11 Sep Personas mayores polimedicadas: problemas, riesgos y soluciones.
MARIOLA BAÉZ
La Organización Médica Colegial de España (OMC_Espana) señala la importancia de profundizar en el problema de la polimedicación y de sus posibles consecuencias, teniendo en cuenta que se trata de una circunstancia que se da con especial prevalencia entre la población mayor de 65 años (se estima que más de un 11% de personas que pasan de 65 años se encuentra en esta situación).
Los propios avances en la investigación médica y farmacológica han logrado aumentar la calidad y la esperanza de vida pero no hay que olvidar como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) que más del 70% de la población que supera los 65 años, sufre al menos una enfermedad crónica, un dato que podría explicar, en parte, ese incremento en la necesidad de fármacos específicos al sumar a esas enfermedades crónicas otras patologías o dolencias pasajeras.
¿Qué riesgos implica la polimedicación?
Tomar más de 6 medicamentos supone ingerir sustancias muy distintas, no siempre del todo compatibles entre sí. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (@SEMERGENap) concluye que el paciente pluripatológico y multimedicado requiere que su posible tratamiento sea abordado de manera individualizada, como medida básica que prevenga los dos riesgos principales que implican estos cuadros clínicos complejos: las interacciones entre fármacos que puieran derivar en reacciones adversas y la frecuente aparición de efectos secundarios.
Molestias estomacales, confusiones a la hora de tomar las dosis exactas o incluso los propios medicamentos son problemas adicionales que pueden sufrir especialmente personas mayores que viven solas o que presentan algún tipo de deterioro cognitivo.
Llevar un seguimiento apropiado de la polimedicación que incluya revisiones frecuentes en los fármacos que se están tomando en un momento concreto para confirmar que no «sobra» o «falta» alguno, es vital, no solo para la salud, sino también para la seguridad del propio paciente. Por ejemplo, una sustancia relajante y tranquilizante puede resultar beneficiosa y necesaria que muestra algún tipo de alteración, pero esa misma sustancia, presente en dos medicamentos que se toman juntos, podría acabar provocando efectos no deseados.
Los expertos insisten en que en estos casos, no basta con “recetar”. Es importante hacer un seguimiento farmaterapéutico, como el que propone el Programa conSIGUE del Consejo General de Farmacéuticos (@PortalFarma) que busca la mejor atención posible para los pacientes de edades avanzadas, enfermedades crónicas y polimedicados.