06 Oct Por qué los mayores de 65 años deben seguir conduciendo (o no)
Según un estudio, registran cuatro veces menos accidentalidad que los menores de 25 años. Aun así, el 30% de los conductores los considera peligrosos.
SERGIO AMADOZ
Un coche lento entorpece el tráfico y en su interior vemos un conductor mayor. De inmediato, la queja: “A algunos no deberían renovarles el carné”, “No tienen edad para conducir”, “Son un peligro”. Parece evidente que los mayores de 65 años molestan al volante, pero ¿hay motivos para ello?
A esta pregunta pretende dar respuesta el estudio Mayores al volante: ¿peligro real o mito social?, realizado por la Fundación Línea Directa. Con el apoyo de la Fundación para la Seguridad Vial y Centro Zaragoza, está basado en accidentes e infracciones registrados entre 2009 y 2014.
Y no se trata de un asunto menor, porque, según datos de la Dirección General de Tráfico, en España hay 3.672.910 mayores de 65 años al mando de un coche (casi un 14% de los 26 millones de conductores españoles).
Estas son algunas conclusiones que se pueden sacar del informe, englobadas en una general: a pesar de que muchos no se fían, los mayores de 65 pueden seguir conduciendo.
SON MEJORES AUTOMOVILISTAS
Registran cuatro veces menos accidentalidad que los menores de 25 años y menos de la mitad que los conductores de 35 a 44 años. ¿Las razones?
Respetan más los límites de velocidad, no son agresivos en la conducción y aceptan mejor sus propias limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo). Recorren menos kilómetros y conducen menos por la noche.
NADIE SE FÍA DE ELLOS
Los españoles demuestran una gran desconfianza hacia los automovilistas más veteranos. De hecho, casi el 39,5% aseguran haber vivido situaciones de riesgo en la carretera que atribuyen a los mayores. Casi el 30,5% los califican de “peligrosos”. Y, lo que es más llamativo, el 17% retirarían el carné a sus propios familiares mayores.
SUFREN MAYOR MORTALIDAD
También hay puntos negativos realmente: la mortalidad de los mayores de 65 años multiplica por 2,5 la del resto de conductores. También tienen un 9% más de probabilidades de resultar heridos graves tras una colisión.
Los motivos son claros: mayor debilidad física y la propia naturaleza de su accidentalidad, generalmente golpes más severos. Además, el número de fallecidos ha aumentado un 5% entre 2009 y 2014. Entre los jóvenes de 25 a 34 años, por ejemplo, se ha reducido en un 62%.
MEDIDAS RADICALES
Muchos conductores son partidarios de endurecer la normativa: el 3,3% suprimiría el carné a los 65 años, mientras que casi el 11% prohibiría a los mayores conducir por la noche. Y el 73% les obligaría a hacer exámenes psicotécnicos anuales.
¿ALGUIEN CREE EN LOS PSICOTÉCNICOS?
Los automovilistas españoles desconfían de los exámenes psicotécnicos actuales. Uno de cada dos conductores exige “más controles” a la Administración, y casi el 60% piensa que las pruebas son “poco rigurosas”.
LA SOLUCIÓN, EL MÉDICO DE CABECERA
Dicho lo anterior, el 56% de los automovilistas preferiría que fuese el médico de cabecera quien tuviese la potestad de revocar el carné de conducir por causas psicofísicas.
El 98% de los conductores afirma no haber suspendido nunca un test psicotécnico, y 9,2% reconoce haber obtenido el “apto” sin prácticamente hacerlo.
LOS TEST, A PRUEBA
Los autores del estudio han recabado información sobre 500 pruebas psicotécnicas realizadas en cuatro centros de reconocimiento a conductores mayores y menores de 65 años. El 10,5% de los veteranos resultó “no apto” y casi el 70% tuvo algún tipo de restricción.
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