23 Jul Padres de niños con discapacidad se unen para evitar el cierre de los centros de educación especial
Crean una plataforma para frenar las reformas legales que debaten varias autonomías que buscan escolarizar a todos los alumnos en colegios e institutos ordinarios.
ALFONSO TORICES – MADRID
Familias de niños y jóvenes con discapacidad han creado una plataforma ciudadana para luchar contra la intención de algunos partidos políticos y organizaciones sociales de iniciar un proceso de eliminación paulatina de los centros de educación especial, las instituciones docentes donde miles de estos chicos reciben una formación y una atención especializada y personalizada para desarrollar al máximo sus capacidades.
‘Educación inclusiva sí, especial también’, plataforma a la que ya han comenzado a adherirse (además de padres) centros educativos, enseñantes y diversas asociaciones y entidades, nace en respuesta al debate en varios parlamentos autonómicos de reformas de ley que buscan hacer desaparecer los centros de educación especial, por considerarlos entidades segregadoras y discriminadoras, para implantar la escolarización de todos los alumnos con discapacidad en escuelas e institutos ordinarios.
Persiguen crear un movimiento social que frene el intento de eliminar los centros educativos especiales y que mantenga y mejore el modelo actual de atención a la diversidad, por el que los alumnos son escolarizados en unos u otros colegios, con unos u otros programas específicos, según sus necesidades. También reclaman que en este dictamen de escolarización que realizan los expertos oficiales para la asignación del centro y la modalidad pese de manera fundamental la opinión de los padres, y que los poderes públicos mejoren los recursos docentes tanto de los centros especiales como de los ordinarios, porque, en su opinión, «esa sí es la verdadera y urgente necesidad».
En las actualidad, de los algo más de 205.000 alumnos con discapacidad matriculados en la enseñanza no universitaria española, el 17%, unos 35.000, estudian en centros de educación especial repartidos por todas las autonomías. El colectivo más amplio es el de los escolares con discapacidad intelectual, un 22% de los cuales (casi uno de cada cuatro) recibe atención y formación en estos centros especializados. El resto de los estudiantes con algún tipo de discapacidad, el 83%, cursa sus estudios en centros de enseñanza ordinarios, normalmente apoyados con programas de refuerzo y a veces con la existencia de aulas específicas.
Destruir lo que funciona
La plataforma ‘Educación inclusiva sí, especial también’, en contra del criterio de los que buscan la escolarización total en centros ordinarios, mantiene que «el derecho a no ser discriminado no supone tratar a todos igual sino tratar a cada uno como necesita». «Aunque algunos niños y niñas se adaptan muy bien a la escuela ordinaria -explican sus portavoces-, otros precisan de una educación individualizada, con personal muy especializado, espacios adaptados, aulas con pocos alumnos, y ritmos de aprendizaje correctos».
«Las personas con discapacidad -insisten- presentan aptitudes y necesidades muy diferentes y, por ello, la inclusión educativa pasa por contemplar cada situación y a cada alumno y alumna en particular, tal como se viene haciendo en la educación especial en nuestro país y en otros del ámbito europeo». «¿Por qué destruir estructuras educativas que están funcionando y que garantizan el derecho a una enseñanza de calidad de este alumnado?», interrogan a los partidos y organizaciones que buscan eliminar del sistema docente español los centros de educación especial.
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