Reclaman mayor atención a los niños y jóvenes que sufren el trastorno por déficit de atención

Reclaman mayor atención a los niños y jóvenes que sufren el trastorno por déficit de atención

* Investigadores y personas que conviven con el TDAH presentan el informe ‘Voces Reales’
* Denuncian los problemas que tienen a conseguir el diagnóstico, el rechazo por parte de algunos profesores y el coste del tratamiento

José Luis Álvarez – BRUSELAS

Hacer más visibles a los niños y jóvenes que sufren el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), que se conozcan los problemas para diagnosticar esta afección que afecta a dos de cada 20 jóvenes, las dificultades que encuentran en la escuela y evitar que sean socialmente estigmatizados es el objetivo de «Voces Reales», documento presentado por la asociación ADHD Aliance for Change esta semana en el Parlamento Europeo. En España se estiman que hay unos 400.000 niños y adolescentes con TDAH, lo que supone entre el 5 y el 7% de los estudiantes lo padecen, mientras que el número de adultos que continúan sufriéndolo a lo largo de su vida ronda el 3%.

El TDAH es un desequilibro en las sustancias químicas presentes en el celebro. Esto genera diversos problemas en la vida de estas personas. Es probable que sean creativas y que cuenten con una capacidad de pensamiento muy flexible, incluso con altos índices de capacidad intelectual. Sin embargo, cosas como recordar datos importantes o pensar antes de hablar pueden suponer todo un reto. Esto significa que en lugares como en la escuela o en el trabajo pueden tener serios problemas educativos y laborales.

De ahí la necesidad de hacer que estos niños y jóvenes «sean más visibles» para la sociedad, según destaca la eurodiputada del PP, Rosa Estarás, además madre de un hijo con TDAH. Para ello,»Voces Reales» quiere presentar a los encargados de diseñar las políticas públicas en la UE «las necesidades de las personas afectadas, no solo desde el punto de vista de los que lo padecen, sino también de las familias, de los profesores, del sistema de salud que debe diagnosticarlo y del sistema de servicios sociales que debe aportar las ayudas necesarias», según explica Fulgencio Madrid, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperatividad y miembro del comité de expertos Aliance for Change, una iniciativa que cuenta con el apoyo del laboratorio Shire.

En «Voces Reales» no son los científicos los que cuentan el problema, «lo hacen los niños, las familias, los profesores que muchas veces no saben lo que hacer», apunta Madrid, que reconoce que poco a poco el trastorno se tiene cada vez más en cuenta por las legislaciones autonómicas, las primeras fueron Murcia, Canarias, Baleares, Navarra, a las que han seguido otras, y ahora también la nueva Ley Organica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) hace referencia al trastorno.

Rosa Estará recuerda que el primer problema es obtener el diagnóstico del TDAH. Los primeros en dar la voz de alarma deberían ser los profesores, «de ahí está la importancia de que estén formados». Y es que en muchos casos, los niños que se levantan y molestan, o los que tienen dificultades con las asignaturas, especialmente con la lengua, o incluso los que no participan en la actividades del aula son potenciales casos del trastorno.

Según el documento, a estos los pequeños «les resulta difícil seguir las clases largas, se notan en desventaja con los exámenes escritos de alta exigencia, y recordar que deben hacer o entregar los deberes escolares puede provocar conflictos con los profesores». Estos deberes son «una fuente de conflicto» y una «tortura».

Educación inclusiva

«Algunos profesores, y también de la sociedad, ven al niño como un vago», subraya Rosa Estarás. Incluso un sector del profesorado se niega a reconocer esta afección y excusa su ignorancia culpando a los padres de «no saber educar a sus hijos», añade Fulgencio Madrid. «Forzar a los niños con TDAH a adaptarse a los métodos de enseñanza tradicionales es como pedir a un niño postrado en una silla de ruedas que se levante y camine», apunta una madre belga de 48 años. «No queremos tener problemas con la escuela porque tengo miedo de que, en represalia, traten todavía peor a mi hijo», añade otra mujer española de 39. Al calificativo de vagos se les añade también el de»discapacitados» y se dice que el TDAH es «algo inventado por los médicos».

Por todo ello Estarás reclama atención para este colectivo que como en todos los trastornos «es importante hacerlo visible», con una educación «inclusiva» y no que deje a un lado los estudiantes. «Los afectados por el trastorno no queremos sentirnos diferentes a otras personas, sólo quiero que entiendan que tengo TDAH, pero soy normal, aunque me cueste más entender cosas tan sencillas como un juego de mesa, de cartas o atender a una explicación de mi jefe», añade Tomás, un joven que no tuvo oportunidad en su día de recibir el tratamiento.

Pero es que además, conseguir un diagnóstico de un TDAH cuesta mucho dinero en visitas a psicólogos, neurólogos y psiquiatras. Su rapidez es esencial para poner en marcha el tratamiento. «El trastorno existe y está catalogado», según la eurodiputada del PP, que por ello reclama una legislación para que las familias encuentren apoyos. Como ejemplo cabe destacar que una familia puede pagar 400 euros en text para determinar si el niño sufre TDAH, a ello se suman 250 euros en analíticas y las minutas correspodientes de neurólogos, psicólogos o psiquiatras. Luego, los fármacos no son tampoco baratos, pero la medicina pública al tratarse de una afección crónica sufraga buena parte.

Fulgencio Madrid concluyó que el TDAH «no es un problema escolar, es un problema de salud mental» y su nombre es «una discapacidad». Por ello recordó que para Naciones Unidas el apoyo a los discapacitado es uno de los derechos humanos a defender.

www.elnortedecastilla.es/sociedad/salud/201410/18/reclaman-mayor-antencion-ninos-20141017234729-rc.h



Pin It on Pinterest

Share This