26 Ene ¿Por qué es bueno que nuestros hijos escriban a mano?.
La escritura a mano potencia, entre otras habilidades, la capacidad de memoria, el conocimiento de la ortografía desde edades tempranas, su capacidad de lectura o la mayor fluidez de ideas.
S.F
La invasión de las nuevas tecnologías ha provocado que la mayoría de nosotros hayamos dejado olvidados en nuestros escritorios los antiguos lápices y bolígrafos. No importa la edad que tengamos porque, ya sea en nuestro trabajo o en nuestro hogar, las letras, frases o mensajes ya no quedan grabados en hojas de papel, sino en pantallas digitales.
En el caso de los niños, los propios planes educativos fomentan cada vez más el uso de las nuevas tecnologías en escuelas y centros educativos, de modo que la tableta empieza a ser una herramienta tan habitual como lo había sido siempre el cuaderno o las tradicionales pizarras de tiza y borrador, sustituidas por sus nuevas versiones: las digitales y sus punteros.
Pero todo ello no debe hacernos olvidar los importantes beneficios que la escritura a mano tiene en el aprendizaje de los más pequeños de la casa.
Hace no mucho tiempo neurólogos y psicopedagogos alertaron ya del riesgo de sustituir los cuadernos y folios de papel por las nuevas tecnologías. De hecho, allá por el año 2016, y a raíz de una ley finlandesa que ya no obligaba a enseñar la letra cursiva (sí la de imprenta), el debate sobre la importancia de escribir a mano cobró una mayor relevancia.
No hay que olvidar que la escritura es una de las habilidades básicas del lenguaje escrito que nos permite plasmar nuestras ideas, opiniones, sentimientos, conocimientos, etc. Todo ello favorece la transmisión de la información más allá de nuestra mente.
En el caso de los más pequeños de la casa, la escritura a mano debe ser un paso más dentro de su aprendizaje, pero ha de estar supeditada al cumplimiento por parte del niño de otras etapas previas. Una de las más importantes es la capacidad para generar imágenes mentales, que posteriormente puedan ser transmitidas o comunicadas sobre el papel.
«Los niños viven en un mundo imaginativo, no abstracto y su aprendizaje es mucho más efectivo, integral y respetuoso, si somos capaces de acompañarlos en esa transición de la imagen, del mundo imaginativo de los cuentos, al símbolo frío y abstracto que supone una letra» afirma Tamara Chubarovsky, experta en lenguaje y desarrollo infantil.
La experta insiste además en que «para que esto funcione de manera óptima, para que el aprendizaje de la lectoescritura sea fácil y rápido, el niño debe haber adquirido la capacidad de crear imágenes mentales».
Con todo ello, vamos a recordar por qué sigue siendo recomendable que nuestros hijos escriban a mano.
1. Mejor conocimiento de la ortografía
La escritura a mano obliga a que el niño asimile y preste más atención a la composición de las palabras y a su ortografía. Se trata de un aprendizaje consciente que le ayudará a ir asimilando poco a poco las principales reglas ortográficas, antes de que los dispositivos digitales se las sugieran sin ni siquiera tener que preguntarse cuál es la forma correcta de escribir una palabra.
2. Mayor esfuerzo mental
Al hilo de lo afirmado en el anterior punto, aprender a escribir a mano es un proceso más complejo que teclear unas letras y exige que el cerebro se esfuerce más. Hay que hacer una representación mental de las letras que se van a escribir, y eso supone un mayor esfuerzo mental que a larga es más rentable.
Los caracteres que los niños se esfuerzan en poner por escrito no son siempre iguales (como los de imprenta), y eso les ayuda también a generalizar y a internalizar los rasgos esenciales con los que se representa cada letra, independientemente de la destreza con que se represente.
3. Favorece la psicomotricidad fina.
La escritura a mano requiere que el niño trabaje su destreza motriz, lo que repercutirá directamente en un mejor desarrollo de su psicomotricidad fina, la cual hace referencia a los pequeños movimientos de la mano y la muñeca
Aspectos relacionados con la coordinación de la vista, la presión del trazo, etc. se desarrollan con la escritura y pueden ser empleados en otras circunstancias.
4. Mayor capacidad de lectura.
«Cuando el niño escribe a mano tiene que pensar en las diferentes letras y en la manera correcta de escribirlas», afirma Tamara Chubarovsky.
Existen numerosos estudios que corroboran esta afirmación sobre la relación especial entre el desarrollo del lenguaje y el acto de escribir a mano. De hecho, arrojan datos como que los niños que practican la escritura a mano suelen avanzar también en materias como lectura y ortografía. «El porqué de esta conclusión se encuentra en que escribir letras a mano cuando se están aprendiendo los sonidos activa los circuitos de lectura en el cerebro que favorecen la alfabetización» concluye la experta.
5. Potencia su memoria.
Escribir empleando bolígrafo o lápiz potencia la capacidad de memoria a corto y largo plazo de niños (y también mayores), ya que el contexto y el contenido de lo que escriben queda más fijado en su cerebro que si lo hicieran en un dispositivo digital.
La escritura a mano activa zonas cerebrales involucradas en el pensamiento y la memoria, lo que permite almacenar y administrar más información. El movimiento asociado con el bolígrafo o lápiz en la mano les ayudará a codificar y retener información a largo plazo.
Tamara Chubarovsky insiste también en otro aspecto fundamental: cuidar su capacidad visual. Para evitar que los niños menores de 7 años que se inician en la escritura a mano expongan sus ojos a demasiados esfuerzos, la especialista en lenguaje y desarrollo infantil aporta unas sencillas recomendaciones:
● Garantiza pausas visuales cada 10 minutos de al menos un minuto de duración, en las que los niños no estén con la mirada fija-cerca y donde preferentemente miren más lejos y/o se muevan.
● A partir de los 9 años y hasta la edad adulta, se recomienda la regla del “20/20/20”. Es decir, cada 20 minutos mirar lejos (20 metros), durante al menos 20 segundos.
● Permíteles escribir con letras grandes y que la lectura consista en leer lo que ellos mismos han escrito en su cuaderno, o lo que se ha escrito en la pizarra.
● Espera hasta los 8 años para dar el paso a la lectura en letra impresa en libro.
De este modo garantizas al ojo:
● Oxigenación
● Humectación
● Movilidad
● Adaptabilidad
● Flexibilidad muscular
● Fuerza muscular