¿Qué hay que preguntar al pediatra antes de emprender las vacaciones de verano?

¿Qué hay que preguntar al pediatra antes de emprender las vacaciones de verano?

Uno de los fallos más habituales de los padres a la hora de viajar con sus hijos es no consultar al pediatra con un tiempo suficiente de antelación.

REDACCIÓN

En estos meses de verano son muchas las familias que deciden viajar con sus hijos para disfrutar de las vacaciones. Es entonces cuando a los adultos les comienzan a asaltar toda una serie de preguntas y preocupaciones en torno a las indicaciones que deben seguir para viajar con sus hijos sin problemas. Con el objetivo de ayudar a aclarar posibles dudas respecto a este tema, el pediatra del Hospital de Día Quirónsalud Donostia, Kenio Cavour, ofrece una serie de recomendaciones dirigidas a todas las familias para tener en cuenta durante estas vacaciones.

En la actualidad, son muchas las páginas web, blogs y foros que se pueden encontrar en la red sobre recomendaciones sanitarias. Sin embargo, los expertos recuerdan que lo más importante es consultar al pediatra con un tiempo de antelación de entre unas 4-6 semanas. Para prepararse ante el calendario vacunal, así como para la adaptación al país de destino y al tipo de actividad que desarrollaremos en el mismo, es recomendable no contar con el tiempo justo.

Respecto a los consejos que ofrece el pediatra del Hospital de Día QuirónSalud Donostia destacan el de mantener una higiene frecuente de manos con el consiguiente consumo de agua embotellada o hervida y filtrada incluso para el lavado de dientes, evitar el empleo de cubos de hielo en las bebidas, protegerse de los insectos mediante el uso de repelentes, informarse del sistema de salud del destino, preparar un botiquín especial para el viaje y amamantar durante el despegue y aterrizaje de un vuelo a fin de disminuir el dolor de oídos.

En cuanto a la hidratación y la protección solar, el pediatra Kenio Cavour subraya la importancia que tiene prestar atención en las piscinas, ya que no cuentan siempre con socorristas, cuidar la alimentación evitando productos refrigerados o de dudosa refrigeración, así como los contrastes térmicos.

Por último, es importante recordar que lo más importante a veces es lo más básico, y es que entre los fallos que más cometemos durante el verano se encuentran asuntos tan básicos como la falta de preparación al lugar del destino, la depositación de nuestra confianza en la suerte, realizar la visita al pediatra en la última hora y no respetar el conocido como trípode de oro del verano, es decir, la sombra, la hidratación y la protección.

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