Primeros 1.000 días de vida de un bebé condicionan su salud, según expertos

Primeros 1.000 días de vida de un bebé condicionan su salud, según expertos

Los médicos han alertado de que posibles alteraciones en la formación de la microbiota intestinal pueden ser un factor de riesgo en la aparición de trastornos crónicos inmunológicos, como alergias o enfermedades autoinmunes.

EFE – BARCELONA

Los hábitos de vida durante los primeros 1.000 días de bebé pueden condicionar el riesgo de padecer enfermedades en el futuro, según han coincidido en señalar expertos que han participado hoy en Barcelona en las V Jornadas Científicas Internacionales de la Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil.

En las jornadas, que han congregado a 300 expertos mundiales en nutrición infantil, los médicos han alertado de que posibles alteraciones en la formación de la microbiota intestinal pueden ser un factor de riesgo en la aparición de trastornos crónicos inmunológicos, como alergias o enfermedades autoinmunes.

«La prevención de enfermedades debe empezar desde el nacimiento e incluso antes. Existe una sólida evidencia científica de que tanto la nutrición como los hábitos de vida durante los primeros 1.000 días pueden tener efectos a largo plazo», ha afirmado la directora de la Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil, Cristina Campoy.

Según los participantes en las jornadas, que concluirán mañana, algunos estudios señalan que factores como el índice de masa corporal de la madre antes de la gestación, la ganancia de peso durante el embarazo, el tipo de parto o la alimentación en los primeros meses de vida, pueden contribuir a tener una mayor predisposición a padecer determinadas enfermedades.

«Los avances en alimentación infantil conllevarán el desarrollo de productos altamente especializados, capaces de prevenir patologías como la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, la hipertensión, alergias, la disbiosis intestinal, alteraciones del desarrollo cognitivo, enfermedades mentales, patologías autoinmunes o cáncer», ha asegurado Campoy.

Según la profesora de Desarrollo Endocrino de la Universidad de Cambridge, Susan Ozanne, «el contexto al que estamos expuestos durante las etapas de desarrollo tiene un impacto permanente en nuestra salud a largo plazo y la nutrición es uno de estos factores».

El coordinador de la Unidad de Pediatría del Hospital Quirónsalud de Valencia, Gonzalo Pin, ha aseverado que «nuestro bienestar estará influido por cómo se alimentaron nuestras madres durante el embarazo, como nos alimentaron durante nuestros primeros años de vida y lo que ingerimos en nuestra niñez».

La formación de la microbiota y la influencia en nuestra salud es otro de los aspectos que centran las conferencias de estas jornadas.

«Existen argumentos científicos sólidos que apuntan a que los trastornos inmunológicos observados en los adultos podrían ser la consecuencia de una implantación bacteriana inadecuada en la mucosa intestinal en una edad temprana», ha remarcado Flavia Indrio, responsable de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica y Motilidad de la Universidad de Bari.

«Entender los factores que determinan la colonización en edades tempranas podría facilitar estrategias para adquirir un microbioma que ayude a promover la salud», ha dicho el profesor Francisco Guarner, de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo del Hospital Universitario Vall d’Hebrón.

En este sentido, los especialistas han sugerido que la toma de probióticos y prebióticos durante las primeras semanas de vida puede contribuir a la formación de una microbiota sana, que junto a la ingesta de nutrientes funcionales pueden prevenir enfermedades en etapas posteriores de la vida.

www.lavanguardia.com/vida/20180426/443024931320/primeros-1000-dias-de-vida-de-un-bebe-condicionan-su



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