31 Oct Razones para vacunarse de la gripe
La llegada del frío trae consigo la temporada del máxima incidencia del virus de la gripe, razón por la que desde la segunda quincena de octubre está en marcha la campaña de vacunación antigripal, con el objetivo de reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad.
La campaña de vacunación está dirigida fundamentalmente a proteger a personas mayores de 65 años y a las personas de cualquier edad que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe y a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones.
Además, se recomienda vacunar a las personas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales en la comunidad y personas con exposición laboral a virus aviares o porcinos.
¿Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus. Entre sus características más importantes está su elevada capacidad de transmisión de una persona a otra. Se presenta generalmente en invierno y de una forma epidémica, es decir, que cada año nos enfrentamos a una temporada en la que puede producirse una gran actividad y circulación del virus de la gripe (predominantemente en los meses de noviembre a marzo).
La gripe es un importante problema de salud, tanto por la mortalidad que puede provocar directa o indirectamente, como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes económicos y sociales que origina. La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50% en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.
El virus causante de la gripe tiene una elevada capacidad de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie (proteínas que tienen especial relevancia en la capacidad de infección del virus y frente a las que los seres humanos producimos anticuerpos que nos protegen). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus gripales, frente a los que el ser humano no tiene protección.
Actualmente existen vacunas antigripales con una alta efectividad y seguridad para controlar la gripe, pero debido a esta alta capacidad de los virus gripales de variar año tras año la vacuna debe actualizarse cada nueva temporada y administrarse anualmente.
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha elaborado un decálogo con recomendaciones a seguir ante la enfermedad, así como una lista de razones por la que vacunarse.
Recomendaciones ante la gripe
- La gripe es una infección vírica aguda que se transmite fácilmente de una persona a otra y puede afectar a personas de cualquier edad.
- Los síntomas de gripe duran generalmente una semana y se caracterizan por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta, tos seca y mucosidad nasal. No obstante, con frecuencia los pacientes con gripe tienen síntomas catarrales leves.
- La gripe es generalmente una enfermedad autolimitada y de curso benigno que no requiere de tratamiento antibiótico, recuperándose la mayoría de los afectados en una o dos semanas.
- La gripe puede ser causa de desestabilización en los pacientes con enfermedades crónicas y producir neumonía, enfermedad grave y muerte, fundamentalmente en poblaciones de alto riesgo.
- En casos graves o en pacientes con riesgo elevado de complicaciones relacionadas con la gripe es importante acudir al médico e iniciar tratamiento con antivíricos lo antes posible.
- La gripe es una enfermedad que se trasmite a las personas cercanas que inspiran las gotitas respiratorias producidas por la tos y estornudos, o incluso al hablar. También se puede trasmitir a través de las manos contaminadas y del contacto con superficies u objetos con presencia del virus e inoculación posterior al tocarse la propia boca o nariz.
- La mayoría de personas pueden infectar a otras desde un día antes del inicio de los síntomas de gripe, hasta 5 a 7 días después del inicio de los mismos.
- Para prevenir el contagio se recomienda evitar el contacto con personas enfermas. Así mismo se recomienda que las personas con gripe permanezcan en su domicilio en lugar de asistir al colegio o el trabajo mientras dure la enfermedad. Es aconsejable cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo cuando se tosa o estornude. Se deben lavar las manos con frecuencia mediante el uso de agua y jabón o una solución alcohólica. Es necesario evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- La vacunación es la forma más eficaz de prevenir la infección. La vacunación se recomienda fundamentalmente a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer gripe y que son las siguientes: mayores de 6 meses con enfermedades crónicas, personas con obesidad mórbida y/o algún tipo de inmunodeficiencia, mayores de 65 años y mujeres embarazas.
- Los profesionales que proporcionan servicios esenciales en la comunidad, los profesionales sanitarios que trabajan con personas con alto riesgo de tener complicaciones por la gripe y los familiares de estas personas, también deben vacunarse de gripe.
Ocho razones para vacunarse de la gripe
- La gripe es una infección muy frecuente en atención primaria y en el hospital.
- La gripe puede tener graves complicaciones en personas sanas y especialmente en personas con enfermedades subyacentes. Una de cada cuatro personas con gripe atendida en el hospital tiene una neumonía, siendo la infección gripal la causa más frecuente de neumonías durante los meses de invierno.
- Más de un tercio de las personas que tienen gripe tienen pocos o ningún síntoma. Sin embargo, las personas con enfermedad asintomática también transmiten la gripe.
- La gripe es muy contagiosa. Se transmite por vía respiratoria (menos de 1 metro) y por contacto directo e indirecto. Con frecuencia los casos de gripe de pacientes hospitalizados son transmitidos en el hospital. Si un paciente tiene gripe, éste se la trasmitirá a uno de cada cuatro profesionales sanitarios y a uno de cada tres pacientes con el que tenga contacto.
- La vacuna antigripal en los sanitarios está recomendada ya que reduce el riesgo de transmisión a los pacientes que atendemos y con ello las complicaciones y la muerte secundarias y además protege a los propios profesionales y a sus familiares del riesgo de contraerla y reduce las bajas laborales asegurando el cuidado de nuestros pacientes.
- La cobertura vacunal mínima necesaria entre los sanitarios para proteger eficazmente a nuestros pacientes es del 60%.
- Los profesionales sanitarios tenemos la obligación ética de prevenir la transmisión de enfermedades como la gripe a nuestros pacientes porque tenemos la responsabilidad de hacerles el bien y evitarles el daño.
- La vacuna de la gripe es segura.