Puntos violeta: ¿Qué puedo hacer si conozco un caso de violencia machista?.

Puntos violeta: ¿Qué puedo hacer si conozco un caso de violencia machista?.

Igualdad lanza una campaña para que comercios, empresas y particulares se identifiquen como “lugares seguros” para las víctimas.

Pilar Álvarez.

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La violencia machista es un problema social y público que incumbe a todas las personas. Sin embargo, las denuncias del entorno apenas llegan a un 3% y también son residuales las de posibles testigos presenciales. La última iniciativa del Ministerio de Igualdad, los puntos violeta, busca incrementar exponencialmente esa implicación, concienciar de que esa lucha “es una responsabilidad de todos”, en palabras de la ministra, Irene Montero.

Montero ha presentado este miércoles una campaña para que comercios, empresas, negocios públicos y privados y también personas particulares se identifiquen como puntos seguros a los que pueden acudir las víctimas en busca de ayuda. 28 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en 2021. Son 1.106 mujeres desde que empezó la contabilidad oficial en 2003 y 40 niños asesinados desde 2013.

Las personas interesadas en sumarse pueden bajarse los distintivos y las guías con consejos sobre cómo ayudar pinchando en este enlace. No se trata de que las mujeres denuncien en estos lugares, sino que sepan que son sitios en los que las pueden ayudar y dirigir a servicios especializados. “Tenemos un objetivo muy claro, llegar siempre a tiempo”, ha señalado este miércoles Montero, en la presentación de la iniciativa y del catálogo de medidas urgentes contra la violencia machista recién aprobado por el Consejo de Ministros. Un acuerdo impulsado por el repunte de asesinatos en mayo. En apenas una semana se registraron seis casos. En solo 30 días hubo más asesinatos que en los cuatro primeros meses del año.

“El objetivo es que toda la sociedad sepa que cada uno y cada una de nosotros puede hacer algo para erradicar la violencia contra las mujeres. Que ellas sepan que no están solas y que un comercio que tenga este distintivo visible es un lugar seguro. Que sepan que tienen un acompañamiento de la sociedad”, ha dicho la ministra.

La guía incluye consejos y respuestas. “Puede que sepas que una mujer cercana a ti está enfrentando violencia. Quizá has presenciado una agresión en la calle o la escuches del otro lado de la pared, y tengas dudas de cómo proceder. Puede incluso que tú estés viviendo una situación de violencia”, plantea el manual, centrado tanto en la violencia que se sufre en el seno de la pareja o expareja como en las agresiones sexuales.

En el texto se incluyen los distintos teléfonos de atención a las mujeres —desde el 016 de atención a las víctimas a un teléfono para pedir asistencia para las mascotas (673 765 330) y ofrece pautas y consejos para posibles testigos—. Recomienda, por ejemplo, intentar grabar con un móvil la situación: “Este tipo de pruebas son muy importantes para el atestado. Pon estas grabaciones a disposición de la Policía y/o Guardia Civil”, recomienda y recuerda que no se compartan por redes sociales. En los casos de violencia de pareja o expareja, pueden denunciar tanto la víctima como otras personas, aunque muchas tienen dificultad para hacerlo y pueden tardar años.

Sobre las agresiones sexuales —que siempre deben ser denunciadas por las víctimas al ser delitos semiprivados— recuerda que “lo primero” es acompañar y atender a la víctima con empatía, “escucha activa y sin juzgar lo sucedido”. “No le hagas preguntas incómodas”, añade. En estos casos no lo puede denunciar solo una tercera persona, la víctima debe de haberlo denunciado primero, pero sí acompañar a la víctima y ofrecer su testimonio. Si ha ocurrido de forma reciente, se recomienda asistencia médica. “Este paso es importante porque pueden tomarse muestras biológicas y detectarse posibles Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Para ello es aconsejable no lavarse”.

La guía incluye además definiciones de algunos de los distintos tipos de violencia machista: física, sexual, económica —“lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona”—; psicológica o digital, de la que el ciberacoso es las más características “mediante estrategias humillantes que afectan a la privacidad e intimidad”.



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