31 Ago Practicar ejercicio físico adaptado es fundamental para el bienestar de las personas mayores.
Practicar ejercicio físico adaptado a la edad y a las enfermedades de los pacientes no solo tiene beneficios sobre el aparato locomotor, sino también a nivel psicológico, intelectual y favorece la relación entre las personas mayores. De hecho, es una de las herramientas más eficaces para retrasar la progresión del anciano al estado de fragilidad, mejorar el bienestar psicológico y, al mismo tiempo, lentificar la pérdida de memoria, siempre que los mayores lo realicen de forma sistemática y correcta.
Geriatricarea
Según la Organización Mundial de la Salud, la Actividad Física en adultos mayores de 65 años consiste en actividades recreativas o de ocio, como tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en las actividades diarias, tal y como recuerdan desde Siel Bleu España, fundación sin ánimo de lucro que mejora la calidad de vida de las personas, promoviendo los beneficios de la actividad física mediante programas de ejercicios personalizados, divertidos e interactivos.
En este sentido, la OMS recomienda que:
- Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
- Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
- Se realicen actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
- Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida que su estado se lo permita.
Según la Organización Mundial de la Salud, la Actividad Física en adultos mayores de 65 años consiste en actividades recreativas o de ocio, como tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en las actividades diarias, tal y como recuerdan desde Siel Bleu España, fundación sin ánimo de lucro que mejora la calidad de vida de las personas, promoviendo los beneficios de la actividad física mediante programas de ejercicios personalizados, divertidos e interactivos.
En este sentido, la OMS recomienda que:
- Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
- Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
- Se realicen actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
- Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida que su estado se lo permita.
Estas recomendaciones son extensivas a los adultos mayores con discapacidad, siempre y cuando se adapten a cada persona en función de su capacidad de ejercicio, de sus limitaciones y de los riesgos específicos para su salud, advierten desde Siel Bleu. Gracias ello los adultos mayores inactivos o con enfermedades limitantes verán mejorada también su salud en alguna medida.
Tal y como destacan desde Siel Blue, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas mayores físicamente activas:
- Presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión, un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una mejor masa y composición corporal.
- Presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.
La Enfermedad de Alzheimer es un trastorno que implica un deterioro generalizado y progresivo en la persona que la padece, además de alterar de forma significativa el entorno que la rodea, sobre todo del cuidador principal. Lo habitual es que se desarrolle lentamente, y gradualmente empeora a medida que disminuye la función cerebral y las células cerebrales eventualmente se marchitan y mueren.
Aunque en la actualidad no hay cura para esta enfermedad mantener una dieta saludable, seguir terapias de estimulación cognitiva y realizar de ejercicio físico ayudan a ralentizar su progresión. Desde Siel Blue recomiendan practicar diariamente estos cuatro ejercicios para mejorar el bienestar de las personas con Alzheimer: