Protagonista: el Parkinson

Protagonista: el Parkinson

NEUROCIENCIA | Historia de la medicina
Los médicos vieron rápido las posibilidades del cine para la práctica clínica

Isabel F. Lantigua | Madrid

El ensayo de James Parkinson, publicado en 1817, marcó el inicio de la historia moderna de la enfermedad que tomó por nombre el apellido del autor, aunque él la llamaba «parálisis agitante». Este texto fue un hito y definía muchos de los síntomas del Parkinson, como los temblores involuntarios y la pérdida de masa muscular. Pero pese a su enorme valor, el documento tenía una carencia: no contaba con imágenes que ayudaran a los médicos a identificar bien los signos de la patología.

Las primeras fotografías de pacientes con Parkinson llegaron gracias al empeño del doctor Jean-Martin Charcot, que durante sus famosas lecciones de los jueves, hacia 1878, mostró imágenes de personas con Parkinson de pie, caminando y realizando diversas tareas de la vida cotidiana. En ellas ya se apreciaba la rigidez facial y postural típica de los afectados.

Sin embargo, la verdadera revolución vino con las imágenes en movimiento. En 1895 el mundo descubrió el cine y, poco después, el neurólogo belga Arthur Van Gehuchten adivinó el potencial que esta nueva tecnología podía tener para la práctica clínica. Desde 1905 comenzó a filmar a pacientes suyos con diferentes enfermedades del sistema nervioso, entre ellas el Parkinson.

Parte de su colección, que se conserva en el Archivo Cinematográfico de Bruselas, incluye una serie de cortos con 12 enfermos de Parkinson, grabados en su entorno familiar, como por ejemplo en el jardín de su casa. Según reconoce un artículo de la revista ‘The Lancet’ estas películas muestran sin trampa ni cartón los efectos de la enfermedad.

Todos los protagonistas padecen bradiquinesia (lentitud de movimientos y del discurso) y, en diversos grados, les cuesta desplazarase sin arrastrar los pies. También muestran rigidez, tanto en las articulaciones como en la expresión de la cara.

«Se trata de un documento de interés extraordinario, más teniendo en cuenta que estos pacientes no llegaron a beneficiarse de la terapia con dopa (levodopa) -el fármaco más eficaz para tratar los síntomas del Parkinson, que apareció en 1967-«, explica Anne Jeanjean, del Centro de Medicina de Sommeil, Bruselas, que firma el artículo.

Gracias a esta primera película los médicos descubrieron que el vídeo era una parte esencial del diagnóstico del Parkinson y, en la actualidad, las grabaciones constituyen un componente más del historial médico de muchos pacientes.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/11/23/neurociencia/1322066587.html