20 Dic Qué es la endometriosis
La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas más frecuentes, pero de las más difíciles de identificar porque a menudo se asocia con el dolor de la menstruación. Se calcula que entre el 15% y el 20% de las españolas en edad fértil sufre endometriosis.
Cuando una mujer tiene endometriosis, el tejido que reviste el útero –llamado endometrio-crece fuera de él y se convierte en tumores o implantes que pueden aparecer en cualquier parte del organismo, aunque fundamentalmente lo hacen en la cavidad pélvica.
Síntomas de la endometriosis
Los síntomas principales de esta enfermedad son el dolor y la esterilidad. El dolor puede presentarse durante las menstruaciones, durante el coito, con la defecación, al orinar durante los periodos menstruales o bien en forma de dolor de espalda. También son habituales los dolores pélvicos generalizados con distensión abdominal y el síndrome de fatiga crónica.
Se han desarrollado esquemas terapéuticos tanto médicos como quirúrgicos cada vez más eficaces para el tratamiento del dolor, y ello ha permitido controlar la sintomatología en algunas pacientes.
Además, existe una clara relación entre la endometriosis y la esterilidad. Esta enfermedad puede alterar la fertilidad por varios mecanismos. Se calcula que entre un 30-50% de pacientes con endometriosis presentan esterilidad, por lo que es frecuente que las pacientes diagnosticadas de endometriosis tengan que recurrir a técnicas de fecundación artificial para lograr el embarazo.
Tratamiento de la endometriosis
El tratamiento dependerá del grado de afectación de la paciente y de sus deseos de gestación, ya que no está indicada la cirugía para quitar un pequeño quiste si la mujer no tiene deseos claros de tener un hijo. La cirugía es el método adecuado para el tratamiento de las adherencias y de endometriomas grandes, y su objetivo es el de restablecer la anatomía alterada y extirpar la mayor cantidad posible de tejido afectado.
Con respecto a los tratamientos médicos, todos hormonales, su objetivo es el de interrumpir el estímulo cíclico hormonal y el sangrado. Son eficaces en el tratamiento de la dismenorrea, dispareunia y dolor pélvico.
Causas de la endometriosis
El tejido endometrial responde a los cambios hormonales provocados por el funcionamiento del ovario, preparándose a lo largo del ciclo para poder albergar en su momento al óvulo fecundado. Llegado el final del ciclo, y si no se ha producido el embarazo, se desprende, dando lugar al sangrado menstrual.
Estos mismos procesos de sangrado ocurren en el tejido endometrial que se encuentra fuera de la cavidad uterina en las mujeres afectadas de endometriosis, de manera que se produce un sangrado en el momento de la menstruación en lugares en los que no existe una salida natural, por lo que los restos de sangre se acumulan formando quistes que se denominan endometriomas.
Prevención de la endometriosis
La dificultad de diagnosticar la enfermedad, su tendencia a reaparecer, su progresión imprevisible, el desconocimiento de las causas que la producen y la falta de una terapia totalmente efectiva para su curación influyen también en el hecho de que no existan unas pautas concretas para su prevención.
Pronóstico la endometriosis
Es una enfermedad que tiene consecuencias físicas y emocionales importantes debido a su naturaleza incapacitante que puede afectar a la mujer en su ámbito laboral, en sus relaciones de pareja, amigos y compañeros de trabajo, y en su capacidad de tener hijos.
Asimismo, existe un componente de escepticismo asociado a esta enfermedad por parte de algunos profesionales médicos y de la sociedad en general debido a que los síntomas habitualmente acompañan a la menstruación, con la creencia generalizada existente sobre la “normalidad” del dolor menstrual, lo que puede provocar en la paciente un sentimiento de soledad e incomprensión al tardar en diagnosticarse más tiempo que otras patologías y ser tildados de síntomas psicosomáticos.
Por ello, es importante el apoyo de los profesionales médicos y el soporte y entendimiento por la pareja, familia y amigos, así como hablar con mujeres que estén pasando por la misma situación.
Las investigaciones van encaminadas a encontrar la causa que la produce y sus mecanismos de crecimiento. En los últimos años, se han conseguido en terapias que la minimizan y hay esperanzas de encontrar un tratamiento que la cure. Hasta entonces, es importante el trabajo multidisciplinar de especialistas para el establecimiento de protocolos diagnósticos y terapéuticos adecuados y desarrollar investigaciones que mejoren la calidad de vida de las pacientes.