuarentena-casa-202003170159_noticia.html



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