Parálisis cerebral infantil: causas, factores de riesgo y la esperanza de vida que aumenta con la rehabilitación

Parálisis cerebral infantil: causas, factores de riesgo y la esperanza de vida que aumenta con la rehabilitación

En España son aproximadamente 120.000 niños los que padecen esta enfermedad que ocasiona graves discapacidades motoras. Te contamos cuáles son sus causas y qué tratamientos existen para revertir sus efectos.

Amanda Alonso

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En España son aproximadamente 120.000 niños los que la padecen. Uno de cada 500 a nivel mundial según la organización Aspace. Además, la parálisis cerebral infantil es la causa más frecuente de discapacidad motora pediátrica, de ahí la importancia de un diagnóstico temprano que permita una terapia esperanzadora que mejore o alivie la situación.

¿Qué causa la parálisis cerebral en niños?

La parálisis cerebral es un grupo de trastornos que afectan el movimiento y el tono muscular o la postura. Se produce por el daño en el cerebro inmaduro en desarrollo, con mayor frecuencia antes del nacimiento, pero también puede ocurrir durante el parto, el primer mes de vida o los primeros años del niño, cuando su cerebro sigue desarrollándose. 

Tipos de parálisis cerebral infantil

Cuando se produce antes o durante el parto, hablamos de parálisis cerebral infantil congénita, que es la más frecuente (85-90 % de los casos), sin embargo, a menudo se desconocen sus causas. Cuando el daño cerebral ocurre más de 28 días después del parto se denomina parálisis cerebral infantil adquirida, y a menudo se relaciona con una infección como una meningitis o una lesión en la cabeza.

A su vez, la parálisis cerebral infantil se clasifica en cuatro grandes grupos, según el tipo principal de trastorno del movimiento involucrado:

  • La espástica es la más común, y afecta al 80% de los niños con parálisis cerebral. Se caracteriza por el aumento del tono muscular y la rigidez en los músculos. Puede darse en las piernas, en un lado del cuerpo o en los brazos.
  • La discinética. Es aquella que implica movimientos lentos y abruptos, incontrolables de manos, pies, brazos o piernas. Asimismo, los músculos del rostro y la lengua pueden ser hiperactivos y hacer que algunos niños babeen o hagan muecas. Además, muchos tienen problemas para sentarse derechas o caminar, sin embargo, no suelen tener problemas intelectuales.
  • La atáxica. Afecta al equilibrio y la coordinación. Por eso, la mayoría de niños que la padecen caminan de manera inestable y tienen dificultad para realizar movimientos rápidos y precisos.
  • La mixta es aquella en la que el niño presenta síntomas de más de uno de estos tipos de parálisis cerebral.

¿Cómo se manifiesta la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral infantil es una discapacidad motora que no siempre implica una discapacidad intelectual. Es un trastorno de por vida, para el que, de momento, no existe cura, sin embargo, no empeora.

Los tratamientos cada vez son más esperanzadores y pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y funcionalidad de quienes la padecen. Por eso, los expertos hacen hincapié en la observación para un diagnóstico y tratamiento temprano. Observar cómo el niño se mueve, como se da la vuelta y rueda hacia los lados, cómo se sienta, se para o camina, o el grado de rigidez o flacidez que pueda tener en las articulaciones son claves para la detección de los síntomas de la parálisis cerebral.

Tratamientos posibles y esperanza de vida

Los tratamientos para paliar las consecuencias de estos trastornos van desde procedimientos quirúrgicos y medicamentos hasta terapias de rehabilitación, y se cree que si se aplican de forma adecuada ininterrumpidamente, los niños con parálisis cerebral pueden tener una esperanza de vida de entre 60 y 80 años. 

Medicamentos. Los hay de muchos tipos. Algunos, como las inyecciones musculares, sirven para tratar la tensión de un músculo específico o reducir el babeo (con inyecciones de botox en las glándulas salivales). Otros son relajantes musculares orales.

Cirugías. Pueden ayudar a disminuir la tensión muscular o corregir anomalías óseas, y las hay de dos tipos: cirugía ortopédica o corte de fibras nerviosas.

Terapias, que van desde la fisioterapia, promoviendo el entrenamiento muscular y la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio, hasta la terapia del habla y lenguaje, con expertos que ayudan a los niños a mejorar su capacidad para hablar o comunicarse con lenguaje de signos. Además, otras como la terapia ocupacional les enseñan a ejecutar actividades cotidianas como vestirse, pasear y socializar, que les permiten tener una vida más normalizada, o la terapia recreativa, que consiste en hacerles partícipes de actividades sociales como deportes, y programas artísticos.

La investigación a futuro

La investigación en el campo de la parálisis cerebral infantil está en constante evolución, y los nuevos avances en el tratamiento y la comprensión de la condición pueden tener un impacto en la esperanza de vida y la calidad de vida de los niños con PCI. Algunos avances recientes en la investigación incluyen nuevos enfoques de terapia génica, terapias de células madre y técnicas avanzadas de neuroimagen para comprender mejor la lesión cerebral y guiar las intervenciones.