27 Ene «Para la salud es tan malo fumar 15 cigarrillos al día como envejecer solo»
El presidente de geriatras y gerontólogos dice que el ejercicio físico es tan importante para afrontar bien la vejez como hacer sudokus o crucigramas.
ÁNGEL ESCALERA – MÁLAGA
La soledad no deseada nunca es buena para la persona que la sufre, un hecho que en las personas mayores es aún más perjudicial, según advierte el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López Trigo. Este médico, que trabaja en el Ayuntamiento de Málaga, dijo ayer a este periódico que hay que tener muy en cuenta la relación existente entre la salud física y la soledad. «Vivir solo no solo crea problemas anímicos que conducen a la depresión, sino que cuando uno está solo come peor y, al comer peor, el estado nutricional cambia; ese cambio provoca una mayor fragilidad y favorece que haya problemas cardíacos, renales y dolor», explicó el presidente de los geriatras y gerontólogos españoles.
De ese modo, lo que en un principio era una cuestión de soledad, se convierte un padecimiento de salud física real, indicó este experto, que se refirió a que un estudio elaborado por la Universidad de Chicago ha medido la repercusión física de la soledad y la ha equiparado al perjuicio que supone para el organismo fumar 15 cigarrillos diarios. «Ese trabajo alerta de que para la salud es tan malo fumar 15 cigarrillos al día como envejecer solo», puso de relieve el doctor López Trigo.
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología metió el dedo en la llaga al decir que «muchas personas envejecen en soledad, pero hay otras que envejecen en soledad estando en compañía, que es casi peor, porque se relega y se discrimina a las personas mayores por el hecho de ser mayores. Esa es otra forma de hacer que la gente se sienta sola, aunque esté acompañada».
La llegada de la vejez es inevitable, pero hay herramientas para lograr un envejecimiento saludable, lo que favorece poner calidad de vida a los años. A ese respecto, López Trigo defiende la práctica de ejercicio físico para envejecer bien. Así, por un lado, es aconsejable caminar, porque mejora la salud cardiovascular. Por otro, como indicó el doctor López Trigo, es bueno pedalear en una bicicleta estática, así como hacer pesas con brazos y con piernas, porque eso beneficia tanto al cuerpo como a la mente. «Esos ejercicios sirven para prevenir la demencia tanto como hacer sudokus, sopas de letras o crucigramas», destacó este especialista en geriatría. Otra actividad física muy importante es realizar sentadillas para fortalecer los huesos y prevenir las fracturas.
Promover la autonomía
Una cuestión que beneficia a las personas mayores es conseguir promover su autonomía para que puedan cumplir años en las mejores condiciones posibles. En opinión del presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, se han diseñado unos magníficos sistemas de atención de los procesos agudos, pero no se le ha prestado la misma atención a los padecimientos crónicos y a las descompensaciones de las enfermedades que sufren los ancianos. «Esos cuidados intermedios son los que no tenemos desarrollados. Lo que más necesita la población que pertenece a la tercera edad son cuidados de rehabilitación, integrales y del ámbito sociosanitario», significó López Trigo. Y añadió:«Hay que tener en consideración que no hablamos solo de un problema puntual de salud, sino de aspectos relacionados con la salud, con el acompañamiento y la soledad. El patrón familiar ha cambiado. La gente no vive ya en piña». Este geriatra precisó que vivir más años lleva un peaje asociado, que es el de estar en situación de dependencia y mayor necesidad de cuidados en la última etapa de la existencia.
Uno de cada cuatro ingresos en urgencias de ancianos es por los medicamentos
En medicina siempre es preferible prevenir que curar. Los medicamentos cumplen la función de sanar, pero también tienen contraindicaciones y puede afectar a la salud si se toman de forma indebida. Por tanto, como explicó a SUR el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López Trigo, no es conveniente prescribir en exceso medicamentos a los ancianos. De hecho, está demostrado que una de cada cuatro atenciones en los servicios de urgencia a las personas mayores se debe a haber tomado una medicina que ha provocado una interacción con otro fármaco o una reacción adversa. Muchos de los ingresos hospitalarios de pacientes de la tercer edad están relacionados con el consumo de medicinas. «Los médicos nos tenemos que acostumbrar a desprescribir. No todo se soluciona con medicamentos. A veces, un problema de salud se puede corregir con cambios en el estilo de vida o de dieta», aseguró López Trigo.
Por otra parte, el presidente de los geriatras y gerontólogos españoles lamentó que la Junta de Andalucía siga sin reconocer la especialidad de geriatría, pese a que el resto de comunidades lo ha hecho (tampoco está reconocida en el País Vasco). Cada año se forman vía MIR 70 geriatras en España, una cifra insuficiente para hacer frente a la demanda de esa especialidad. «Haría falta que anualmente salieran de 150 a 170 plazas MIR de geriatría», indicó López Trigo, que hizo hincapié que en estos momentos hay ofertas de empleo en el campo de la geriatría que no se cubren por la falta de geriatras.
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