15 Sep Por qué tienes que tomar vitamina C, según la OCU.
Un nutriente esencial que nos vemos obligados a consumir a través de los alimentos.
Tony Esteve
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La vitamina C es un nutriente esencial con múltiples beneficios para la salud de las personas. Como el ser humano no la produce de manera natural, nos vemos obligados a conseguirla a través de los alimentos que ingerimos. La vitamina C es necesaria para nuestro organismo por su capacidad antioxidante y por favorecer la creación de colágeno, fundamental para la integridad de la piel y la cicatrización de las heridas y que, además, ayuda a evitar el desgaste de las articulaciones y a mantener de la densidad ósea. Igualmente, esta vitamina favorece la absorción del hierro, por lo que es buena para tratar la anemia. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores) lo tienen claro: la vitamina C “es determinante para un buen número de reacciones metabólicas tanto en los animales como en las plantas. Su carencia causa escorbuto en los humanos”.
Por todo ello es fundamental consumir alimentos ricos en vitamina C, aunque las necesidades de ingesta varían en función de nuestra edad y el estilo de vida, entre otros factores. Según la OCU, entre las propiedades y beneficios de tomar vitamina C figura su contribución a “multitud de procesos”:
- Funcionamiento normal del sistema inmunitario durante el ejercicio físico intenso y después de este.
- Formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos, de los huesos, de los cartílagos, de las encías, de la piel y de los dientes.
- Metabolismo energético normal.
- Funcionamiento normal del sistema nervioso.
- Función psicológica normal.
- Funcionamiento normal del sistema inmunitario.
- Protección de las células frente al daño oxidativo.
- Disminución del cansancio y la fatiga.
- Regeneración de la forma reducida de la vitamina E.
- Mejora de la absorción del hierro.
En lo que la absorción del Hierro se refiere, es bueno consumir vitamina C junto a alimentos ricos en hierro de origen vegetal, como las legumbres, las hojas verdes y los frutos secos, por ejemplo, puesto que la vitamina C hace que se absorba entre dos y tres veces más de hierro.
La relación entre la deficiencia de vitamina C y los efectos psicológicos adversos ha sido estudiada por los científicos desde hace años y existe evidencia que sugiere que la deficiencia de vitamina C está relacionada con efectos en nuestro estado de ánimo y cognitivo. Por ello, las personas que tienen deficiencia de vitamina C a menudo se sienten fatigadas o deprimidas.
En cuanto a su poder antioxidante, la vitamina C protege las células de nuestro cuerpo contra los daños causados por los radicales libres, los compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Los radicales libres empiezan a dañar las membranas celulares, las proteínas y el ADN en un proceso conocido como estrés oxidativo. Y este puede provocar que la piel envejezca prematuramente y tenga un aspecto apagado y cansado antes de tiempo. Además, a medida que cumplimos años, la capacidad de la piel para desactivar los radicales libres se ve afectada y disminuye de forma natural.
Según la OCU, los alimentos donde más vitamina C podemos encontrar son: “brócoli, espinacas, fresas, kiwis, lentejas, naranjas, patatas, pimientos, piña y lógicamente los zumos de fruta”. En este sentido, la organización de consumidores considera que “la vitamina C que se encuentra en las frutas y las verduras es más estable que la de los suplementos vitamínicos en forma de comprimidos, por ejemplo, ya que está protegida por otros componentes del alimento”.