Orgullosas de las canas, se impone el color plata

Orgullosas de las canas, se impone el color plata

El ‘granny hair’ o pelo de abuela es tendencia también entre las jóvenes

MAR VEGA

Por convicción o por estar a la última, seguro que alguna mujer de su entorno le ha expresado su deseo de abandonar la coloración tradicional y lucir canas. Quizá ha observado que ‘celebrities’, y no solo las maduras, se han puesto el gris por bandera y que lo han hecho por la cabeza y no por el color de su bolso o vestido. E incluso puede que a usted ya le resulte familiar el término «granny hair» que podría traducirse como el pelo de la abuela.

Ni blanco ni negro. Si en la vida suele funcionar huir de los extremos y encontrar el equilibro en la amplia gama de los grises, parecer ser que, en estos tiempos y en lo que a cabello se refiere, también. La última moda pasa por teñirse o dejar de hacerlo, pero eso sí, lucir un bonito tono plateado.

La tendencia admite dos direcciones. La primera, que algunos calificarán como un tanto excéntrica, supone, sin tener canas -o no demasiadas- y siendo, a todas luces, demasiado joven, decolorarse el cabello y teñirlo de gris, quizá con algún matiz en tono pastel (rosa, violeta, azul, etcétera). Y la segunda, cuando sí se tienen y se cuenta con mayor edad, reivindicarlas y mostrarlas con orgullo.

Reivindicación y actitud

Detrás de dicha elección cromática, importada -como tantas otras- de los Estados Unidos, se pueden hallar múltiples lecturas. Anabel García Iglesias, psicóloga clínica y psicoterapeuta colaboradora en Clínica Mariscal, apunta: «Tres de cada diez españolas ya no se tiñen y otras muchas, jóvenes incluso, se tiñen de gris. Reivindican a una mujer sexy y deseada a pesar de la edad. Por tanto, lucir canas reflejaría una actitud. Significa mostrar un aspecto acorde con la edad real, sin que ello se asocie a deterioro, sino todo lo contrario».

Estamos ante una persona segura que manifiesta, y hace plenamente visible, su derecho a no ocultar el paso del tiempo y a mostrar su edad real. Hasta ahora, añade la psicóloga: «En la mujer, el pelo gris estaba relacionado con su proceso de envejecimiento, se asociaba a un concepto de invisibilidad al que estaba sometida en anteriores generaciones, debido a una desigualdad evidente. El hombre maduro todavía tenía posibilidades de desarrollo y realización, y por tanto podía seguir siendo atractivo, mientras que, después de finalizar su etapa fértil, los estereotipos relegaban a la mujer a un evidente declive».

Elegancia y sofisticación

Lejos de un signo de vejez, hoy por hoy, el tono plateado es una muestra de sofisticación y belleza. Elegante y sí, quizá también con un punto realmente moderno e irreverente. ¿Por qué no? Y es que el cabello es un modo de expresión como pueden serlo el vestuario, el rojo de labios o, incluso, el perfume o el movimiento de las manos.

En opinión de Javier Laspalas, reconocido peluquero y experto en color que trabaja con productos orgánicos en su salón de Pamplona, existe una tendencia global hacia la naturalidad. «El gris atenúa las líneas de expresión e ilumina. La naturaleza es sabia y, a medida que cumplimos años y cuando son mayores las arrugas de nuestro rostro, el pelo se vuelve así precisamente porque resulta más favorecedo»», señala.

¿Cómo dar el paso?

Laspalas puntualiza que, a la hora de apuntarse a esta tendencia, siempre hay que acudir a un salón y confiar en un buen profesional. En función del tipo y color, él determinará si es necesario decolorar para obtener un fondo claro, aplicar mechas en negativo o barros que respetan la estructura del cabello.

Hablamos de un proceso largo pero no tan agresivo como cabría esperarse. Desde el punto de vista de este peluquero, es muy importante un buen corte de pelo, ya sea corto o melena. Además, apunta que la forma de vestir y la elección de determinados complementos son otros factores para lograr una imagen sofisticada y personal.

Por su parte, Eduardo Sánchez, propietario de Maison Eduardo Sánchez, en Madrid, considera que es moda porque se ha visto en pasarelas, medios de comunicación y como la rompedora imagen de algunos rostros conocidos, sobre todo internacionales, pero que, en la calle, no se encuentra tanto. Él, incluso, lo relaciona con tribus urbanas y destaca como inconveniente principal que suma años.

Una vez dado el gran paso, hay que lucirlo con seguridad. Pero no sólo eso, otra clave es no estropearlo y resulta fundamental el cuidado. Que nadie crea que significa ahorrarse -en tiempo y en dinero- el paso por la peluquería. Como explica Eduardo Sánchez: «Cuando se trata de cabellos teñidos, se debe acudir al salón para teñirse de manera habitual y, en casa, es importante utilizar un champú de pigmentos y aplicar tratamientos y productos ultra hidratantes para mantener el color. Si hablamos de un ‘look’ natural, requiere un champú con pigmentos para evitar que la contaminación lo amarillee».

Precisamente, la firma Schwarzkopf Professional, atenta a lo último y a lo que está por venir, traslada esta corriente a su nueva línea de cuidados Essential Looks. Simon Ellis, director creativo internacional de la firma, asegura que: «En lugar de enmascarar o combatir los signos del envejecimiento, hoy se quiere celebrar la edad e individualidad sin renunciar a las tendencias actuales».

En esta línea, Anabel García Iglesias recuerda que «la forma de envejecer es algo personal y, en la actualidad, ya no es tanto la consecuencia de prejuicios sociales. Cada uno elige su manera y ritmo, pero muchas personas, hombres y mujeres, se desviven por frenar lo inevitable. Intentan aparentar menos años o parar el tiempo a través de su imagen. Sin embargo, la mejor edad es la real, aceptada de manera satisfactoria y saludable. De ahí la nueva corriente denominada ‘smart aging’ o envejecimiento inteligente, que afronta el envejecimiento de manera global, no solo atendiendo a lo estético».

www.elmundo.es/vida-sana/2015/10/27/5628c6b3ca4741bf608b45f3.html



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